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-Luego esta chica, Seven, dice que es una bruja, hablaba conmigo sobre el destino y ciertas cosas, y luego... bueno no sé, ¿Estará bien si te lo digo?, ¿No me da malas vibras o algo asi?..-Preguntó Lucas, caminando en circulos por el cuarto del hotel.

Juraria que en cualquier momento sus patas se prenderian en fuego por tanto caminar. Galileo levantó atropelladamente el torso y la cabeza para mirarle desde su cama, con ojos cansados y entrecerrados.

-Lucas, de verdad agradezco que me cuentes tu experiencia "sobrenatural" con una bruja moderna, pero son las tres de la mañana..-Se quejó el panda rojo somnoliento.

-Lo siento..-Suspiró el conejo sentándose en su propia cama y tocándose las sienes.-Es que estuvo muy intenso todo..-

-Ya lo creo, pero intenta dormir, ¿Si?, mañana podrás asimilar mejor todo, quizás esa tal Seven solo hizo trucos baratos..-Sugirió el panda rojo antes de dejarse caer sobre la almohada y darse la vuelta. Cobijandose de nuevo.

Lucas apagó la lámpara y también se cobijó bajo las mantas, miró al techo como si este fuese lo más interesante del universo, sus ojos se movían cautelosos, pensativos. Introspectivo, se dijo a si mismo dentro de su mente "¿Y si cumplo la tarea con Vivi seguirá mi racha de buena suerte?". Su conciencia era una pelota que golpeaba todas las paredes de sus pensamientos, pero lentamente perdió su fuerza, y dejó a Lucas tranquilo como para dormir tranquilamente.

A la mañana siguiente seguía reflexivo sobre lo que habia pasado, la marca en su mano ya no estaba, aunque en su mente seguía pensando que ahi estaba aquella runa verde.

Revisó cuanto dinero le quedaba mientras desayunaba otra lata de vegetales, Galileo le adelantó su pago, asegurandole que ahora le daba un poco igual.

El conejo salió, el clima seguía como el dia anterior, solo estaba tomando algo de aire fresco, ayer la zarigueya le había platicado algunas cosas casuales, solo quería saber como estaba su "rabito favorito". Fue un detalle lindo, si ignoraba por completo las malas palabras para describir personas que no le caían bien durante la anécdota.

Tras bañarse, perfumarse y ponerse su mejor ropa condujo a una tienda cercana que ya conocía, pensaba llevarle chocolates a Viviane, aunque también consideraba si dejar lo romántico para el mero acto y comprar alcohol para ambos.

Los chocolates que quería estaban en un estante alto, la cruel naturaleza habia hecho a Lucas algo pequeño asi que luchó un poco por alcanzarlos, pero una mano samaritana los alcanzó y se los pasó sin pedir nada a cambio.

-Muchas gracias..-Dijo el conejo feliz, aunque su sonrisa y sus ojos se detuvieron frente a la persona que le había ayudado.

-Hola Lucas..-Saludó Jeremy con voz calmada.

Pensó cientos de cosas, quiso decir mil otras, pero ya no era el mismo que antes, Lucas habia cambiado, y con la esperanza de que Jeremy también: siguió su corazón, el cual se alegraba de ver tan tranquilo al perro.

-Hola Jeremy, ¿Como has estado?..-Preguntó el conejo feliz.

-Mucho mejor, si, ya llevo tiempo con mis terapias..-Dijo él también feliz.-Tu brazo esta mejor..-

-Si, ya tiene meses, ¿Sigues viviendo en la calle Diamante?..-

-Oh no, regresé con papá y mamá, esa otra casa la vendí al final..-

-Me gustaba esa casa, aunque el vecino tenía música horrible..-

-¿Horrible su música?, horribles eran las cortinas que tenia..-Rió el perro, contagiandole la risilla.

-¡Si jaja!, las de puntos morados ¡ja ja ja ja ja!..-Carcajeó el conejo.

Ambos rieron hasta que se cansaron, posteriormente Jeremy tomó también unos chocolates y miró a Lucas nostálgico.

Lucas Capítulo 2 (Furry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora