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Lucas se sentó en el descanso con Mike y Jesse como de costumbre, a un lado de la entrada del plató donde el escenario de un pequeño pueblo al exterior ya estaba casi hecho. Su amigo y asistente hurón no pudo evitar mirar hacia su tupper de comida. Ya habia comido dos o tres pedazos de Pay.

-¿Eso es Pay de fresa?..-Preguntó Mike con curiosidad, su almuerzo habia sido un sándwich empacado de un Seven Twelve.

Lucas miró lo que le quedaba de porción, miró a Jesse ofreciéndole también y este negó amablemente, su almuerzo era un pedazo de carne enorme y bien cocido.

El conejo le dió el pedazo de pastel al hurón y este empezó a devorarlo gustoso, se le veía satisfecho y sorprendido mientras comía.

-Esto es delicioso..-Le dijo con la boca llena.

-Lo hizo la madre de una amiga..-Recordó Lucas, recordó que se habia llevado todos esos pedazos de la nevera de Emma.-Cometelos..-Mencionó él levantándose.

-Espera, tu tupper..-Dijo Mike, pero Lucas ya se había ido.

El conejo sospechaba algo desde hace tiempo. Aunque fuese una locura imaginarlo no podia quedarse con la incertidumbre de saber si su más rebuscada era teoría o no.

Recordaba haberselo contado a Galileo, juntos exploraron la bodega y no encontraron más que una rata no pensante, muerta entre dos cajas pequeñas y polvo.

Pero Lucas no se iba a rendir, sabía que no era casualidad que las cámaras salieran estropeadas después del almuerzo.

Entró a la bodega con desconfianza y cierto temor en el brillo de los ojos. Caminó como cualquiera que estuviese en un campo minado, rebuscó con la mirada entrecerrada cada rincón sospechoso en aquella jungla de cajas y cables por doquier.

En algún momento se cansó de buscar, o almenos eso fingió, caminó por donde vino hasta pasar por una caja que supuestamente llevaba dentro una cámara.

La abrió con una pata solo para encontrar a una loba más alta que él, en camisa de tirantes y pantalones de mezclilla.

-¿Como lo supiste?..-Preguntó Anabelle temerosa.

-Nena..-Murmuró Lucas apuntándose a las orejas, las movió de arriba a abajo de una manera algo tierna.-No subestimes la audición de un conejo, te escuché respirar agitada..-

En sus manos Anabelle tenía una camiseta y unas tijeras, Lucas la miró de brazos cruzados y con una mueca de molestia.

-¿Primero me rompes las cámaras durante días y ahora cortas con tijeras el vestuario de utileria?..-La loba hizo un gesto tierno de tristeza, uno que aveces los caninos repetían.

-Es que papá me envió a espiar que hacían y como me aburro me pongo a sabotear sus cosas..-Dijo sin pelos en la lengua.

-¿El señor Sterling mandó a espiarnos?..-Preguntó Lucas no muy sorprendido. Anabelle se dió cuenta de lo que había dicho.

Era claro que aún veía a Lucas como un amigo, igual que él, y por eso mismo él sabia que aveces se le escapaban cosas al hablar. Anabelle le lanzó la camisa a la cara y las tijeras hacía algún otro lugar entre las cajas.

-¡Espera!-Gritó Lucas escuchándola correr. La empezó a perseguir, sin motivo alguno.-Anabelle espera no estoy enojado..-Jadeó el conejo esquivando cajas y utileria que la loba lanzaba mientras corría para obstaculizarlo.

Entre dos cajas grandes la loba rompió una pintura pasando sobre ella, esta parecia poder hacerse a un lado fácilmente para revelar una entrada secreta a la bodega. Al salir dicha entrada estaba oculta por unos arbustos, y para cuando Lucas salió de ellos vió a la loba sobre el muro del exterior del estudio. Ella le miró con miedo, sospecha, aprensión, verguenza, todo aquello en una sola mirada antes de desvanecerse por el otro lado del muro.

Lucas Capítulo 2 (Furry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora