Removia ansioso el frasco, esperaba una respuesta del contrario.
El peliblanco solamente lo miró antes de abrir sus labios.
-No me acuerdo. -Finalmente articulo.
-Entonces, ¿cómo lo reviviras? -Respondio el pelinegro.
-...Solo quiero dormir, son las cuatro de la mañana. -
-Pero si fuiste tú quien me despertó para hablar. -
-...Olvida, durmamos. -
Un desastre. (Titulo)
El pelinegro solamente observo con atención como Sanzu se acurrucaba en su pecho y lo abrazaba más, apagándose a él por completo.
-¿Me aprecias? -Preguntó.
-¿No es obvio? -Respondió el peliblanco.
-¿Por qué? -
-Por muchas cosas. -
-¿Cómo cuales? -
-Mm..Tu carácter me parece de lo más extraordinario que he visto ejecutar a las personas. -
-¿Ejecutar? Hablas como si fuéramos máquinas. -
-¿Y si lo somos? -Cuestiono Sanzu antes de reír. - Buenas noches. -
-Buenas noches.. -
Beelzebud solo contemplo como las redes del sueño se apoderaban de su acompañante.
Hoy habían tenido una conversación extraña a diferencia de otras veces.
Lo anterior mencionado le hizo preguntarse, si en verdad habían hablado de otros temas que no fuera de laboratorio.
La respuesta era decepcionante..
Solamente en el desayuno y en la cama.
Sus parpados comenzaron a caer, así que no tuvo de otra que acurrucarse bien con aquel muchacho dejando el envase en la mesita de noche y, finalmente, dormir.
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El día siguiente surgió como otros, desayunaron hablando de cosas cotidianas antes de ir juntos a conseguir las cosas necesarias para hacer sus experimentos.
El atardecer llegó pronto, y el anochecer predominó en pocos segundos.
-Uy.. Se ha hecho muy-
-¿Tarde para volver a casa? -Termino la frase Beelzebud mientras observaba la reacción química de un recipiente antes de mirarle a los ojos. - Eres un desastre. -
-¿Me lo tomo como halago? -Respondió Sanzu bajando la mirada, notablemente adolorido.
-Si. -Dijo cortante Beelzebud antes de proseguir. - Deberíamos hablar de más cosas que no sean de laboratorio. -
-¿Qué tratas de decir? -
-Tu desarrollo sentimental tanto emocional no está del todo bien que digamos. -Empezó a revolver el frasco.
Sanzu esbozo una sonrisa antes de abrazarlo por detrás.
-¿Por qué sonríes? -
-Me alegra oír que quieres hablar de más temas conmigo. -Sonrió más el peliblanco.
-Oh..Claro. -
La sonrisa del peliblanco era tan grande, era la primera vez que estaba así.
Beelzebud solo le acarició la mejilla curioso.
Sus miradas se cruzaron, como si hubieran conectado en una sola cosa...Jugar a las cartas.
Aunque el resultado ya estaba premeditado, jugaban nerviosos.
En un momento, Beelzebud se levantó en seco y se fue dejando atónito al peliblanco.
Justo cuando se levantó para seguirlo, terminó enganchando su bata en la silla.
Un quejido salió de su boca, llamando la atención del pelinegro el cual lo sorprendió con una tarta de cumpleaños.
