+Capitulo 37+ Yoongi

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¿Por qué mi madre me miraba así?

Me senté al otro lado de la mesa de la sala de juntas, enfrentándome a su mirada. Su mirada rara vez pasaba tanto tiempo en mí. ¿Tal vez tenía algo en mi ropa? Miré la tela blanca almidonada. Prístina. Perfecta. Hoy estaba vestido para los negocios. Todos lo estábamos.

La sala de juntas pertenecía a los Kang. Situada en el último piso de su oficina corporativa, tenía vistas al acero reluciente del centro de Manhattan.

Mi familia ocupaba la mitad de la larga mesa. Mi madre, mis hermanos y nuestros asistentes y abogados. Yunho estaba cerca de la pared, detrás mío. La otra mitad de la mesa estaba vacía, esperando a la familia Kang y a su equipo jurídico. Nos habían convocado para hacer los últimos arreglos de la fusión.

Daniel se graduó en St. John de Brebeuf el mes pasado y se fue de viaje por Europa. No se me había permitido asistir a su ceremonia. Mi madre no me quería cerca de la escuela por razones obvias.

Mi graduación había sido un asunto tranquilo. Recibí una copia digital de mi diploma. Yunho y yo abrimos una botella de vino, que acabó bebiendo él solo. Habían pasado seis meses desde que vi a Jimin, y el dolor seguía tan crudo como el día en que me fui. Estaba sobreviviendo, pero no estaba viviendo. Apenas respiraba.

Chanyeol estaba sentado a mi lado, hablando en voz baja con Wooyoung a su lado. Mi madre no había dejado de mirarme fijamente.

—¿Qué sucede? ¿Por qué me miras tanto? —cuadré los hombros. —Me estás asustando, madre.

Una arruga casi imperceptible se formó en sus cejas, pero fue rápida al hacerla desaparecer. —No te pareces a mi hijo, has cambiado completamente.

La sala se quedó en silencio, miré a mi alrededor para ver todas las caras que se parecían tanto a la mía.. los genes eran fuertes en mi familia.

—Sólo dilo. —apoyé las manos en mi regazo. —Di lo que sea que estés pensando, si eso hace que dejes de mirarme como...

—Estás triste. —mi madre afirmó el hecho como si comentara sobre el clima. Por Dios. Había sido jodidamente miserable durante seis meses.

—¿Hasta ahora te das cuenta? —levante una sola ceja. No quería hablar de mis sentimientos que a nadie le importaban, si estaban dispuestos a sacrificarme, no se por que les interesaba mi estado de ánimo ahora.

—Me doy cuenta de todo, Yoongi. —tamborileó con sus uñas cuidadas sobre la mesa, manteniendo la habitación en suspenso. Luego se calmó. —Los Kang necesitan esta fusión tanto como nosotros. Tal vez más. Los Morelli llevan años intentando comprarlos, rebajándolos en todo momento y ofreciéndoles tratos que dejarían a su familia en la ruina.

No conocía ese detalle. Nunca se me ocurrió preguntar. Sólo sabía que si no nos fusionamos, la dinastía Min perdería las posesiones estratégicas de Kang en favor de los Morelli, lo que daría a los Morelli una posición más fuerte en Bishop's Landing. En nuestro mundo despiadado, si no permanecíamos en la cima, seríamos aplastados.

PECADO - JIMSUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora