—¡¿Quien eres tu?! ¡¿Y porque le hablas a una mujer con tanta confianza?!—
(¡A mí mujer!)
Ethan estaba furioso, no solo se presentaba de manera descortés, si no que también venía gritando a la casa de su enamorada.
Definitivamente quería golpearlo y arrancarle esa cara de niño bonito.
Por su parte Alicia apenas reconoció al albino.
— ¿Por qué me sigues?—
— He decidido que sere tu esposo—
Alicia volteo a ver rápidamente a Ethan corroborando que lo que había escuchado.
(...¿De qué hablamos?)
Alicia volvió a rebobinar el encuentro con el albino, no había dado ninguna señal de nada que pudiera comprometerla a mal entendidos.
Ya tenía a Ethan, he incluso haciendo reflexión tenía la intención de iniciar un noviazgo con el, o si la rechazaba simplemente ser amigos, no podría con la idea de dejar al hombre por su cuenta tomando en cuanta lo asustado que estaba.
— ah, no, no gracias —
Ethan sonrió un poco.
Y el albino sintió la impotencia en su corazón, como si un vaso de agua fría hubiese sido derramado a su cuerpo, sintiendo la ansiedad en su garganta, se inco y hablo.
— Yo case a un conejo...—
Susurro en voz baja y rota.
—¿Que?—
—¡Yo!, un hombre, case un maldito conejo, yo solo sin necesidad de ayuda, me sentí orgulloso de mi... Pensé que, pense que podía valerme por mí mismo, pero, al momento de venderlo se burlaron de mi, d-dijeron que la carne del conejo había sido contaminado por un prostituto y...se lo dieron a comer a los perros...—
El peliblanco lloraba en el piso, su cerebro en contra de su voluntad recordaba la escena una y otra vez, sintiendo la humillación, la rabia y la tristeza otra vez.
— a-así que lo acepte, acepte que mi único camino para sobrevivir sería casarme y ser un esposo de segunda rama, pero...los malditos ¡Dijeron que estaba sucio! ¡Que preferirían morir antes que aceptar a un exprotituto!—
Alicia tenía las entrañas un poco revueltas, este tipo de historia ya la había escuchado antes de una amiga cercana, y sabe todo lo que tuvo que pasar.
—esta es mi última oportunidad, n-nadie en el pueblo me acepta, porfavor, no quiero regresar al prostíbulo —
Alicia lo medito un momento, no podía dejar al albino a su suerte no después de todo lo que el había pasado, así que pensó en sus palabras.
( Que te digo Maria Julia así es la vida...)
Alicia camino hacia el albino y puso la mano en su cabello.
—no hay necesidad de ser mi esposo para darte una vida digna huroncito, puedes tener ambas, tu libertad y una vida mejor, sin necesidad de dar algo a cambio—
Alicia saco un pañuelo, levantó con cuidado la cara del peliblanco y sin previo aviso hizo que el peliblanco se sonara la nariz.
— que asco mocos—
—¡Estaba llorando estúpida claro que tendré mocos!—
El peliblanco se avergonzó de sobremanera al escuchar algo tan asqueroso de la mujer que tenía en frente, y aprovechando, también pudo ver su cara mejor, ya que la primera vez estaba oscuro, y se encontró con una bella mujer, ojos azul marino y una linda sonrisa.
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Mis amados esposos.
AléatoireAl defender a su familia de un asaltante y morir, Alicia es transmigrada a un mundo del matriarcado, donde las mujeres son el pilar y las que mantienen a la familia, mientras los hombres son los que se quedan en casa. Lo más sorprendente para Alicia...