Te Quiero a Ti (GiP)

Sooin.

Al día siguiente, el sol se filtraba suavemente por las ventanas del hotel, y el restaurante ya comenzaba a llenarse de gente. Canny y Asa, después de una noche de pasión que las había dejado más unidas que nunca, caminaban lentamente hacia el lugar donde se encontrarían con el resto del grupo para desayunar.

Asa iba agarrada de la mano de Canny, con una leve sonrisa en los labios, pero su caminar era... bueno, torpe, como si cada paso le recordara lo intensa que había sido la noche anterior. Canny, por su parte, irradiaba felicidad y orgullo. Las chicas eran finalmente novias, y no podían ocultarlo.

Al llegar al restaurante, el resto de las chicas ya estaba acomodada en una mesa grande. Rami fue la primera en verlas entrar y no pudo evitar reírse en voz baja.

—¡Ahí vienen las tortolitas! —susurró a Ruka, que inmediatamente levantó la vista.

—¡Miren esa caminata! —dijo Ruka en voz alta, llamando la atención de todas—. ¿Alguien notó que Asa parece un alicate?

Todas estallaron en carcajadas, y Pharita casi escupió el jugo de naranja que estaba tomando. Asa, completamente sonrojada, se detuvo en seco mientras Canny trataba de disimular su propia risa.

—¡Ya, no sean así! —protestó Asa, llevándose una mano a la cara para esconder su vergüenza.

Ahyeon no dejó pasar la oportunidad y le lanzó una sonrisa burlona.

—¿Qué? ¿Te duele todo el cuerpo o qué? —preguntó con una risa traviesa—. Digo, no es como que no escuchamos lo que pasaba anoche.

Asa abrió los ojos como platos, y Canny se quedó helada, sin saber cómo reaccionar. Pero antes de que pudieran decir algo, Pharita se inclinó hacia adelante con una sonrisa juguetona.

—Sí, sí, no es por nada, pero los golpes y los... otros sonidos... se escuchaban hasta el pasillo —dijo, exagerando su tono inocente.

Las chicas volvieron a estallar en carcajadas, mientras Asa y Canny se miraban, completamente sonrojadas. Asa dejó caer la cabeza sobre el hombro de su novia, queriendo desaparecer.

—No puedo creerlo... —murmuró Asa, mientras Canny simplemente suspiraba y reía nerviosamente.

Rami, con una sonrisa maliciosa, se cruzó de brazos y les hizo un gesto para que se sentaran.

—Vamos, chicas, no se hagan las tímidas. Después de la noche que pasaron, al menos deberían contarnos qué pasó. Ya escuchamos la mitad, ¿no? —dijo, guiñándoles un ojo.

Canny, finalmente, decidió romper el silencio.

—¡No, no, no! No hay nada que contar, todo fue... normal —dijo, tratando de sonar tranquila, pero la risa nerviosa la delató.

Ruka levantó una ceja, claramente divertida.

—¿Normal? Asa no parece estar caminando muy... normal —dijo, y las risas volvieron a llenar la mesa.

Asa tomó aire, intentando calmarse. Luego miró a Rami con una sonrisa pequeña pero desafiante.

—Bueno, al menos puedo decir que mi novia sabe lo que hace... —dijo Asa, lo que provocó que Canny se pusiera completamente roja.

—¡Asa! —gritó Canny entre risas, cubriéndose la cara con las manos.

Ahyeon, que había estado observando la escena con una sonrisa, no pudo evitar intervenir.

—Yo siempre dije que Canny tenía un lado que no conocíamos. ¡Inocente, nada! —dijo, señalando a la pareja con una mirada acusadora pero divertida.