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Pov Tom.

La noticia sobre el asesinato del padre de Bill nos dejó en shock, nunca le habríamos deseado la muerte, y era sorprendente saber cómo es que había terminado, al parecer lo esperaban adentro, por algo quería escapar e irse lejos; según lo sabido, le hacían la vida de cuadritos allá adentro, hasta que uno le rajó la garganta, que fea manera de morir.
Anna no estaba triste, estaba desconcertada, Bill también, a pesar de todo era su padre y claro que quedaría en shock por un momento.

Hoy habíamos faltado a la universidad ya que iríamos a su funeral, a pesar de todo lo que pasó, Bill quería darle un último adiós y decirle que lo perdonaba, aún yo era de la idea que no se lo merecía, pero era Bill, la persona con el corazón más noble y bonito que he conocido.

-¿nos vamos?- mi novio salió del baño, vestido totalmente de negro al igual que yo, lo tome de la mano y lo jale hacia mi.
-Te ves demasiado guapo- le dije y sonrió, me dio un beso pequeño y me jaló con él hacia fuera.
-Tu también, siempre te ves demasiado guapo- salimos de su casa y nos subimos a mi camioneta. Tomé camino hacia el cementerio, Bill iba callado pero estaba tranquilo, tome su mano y entrelace mis dedos con los suyos, giró su cabeza hacia mí y me sonrió, el resto del camino nos fuimos así, tomados de la mano.
Cuando llegamos y se bajó, se puso sus gafas negras, eso me traía recuerdos, lo tome de la mano y entramos al cementerio. No había mucha gente, había muy pero muy poca.
-¿Estás bien?- le preguntó en un susurro, Bill a su madre.
-Si, me duele la cabeza y estoy aún impactada, pero estoy bien- Bill la abrazó y besó su cabeza al ser más baja que él. Después de un rato, de unas cuantas palabras que dijo el sacerdote que se encontraba ahí, bajaron su ataúd, Anna le arrojó una rosa blanca que llevaba con ella, Bill se mantenía serio, en silencio, no podía ver sus ojos pero sabía que estaba mirando el ataúd. Terminaron de sepultarlo y la poca gente que estaba ahí, comenzó a irse. Que triste que casi nadie quiso despedirse de él, en fin, las consecuencias de ser una basura.
-Cariño, me iré a casa mi jaqueca está aumentando- Anna tomó del brazo a Bill y se despidió de él- nos vemos Tom- se despidió de mí.
Mi madre no había podido venir, ya que Emma hoy tenía visita con su doctor.

-Hey ¿todo bien?- le pregunté a Bill, estaba cruzado de brazos aún frente la ahora tumba de su padre.
-No puedo creer que haya terminado así, tantas veces que me deseo la muerte a mi... a mi madre...- puse mi mano en su hombro- Crees... crees que, bueno yo...- sabía lo que quería decirme, bese su mejilla y me aparte un poco. Aún así alcancé a escuchar lo que dijo.
-Esta es la primera y última vez que me tendrás frente a tu tumba... no te odio, porque pagaste cada uno de tus actos, no te desee la muerte nunca como tú a mí y desgraciadamente terminaste 3 metros bajo tierra...- por más que no quise verme chismoso, fue inevitable escuchar todo- fuiste tan cruel... pero te perdono, al menos para no vivir con rencor en mi corazón... hasta nunca, John- soltó un suspiro y yo me giré disimuladamente cuando me di cuenta que ya se acercaría a mi- ¿nos vamos?- me tomó de la mano.
-¿Estás bien?- volví a preguntar.
-Si, no te preocupes- acaricio mi mejilla y me sonrió, sin más comenzamos a caminar. Sinceramente creí que al menos Anna estaría afectada, 20 años estuvo con él y tan solo parecía que estuvo en el funeral más por compromiso que por otra cosa. Era impactante la verdad, pero ¿que se le podía hacer? prácticamente él eligió su camino, lo que sucedió allá dentro ya fue cosa suya.
De repente Bill paró en seco, y un hombre... Gian, venía de frente.
-¿Qué haces aquí?- preguntó Bill.
-Vine a despedirme de mi amigo ¿a caso no puedo?- dijo con cierta molestia.
-¿Tú amigo? Por favor... da igual, no es mi asunto- intentamos irnos pero su voz nos detuvo.
-Ya debes estar contento ¿no?- Bill se giró y yo lo tome del brazo, pero se zafó de mí agarre, inhalé y exhalé rogando porque no se armara una bronca, no quería pelearme.
-Cierra el puto hocico, no te vuelvas siquiera acercar a mi, ni a mi madre, y agradece que mi padre no te llevo entre las patas maldito hipócrita- lo último se lo dijo con justa razón, digamos que ese tal Gian tenía ciertos... ya saben, fetiches un tanto extraños y eso lo sabía por boca de Bill- ah y una última cosa, espero que la última follada que te dio mi padre te haya dejado satisfecho, imbecil- Gian se puso rojo de coraje, yo casi que tocaba el suelo con mi mandíbula de lo mucho que abrí mi boca al escuchar eso. Bill tomó mi mano de nuevo y me llevó con él.

𝐑𝐈𝐕𝐀𝐋𝐒 || (𝐭𝐨𝐥𝐥)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora