Mis amados esposos.

24.- tres de tres.

A la mañana siguiente Alicia despertó con renovadas energías, se aseguraría  hoy de no cometer los errores del ayer, así que con entusiasmo intento salir de la cama...

No contaba con que sus tres esposos estuvieran aferrados a ella.

—ya es de día mis amados esposos—

Le dio un beso a los tres en cada frente y con energía quería iniciar el día.

Pero los planes de sus esposos eran diferentes.

—votamos por quedarnos aquí todo el dia—

Ethan respondió.

—yo no vote yo lo exigí —

Corrigió Boreal.

Alicia comenzó a moverse para intentar salir del abrazo de sus esposos, pero fue inútil.

(¡Noo mi día productivo!)

[...]

Eran más de las doce de la mañana, y el cuarteto seguía en la cama.

—no hemos comido nada, si gustan puedo hacerles de cocinar...—

Alicia era una persona muy activa, así que estar tranquila todo el día la sobre llenaba de energía que no podía canalizar adecuadamente.

—bien, solo porque necesitaras energía.—

Alicia se debatió entre preguntar o salir del abrazo grupal, opto por lo segundo, salió corriendo de la habitación y en un parpadeo ya tenía preparado el té.

Siguió en su racha y cuando sus tres esposos y su prometido llegaron la comida ya estaba lista.

—¿Algún día descansarás?—

—muerta quizás...—

Alicia agrego feliz de haber hecho algo hoy.

Por otra parte un escalofrío recorrió la espalda de los presentes quien al ver a la mujer feliz decidieron omitir el mal chiste.

—definitivamente la comida de Alicia es la mejor —

Ethan suspiro extasiado.

Alicia por su parte estaba planeando su día, debía de juntar dos castillos para hacerlos más grandes y juntarlos a la base, taparlo con tierra y comenzar a construir su casa, decidió que solo hacer un cuarto no sería lo adecuado, así que haría toda la casa y demoleria en la que estaban.

Alicia cálculo que en tres semanas en marchas forzadas tendrían el primer piso de la casa con techo y piso.

Pero sus esposos tenían otros planes en mente.

Oro por su parte tenía el día ocupado con su madre la alcaldesa, la había llamado así que iría.

—bueno entonces Boreal deb-

—deberiamos tomar una ducha todos—

—si, mi amada esposa debería relajarse.—

Alicia un poco confundida acepto ir a bañarse, aunque le pareció extraño que se bañaran en la mañana no se opuso.

Al llegar Alicia se baño lo más rápido que pudo, en su mente ya había perdido medio día y la amenaza de una posible guerra la tenía estresada, su plan, era construir la casa para que tuvieran un lugar seguro y funcional en el que vivir, cazaria como loca para obtener mucho dinero y comida y haría amistades en el pueblo, si era llevada a la guerra se aseguraría de que sus esposos tuviesen a quien recurrir.

Alicia terminar de cambiarse unos brazos la abrazaron por detrás.

—¿podrías acompañarme a la recámara de la casa? He notado que hay una madera colgando—