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-Y este es el baño..-Dijo una antílope muy anciana, enseñándole el baño. Si, asi de "misterioso" era el mismo que ya habia visto varias veces.

Lucas soltó un suspiró y un amable "Sip", luego la Señora Irene salió al paso más rápido que sus sandalias y sus años le permitían, por final, salió del departamento de Amy.

-La renta la pagas cada fin de mes, uno de mis hijos vendrá a recogerla, y si no la pagas en tres meses, tu contrato dice que puedo hacer que te desalojen..-Advirtió ella acomodando sus lentes.

-Por supuesto señora..-Asintió Lucas algo aprensivo. La antílope empezó a caminar lentamente y retirarse.

-Buena suerte Amy querida..-Habló más alegre ella. La tigresa venía por el pasillo junto a Galileo.

-Gracias Señora Irene, no sea dura con Lucas, es buen chico..-Dijo la tigresa contenta.

Mientras Galileo venía cargando una caja con cierto esfuerzo, Amy llevaba otras 5 sin problema alguno, llegaron al (ya no) departamento de la tigresa, y pusieron todas en el suelo. Había un pequeño montón apiladas.

-Bueno, son todas tus cosas..-Dijo ella dándole las llaves de su auto.

-Gracias Amy, ¿A ti no se te olvida nada?..-Preguntó Lucas. Recordando que la tigresa se había llevando sus cosas ya.

-Despedirme..-Suspiró nostálgica, acomodándose los lentes mientras acariciaba el marco de la puerta.-Siempre quise deshacerme de esta casa, pero la voy a extrañar..-

-Puedes volver a ella siempre que quieras..-Le dijo Lucas con un tono amable, aunque con cierta picardia.

-Y lo haré..-Respondió Amy coqueta, acercandose un poco a su cara. Galileo carraspeó y ambos reaccionaron para intentar actuar casuales.-Bueno, los dejo, espero Galileo arregle las cosas con su película..-

-¡Gracias!..-Exclamó el susodicho. Lucas se despidió de la tigresa y cerró la puerta.

Las cosas habían estado sencillas: Amy había recibido aquel mensaje de Lucas, y confirmó que le vendería su departamento a un bajo costo por dos razones, amistad y hartazgo de ese lugar.

Al parecer Amy nunca había gustado de espacios cerrados (diferente a Lucas quien se sentia más seguro en ellos). Desde hace dos dias la tigresa desalojo sus cosas y Lucas empacó las suyas desde las bodegas de Knox. Con el dolor de no poder llevarse los muebles, solo sus cosas de valor y ropa.

Había una buena noticia: El conejo ya tenía un hogar de nuevo. Pero también habia una mala: Habia que desempacar.

-Bueno, si vas a vivir conmigo un rato entonces vas a ayudarme..-Le dijo Lucas a Galileo quien estaba a centímetros de ponerse cómodo en el sillón.-A barrer..-Dijo Lucas enseñandole una escoba.

-Literalmente soy tu jefe..-Dijo él con arrogancia.

-Y yo te doy donde dormir..-Contraatacó Lucas.

-Pero yo te pago..-Insistió él.

-Te estoy ayudando a recuperar tu proyecto, del cual me hiciste trabajar para nada..-

-Te di una beca para la universidad en linea..-

-Guardé el secreto de que te gustó una película de Sterling..-

-¡¡Bien!!-Gritó el panda rojo tomando la escoba. Lucas sonrió victorioso.

Mientras el panda rojo regurgitaba quejas y barría el suelo, Lucas sacó muchas cosas que pensaba no vería de nuevo hasta mucho tiempo después. Sus recuadros con su familia, con amigos, recuerdos de su vida como regalos, cosas triviales como lo era una figura de Capitán Zorro que acomodó en lo más alto de la estantería, y sus libros por último.

Lucas Capítulo 2 (Furry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora