𝐑𝐈𝐕𝐀𝐋𝐒 || (𝐭𝐨𝐥𝐥)

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¿Y si solo estoy teniendo un sueño en donde las cosas entre Bill y yo están "mejorando"?

Después de ir por mi madre y Emma al hospital, mi mamá insistió en que lleváramos a Bill a su casa; en serio, no creí que me robaría por un momento la atención de mi hermanita y mi madre, ambas estaban fascinadas con su presencia ¿eso no era bueno, verdad?.

-Emma estuvo preguntando si irías a verla hoy también- rompí el silencio en los baños.
-Oh ¿de verdad?- limpió una fina capa de sudor en su frente.
-Seh, ahora me caes peor, me robas a mi hermanita- soltó una risa y siguió limpiando.

Se preguntarán ¿qué pasa con el tema del beso? Y yo diré ¿Cuál? ¿De qué hablan? Ni Bill ni yo tocamos el tema, y lo agradezco mucho, no sé lidiar con esos rollos, no tanto.

-Mmm ¿crees que pueda ir a verla?- me preguntó luego de un momento de silencio.
-¿Te tengo que llevar conmigo?- le pregunté haciendo una mueca.
-Puedo irme en taxi, no necesito subirme a tu grandioso Cadillac- alardeó sus palabras y yo reí.
-Como quieras- me encogí de hombros y seguí con lo mío.
-Que poco caballeroso eres, no quiero imaginar como tratas a tus conquistas- ¿a qué venía eso?
-Si soy caballeroso, claro, para llevarlas a la cama- dije riendo y Bill rodó sus ojos fastidiado.
-Imbecil- dijo y también siguió con lo suyo.

Cuando terminamos y ya íbamos de salida, mire de reojo a Bill, imponía mucho al caminar y tenía un estilazo... ¿por qué me fijaba mucho en él? Agh.

-Vamos- le hice una seña con la cabeza para que me siguiera cuando vi que se quedaba parado esperando un taxi, me sentí mal la verdad. ¿Por qué no tendrá auto? Su casa era grande, más que la mía y vivía en una zona de prestigio.
-¿Qué le gusta a Emma?- preguntó cuando íbamos hacia mi camioneta, el cabron no rechistó ni la pensó para irse conmigo.
-¿De qué?- pregunté.
-No lo sé, comida, juguetes, algo...- lo mire confundido y cuando llegamos a mi camioneta nos subimos.
-Le gustan muchas cosas, con la comida tenemos que ser cuidadosos por su diabetes, pero su fruta favorita son las fresas y el kiwi, ama el kiwi- Bill asintió- ama a las princesas de Disney, su favorita es... ¿cómo se llama? La de cabello rojo- si, olvide el nombre, a pesar de que mi hermanita me hacía ver sus películas e incluso jugar con ella.
-Ariel, la sirenita- dijo Bill con obviedad.
-Ándale, esa es su favorita-.
-¿Podemos ir al centro comercial antes?- preguntó de repente.
-Eh si...- claro que no habría problema si me desviaba un poco, mamá había pedido el día y era ella la que estaba con Emma.

Llegamos al centro comercial y caminábamos como dos amigos, ni tan separados pero tampoco tan juntos. ¿Dije amigos?
Nos dirigimos exactamente al área de juguetería, en específico para niñas.

-No me digas que venimos por una barbie para ti- Bill me dio un puñetazo en el brazo haciéndome reír.
-No seas imbecil- buscó con la mirada y entonces sonrío, creo que me veía como estúpido mirándolo- esto llevaremos- tomó una muñeca, Ariel la sirenita, entonces sonreí imaginando la cara de sorpresa y felicidad de Emma, no tenía una de ese tamaño.
-Bill no creo que...- me interrumpió.
-Yo sí creo- abrazo el empaque mediano que contenía dentro aquella muñeca.
-Ni siquiera sabes que iba a decir- arrugué mi cara, le iba a decir que no era necesario.
-No y no me interesa, vamos- ah, a demás de todo me mandaba ¿y qué hacía yo? Lo obedecía.

No dije nada, simplemente empezamos a caminar para que pagara, pidió que se la envolvieran, yo estaba distraído mirando al rededor hasta que una voz irritante me habló.

-¿Cuál es el color favorito de Emma?- preguntó.
-¿Eh?- Bill rodó los ojos y frotó su tabique- Ah, eh... es el lila- se giró de nuevo a la chica que lo atendía y lo miraba embelesada para decirle que la envolviera con papel lila, si tan solo esa chica supiera que probablemente Bill no la miraría con otros ojos....
-Gracias linda- Bill le sonrió y aquella chica se sonrojó- vamos Tom- empezó a caminar y yo detrás de él, carajo, parecíamos una pareja.
-Le hubieras pedido su número- le dije.
-¿Para qué?- preguntó como si no hubiera sido claro con lo que dije.
-Era linda ¿no viste como te miraba?- Bill soltó una risa y negó con la cabeza.
-Tom, no todo en la vida es follar- bufé y pasamos por una heladería.
-¿Quieres un helado? Yo si- me desvié y Bill fue detrás de mí.