Lucas Capítulo 2 (Furry)

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Emma movió sus finos dedos de manera eficaz y rápida para cada nota, cualquiera de sus movimientos pareceria errático pero en realidad era preciso y dulce en cada tecla. La canción era el instrumental de Rapsodia Bohemia de la banda Princess. Terminó, tras un final estruendoso.

Lucas aplaudió desde la pared, y toda la familia de Emma también empezó a aplaudirle. El conejo nunca en su vida habia visto tanta gente serpiente junta, cobras, pitones, anacondas, boas y culebras juntas en la casa de los Bellkin. Toda la familia de Emma era muy variada.

La razón de la reunión era el cumpleaños de la abuela de Emma, una mamba negra de labios pintados de un rosa muy leve y un abrigo muy elegante, su cara lucia arrugada por la edad pero su personalidad y aura eran de una jóven.

-Mi canción favorita querida, gracias, esas clases de la escuela te han enseñado bien..-Dijo la anciana.

-No fue la escuela abuela, fue mi amigo y maestro Lucas, a quien admiro y aprecio como no hay idea..-Mencionó la cobra.

Lucas luchó con todo su ser para no escupir el vino de su copa, todas las miradas se centraron en él. Y pensándolo bien, esa escena precisa podía ser digna de una pesadilla, un conejo jóven y delicioso rodeado de un montón de serpientes.

-E-Es una alumna excepcional y muy inteligente, no hay duda que eso es algo de la familia jeje..-Excusó el conejo con torpeza.

La madre de la cobra solo rió algo avergonzada tapando su boca y el padre de Emma simplemente rodó los ojos con un gesto que decía que preferia oir un pizarrón rayado antes que una palabra de su hocico. El resto de la familia reaccionó indiferente.

-Gracias por halagarnos jovencito..-Mencionó lacónica la tia de Emma, una señora culebra, muy guapa y de busto grande.-¡Un brindis por la familia!, ¡Y por los amigos de la familia!, ¡Salud!..-Dijo señalando al conejo, quien agradecia que le hubieran salvado del embarazoso momento.

-¡Salud!-Dijeron todos bebiendo un poco. Lucas igual bebió un poco de su vino y dejó la copa en la mesa. Revisó la hora en su reloj, tenía otro compromiso más tarde pero aún tenia tiempo.

-¡Lucas!, ¿Estás por aqui?..-Llamó Emma cerca de él. Tenía una pequeña caja en sus manos.

-Por aqui Emma..-Indicó el conejo acercandose para tomarla de la mano. Ella rápidamente lo abrazó contenta.

-¿Que tal lo hice?..-Preguntó con tono infantil.

-Ya tocas mejor que yo, no se si aún necesitas un maestro..-Rió orgulloso.

-No digas eso, te necesito en mi vida..-Mencionó con un tierno puchero.-No te vayas Lucas..-Suplicó.

-No me iré, y seguiré enseñandote hasta donde pueda, incluso si no soy tu maestro aún somos amigos..-Ella sonrió contenta. Luego extendió la caja.

-Estos son chocolates, me los dió mi abuela..-Mencionó ella subiendo por las escaleras al segundo piso, el conejo la siguió dando una rápida revisión de que nadie le viera subir con ella, todos estaban concentrados sacando el pastel.

-Esta regalando muchas cosas para ser su cumpleaños..-Bromeó el conejo tratando de no sonar grosero.

-Ella es asi, siempre trae ropa o dulces..-

Cobra y conejo se quedaron a un lado de las escaleras, donde podian saber si alguien venía, pero ocultos en la oscuridad que rodeaba el pasillo de la segunda planta. Lucas le dio un pequeño beso en la comisura de los labios a Emma, quien dejó los chocolates en una pequeña mesa con un busto de alguna figura grecorromana.

-Ay Lucas, eres un pervertido, aprovecharte de una pobre ciega con toda su familia abajo..-Dijo ella, obvio le había gustado.

-Solo fue un besito..-Se defendió con una risilla maliciosa.