20.-osesna.

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Alicia despertó antes del amanecer, bajo del árbol y fue a cazar el desayuno, después de la fiesta de anoche habría caldo para comer.

Caminando por el bosque fue tan perdida en sus pensamientos que termino en una cascada, entonces Alicia sabía que se había vuelto a perder, sin preocuparse comenzó a cazar peces de pequeño y gran tamaño hasta que escucho lo que parecía el esfuerzo de alguien por hacer algo.

Siguió el sonido y se encontró con el institutriz, tal parecía que intentaba pescar.

—¡hola!, ¿Me recuerda?—

El institutriz se sobresalto y amenazó con la lanza, antes de darse cuenta que era Alicia.

—claro, eres la niña loca que consiguió todas esas monedas.—

El institutriz río, una risa ronca que recordaba al antiguo mundo.

—si, esa misma—

Alicia sonrió, después observo con atención la gran canasta del institutriz, unos cuantos pescados se asomaban pero apenas para no verse vacía.

—El internado es refugio para aquellos hombres de clase alta que no son lo suficientemente importantes como para seguir siendo nobles, pero tampoco son tan discriminados como un "hombre de baja calidad", por lo general daban dinero mínimamente para comer, pero, ahora con los rumores de la guerra han dejado de dar dinero...así que hoy empecé a cazar...—

—mmh, ¿no tienes a alguien que te ayude? Como otro estudiante ...—

—no, no es bien visto que un hombre de alta clase haga este tipo de cosas, dañaría su imagen aunque si hubo algunos que se ofrecieron, pero no tuve corazón de hacerles eso...—

—¿Pero no será problema para ti?—

—solo escogen a jóvenes menores de veinticinco yo ya tengo más de treinta, yo ya no califico para eso, en parte es por eso que me volví institutriz—

Alicia contenía las ganas de ayudarle, dejar quiero el complejo de salvador y no hacer gran desastre.

—¿Que paso a los cincuenta de oro?.—

El institutriz sonrió y agrego con felicidad.

—con eso pudimos pagar la remodelación de los cuartos, ya casi caían por el tiempo—

(Ya tienes muchos problemas, Alicia, no te atrevas)

—mmh, entonces puedo donar otros sesenta, verás soy buena cazadora así que no creo que me afecte tanto—

(Joder¿porqueeresasí?metienesarta)

El institutriz dudo.

—¿Porque harías algo así?—

—¿Porque no hacerlo?, hasta donde se no sería dinero mal gastado si es en la educación...aunque sea esa extraña educación, es educación a final del día —

El institutriz se enternecio por el noble gesto de Alicia, sonrió e hizo una reverencia.

—de parte de todo el internado, los muchachos y yo personalmente te doy las gracias jovencita loca...—

—ay no tienes que hacer eso...—

Alicia se avergonzó un poco, saco de su pecho la bolsa de oro y saco las sesenta monedas dejando cinco para su hogar.

(Y otra vez a cazar)

Acompaño a el institutriz al internado para asegurarse que no lo asaltaran y partió al bosque.

Tenía en mente cazar algo muy grande está vez y el pescado serviría de señuelo.

[...]

Cavo un hoyo, puso hojas para taparlo y puso el pescado como carnada.

Mis amados esposos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora