El aire estaba cargado de expectativa en la sala de entrenamiento. Las seis chicas de Baby Monster estaban sentadas en un semicírculo, sus miradas llenas de curiosidad e incertidumbre. Asa jugueteaba con una pulsera en su muñeca, mientras Ahyeon mantenía una expresión relajada, aunque su mente daba vueltas, pensando en qué novedades traería el día de hoy.
El director entró en la sala con su habitual seriedad, seguido de un asistente con una carpeta bajo el brazo. Todas enderezaron sus posturas de inmediato.
—Chicas, tengo un anuncio importante —comenzó el director, sin más preámbulos—. A partir de mañana, no seréis seis. Tendréis una nueva compañera.
Los murmullos empezaron a recorrer la habitación. Rami levantó una ceja, Ruka intercambió una mirada de curiosidad con Rora, mientras Pharita simplemente inclinó la cabeza, intrigada.
—Sin embargo —añadió el director, lo que hizo que el ambiente se tensara de nuevo—, esta integrante tendrá algunas condiciones especiales. Tendrá su propia habitación y baño privado.
Un silencio cayó sobre el grupo. Algunas miradas, cargadas de sorpresa y algo de envidia, se cruzaron entre ellas. Asa se mordió el labio, pensativa. "¿Por qué ella tendría esos privilegios?" La pregunta estaba en el aire sin necesidad de ser formulada. Ahyeon, por su parte, mantenía su expresión neutral, aunque sus ojos se estrecharon ligeramente.
—Confío en que la tratéis con respeto y os llevéis bien —finalizó el director, antes de hacer un gesto al asistente—. Ahora... es hora de que la conozcáis.
Las puertas se abrieron con un ligero chirrido, y la figura de una chica apareció en el umbral. Todas las miradas se fijaron en ella al instante.
Era alta, más alta de lo que esperaban, especialmente para sus apenas 15 años. Su figura delgada y elegante estaba envuelta en ropa holgada, dándole un aire de simplicidad. El largo cabello negro caía suavemente sobre sus hombros, contrastando con el brillo de sus ojos claros que, aunque nerviosos, tenían un toque de dulzura.
Hubo un leve jadeo en la sala. Asa sintió un ligero cosquilleo en el pecho, mientras que Ahyeon, en un gesto casi automático, enderezó su postura, incapaz de apartar la vista. Ambas estaban embelesadas por la inesperada belleza de la recién llegada. La piel de Chiquita parecía brillar bajo la luz de la sala de práctica, y su presencia imponía, a pesar de su evidente nerviosismo.
Ella respiró hondo antes de dar un paso adelante, inclinándose educadamente.
—Hola... soy Chiquita —dijo con una voz suave pero segura—. Estoy muy emocionada de estar aquí y trabajar con todas vosotras. Espero que podamos ser grandes compañeras.
Sus palabras eran modestas, pero llenas de emoción. Las demás chicas la observaron con una mezcla de impresiones. Algunas, como Pharita y Rora, sonrieron amablemente, dispuestas a darle la bienvenida. Otras, como Rami, apenas pudieron ocultar la ligera punzada de envidia que sentían ante los privilegios de Chiquita.
Pero Asa y Ahyeon… ellas sentían algo más. Algo que no se atrevían a decir en voz alta, pero que les hacía latir el corazón con fuerza. Una chispa que acababa de encenderse en sus miradas, algo que ninguna de las dos esperaba encontrar aquí, en medio de la rutina de sus sueños.
Chiquita sonrió tímidamente, aún sin saber que su llegada estaba a punto de cambiar mucho más que la dinámica del grupo.
El director dio un paso hacia adelante, dispuesto a dejarlas conocerse, y con un leve asentimiento, se retiró de la sala junto con su asistente.
Chiquita se quedó de pie, un poco rígida, jugando con sus manos. Aunque intentaba mantener una sonrisa, la presión de ser la nueva integrante en un grupo tan unido no pasaba desapercibida para nadie.
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Te Quiero a Ti (GiP)
FanficEn el intenso camino hacia el debut, Asa y Ahyeon han descubierto que sus sentimientos por Chiquita van más allá de la amistad. Mientras ambas luchan por acercarse a ella, Chiquita también empieza a sentir algo, pero... ¿por cuál de las dos? Entre c...