Te Quiero a Ti (GiP)

Huir.

Habían pasado semanas desde aquella primera noche en que Asa y Canny habían dormido juntas, y desde entonces, las cosas entre ellas se habían intensificado. A pesar de las tensiones iniciales, se encontraban en un punto en el que sus sentimientos eran cada vez más claros. Pequeños encuentros a escondidas, miradas prolongadas y besos robados en momentos de privacidad se habían vuelto parte de su dinámica. Pero había algo que no desaparecía: el creciente triángulo amoroso que incluía a Ahyeon.

Ahyeon, con la excusa de las pesadillas, había logrado colarse otra noche en la habitación de Canny. Esa segunda vez había sido más difícil para Asa, pero ella había guardado silencio, reprimiendo el enojo y los celos que la corroían por dentro. Se decía a sí misma que no era momento de armar un conflicto. Sin embargo, las cosas se habían salido de control cuando, durante el ensayo de la coreografía, Ahyeon había dejado escapar un “bebé” hacia Canny. Esa simple palabra fue la gota que colmó el vaso.

Asa no había dejado de pensar en ello desde entonces. Sus celos crecían cada día más y, aunque intentaba ocultarlos, la tensión era palpable. Canny, por su parte, empezaba a notar la frialdad en Asa. La sentía distante, más cerrada, como si algo se estuviera formando entre ellas, pero no sabía exactamente qué.

Aquella noche, el ambiente se volvió insoportable. Asa no pudo aguantar más y fue en busca de Canny. Quería respuestas, necesitaba saber qué estaba pasando realmente entre ella y Ahyeon. Con paso decidido, se dirigió a la habitación de Canny, sin importarle la hora.

Al abrir la puerta de golpe, la encontró sentada en la cama, relajada y con los audífonos puestos, desconectada del mundo.

—Necesitamos hablar —dijo Asa, su voz fría y contenida.

Canny se quitó los audífonos, sorprendida por el tono de Asa. La tensión en el aire era evidente.

—¿Sobre qué? —preguntó, aunque en el fondo sabía perfectamente de qué se trataba.

—Sobre Ahyeon —respondió Asa, cruzándose de brazos—. ¿Qué está pasando entre ustedes?

Canny suspiró. Ya había esperado que este momento llegara, pero no pensaba que fuera a ser así, tan abrupto.

—Ya te dije que no pasa nada entre nosotras. Solo somos amigas, Asa. Ahyeon solo duerme conmigo cuando tiene pesadillas, nada más.

—¿Nada más? —repitió Asa, su voz subiendo de tono—. Entonces ¿por qué te llama “bebé” delante de todas? ¿Por qué actúa como si tú fueras suya? ¿Y por qué no te molesta?

Canny frunció el ceño, sintiendo cómo la situación se salía de control rápidamente.

—¡Porque no significa nada! —respondió, su voz más alta esta vez—. ¡Es solo una forma en que ella me llama! No tienes que hacer un drama por cada cosa que sucede.

Asa soltó una carcajada amarga y negó con la cabeza.

—¿No hacer un drama? ¿Es en serio, Canny? —sus palabras salían con sarcasmo y rabia—. He tratado de ser paciente, de no decir nada, pero no puedo más. ¡No puedo soportar verte con ella, ver cómo te toca, cómo duerme contigo, mientras yo me tengo que aguantar todo lo que siento por ti! ¿Cómo crees que me hace sentir eso?

Canny se levantó de la cama, enfadada ahora.

—¡Entonces dime, Asa! —exclamó, su tono lleno de frustración—. ¿Qué se supone que debo hacer? ¿Ignorarla? ¿Apartarla solo porque tú estás celosa? ¿Es eso lo que quieres?

—¡No quiero que juegues conmigo! —gritó Asa, dando un paso hacia ella, su mirada llena de ira—. ¡No quiero que me hagas sentir como si no fuera suficiente para ti!