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Tres días han pasado desde el cumpleaños de Bill y no habíamos tenido tanto contacto como a mi me hubiera gustado; hoy, es mi cumpleaños, ahora soy yo el que cumple 20 años.
No tenía nada planeado, de hecho tenía que trabajar, era jueves y hoy regresaba a mi empleo, mi madre no estaba de acuerdo, creo que era obvia la razón. Pero yo no renunciaría, no quería dejar de trabajar, el dinero que ganaba, sinceramente si nos ayudaba y mucho.

-¡Tomi, despierta, es tu cumpleaños!- un pequeño cuerpo brincaba en mi cama logrando despertarme.
-Emma, quedamos que lo despertaríamos con calma- escuché a mi madre, abrí mis ojos por completo y vi a mi madre en la puerta de mi habitación cruzada de brazos y mi hermanita ya sentada en los pies de mi cama. Me incorporé y en seguida mi hermanita se lanzó a abrazarme.
-Feliz cumpleaños Tomi, te quiero mucho- se me llenó el corazón de alegría al escuchar a mi pequeña Emma.
-Muchas gracias princesita- rodeé su pequeño cuerpo y después se removió buscando romper el abrazo.
-Te hice algo, espera aquí- bajo de mi cama y salió corriendo.
-Feliz cumpleaños amor- mi madre se acercó a mí y me puse de pie para aceptar su abrazo, me abrazó fuerte, haciendo que cerrara mis ojos y soltara un gran suspiro.
-Gracias mamá- susurre aún en el abrazo.
-¿Quieres ir a comer a algún lado? Puedo pedir permiso para salir antes del trabajo- sugirió mientras nos alejábamos.
-Si claro, me parece buena idea- me sonrió y acaricio una de mis mejillas.
-Perfecto, iré a terminar el desayuno, apúrate- se fue y unos momentos después, Emma estaba de nuevo en mi habitación.
-Ten Tomi- me extendió un dibujo echo por ella, en realidad tenía unos cuantos dibujos que hacía para mi- tarde mucho en hacerlo porque quería que quedara bonito- le sonreí con ternura y un pinchazo de nostalgia y tristeza se instaló en mi, reconocía a la persona que intentó dibujar- somos nosotros tres con Bill cuando fuimos al día de campo- acaricie su cabeza y le sonreí.
-Me encanta, gracias pequeña- se sentó a lado de mí en mi cama.
-¿Vendrá hoy contigo? Ya no ha venido- ¿cómo se le explica a una niña inocente la situación? Lo único que le había dicho era que no estábamos pasando por un buen momento él y yo y nos habíamos dado un espacio; vaya, ni siquiera sabía si lograría regresar con él, de repente me ponía negativo y pensaba eso, mucho.
-Le diré, probablemente si puede venir- sonrió y sin decir nada, se fue. Ni siquiera sabía si al menos me felicitaría.

Después de desayunar y cepillarme los dientes, salí de mi casa, me dirigí a la universidad y al llegar noté en mi reloj que había llegado 10 minutos antes, ya había algunos alumnos y conocidos para mí, unos cuantos me felicitaron; cuando llegué a mi taquilla, igual que hace un año, tenía cartas de felicitación de chicas ¿en qué momento? No sé, nunca lo he sabido.
Me entretuve leyéndolas cuando una voz, una increíble y hermosa voz llamó mi atención.

-Cuantas tarjetas eh- lo miré y le sonreí.
-El año pasado fue igual- dije.
-Lo sé, yo en mi cumpleaños encontré unas 5- solté una muy ligera risa y entonces Bill se descolgó su mochila del hombro y la abrió, sacó una cajita negra aterciopelada con un moño plateado, se colgó de nuevo su mochila y suspiró- feliz cumpleaños Tom- se la recibí y la miré unos segundos- la caja la escogí yo, me gustó y decidí que en esta te daría tu regalo- dijo con cierta timidez y yo le sonreí.
-Gracias- iba a abrirla pero me detuvo.
-Hazlo cuando estés solo- no dije nada, solo asentí- debo irme, que estés bien- que feo sentía que ni siquiera intento darme un abrazo.
Cerré mi taquilla y antes de que pudiera reaccionar, Bill se había dado media vuelta, regreso a mí y beso mi mejilla para después irse rápidamente. Me toque la mejilla y sonreí con melancolía y como imbecil a la vez, por sentir sus cálidos y hermosos labios en mi piel.

El día pasó normal, felicitaciones, una que otra chica insinuando su "regalo", saben a que me refiero. Mis amigos me sugirieron salir, tampoco estaban de acuerdo con que regresara a trabajar al bar.
Cuando iba hacia el estacionamiento vi a Bill caminando con Natalie, recordé lo que le había dicho a Emma y me atreví a invitarlo, más que nada porque Emma preguntaba mucho por él.

𝐑𝐈𝐕𝐀𝐋𝐒 || (𝐭𝐨𝐥𝐥)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora