Era un nuevo día en la casa. Después de la conversación que tuve con Asa la noche anterior, me sentía un poco más tranquila, pero también completamente perdida. Ella había hablado conmigo, pero la forma en que me miraba después seguía resonando en mi mente. Quería arreglar las cosas, pero no sabía por dónde empezar.
Las chicas se habían dado cuenta de mi incomodidad, y aunque la mayoría no mencionó nada, algunas optaron por darme espacio. Sin embargo, había algo en el ambiente que me hacía sentir que todos esperaban que yo tomara el siguiente paso, y no estaba segura de qué hacer.
Estaba en la sala con las chicas, sentadas todas alrededor, cuando de repente Ahyeon se acercó a mí. Parecía estar buscando una excusa para llamar mi atención, como siempre.
—Chiquita, ¿puedo sentarme aquí? —me preguntó con una sonrisa coqueta, antes de que pudiera responder, ya se había acomodado junto a mí.
Apreté los labios, no estaba de humor para el tipo de cercanía que Ahyeon solía buscar. Aun así, traté de relajarme y no mostrar mi incomodidad. Pero cuando vi que nadie más parecía darse cuenta de lo que estaba pasando, me di cuenta de que tenía que decir algo.
Pero justo cuando pensaba que todo seguiría en calma, Ahyeon, como si fuera lo más normal del mundo, se sentó en mis piernas, haciendo que mi cuerpo se tensara al instante. Los nervios me hicieron sentir como si todo mi ser se pusiera en alerta. Nadie en la casa sabía nada sobre mi intersexualidad, y el contacto físico me resultaba incómodo, pero no quería que pensaran que estaba exagerando.
Miré rápidamente alrededor, y me di cuenta de que Asa estaba sentada en el otro lado de la sala. No sabía si me estaba observando o si había notado lo que Ahyeon estaba haciendo, pero sentí una especie de presión en el aire. Asa se mantenía seria, sin decir nada, pero la tensión entre nosotras estaba clara.
—Ahyeon, ¿te parece si…? —empecé a decir, intentando moverme ligeramente, pero Ahyeon no me dio oportunidad para continuar.
—¿Qué pasa, Chiquita? —respondió, sonriendo de forma juguetona, mientras se acomodaba más en mis piernas. Parecía disfrutar de la incomodidad que estaba causando.
Eso fue suficiente. La mirada de Asa desde el otro lado de la sala era como una daga, y sentí que la situación se estaba complicando aún más. Me esforzaba por no parecer grosera o incómoda, pero no podía evitarlo.
En ese momento, Ruka, que había estado observando todo en silencio, se levantó de su asiento y se acercó a nosotras. Notaba la tensión que había aumentado, y sin pensarlo mucho, se interpuso entre Ahyeon y yo.
—Canny, ¿te gustaría ayudarme en la cocina? —dijo Ruka, con una voz tranquila, pero firme.
Ahyeon no parecía molesta, solo levantó las cejas y se apartó de mis piernas, pero la situación había quedado clara. Ruka había notado lo que estaba pasando.
—Claro, voy enseguida —respondí, levantándome rápidamente y caminando hacia la cocina.
Mientras me alejaba, podía sentir la mirada de Asa clavada en mi espalda, aunque no sabía si era por lo que había pasado con Ahyeon o si había algo más. El ambiente en la casa estaba pesado, y aunque intentaba no dar demasiada importancia a lo que había ocurrido, mi cabeza no dejaba de dar vueltas sobre lo que había estado pasando entre nosotras.
Al llegar a la cocina, Ruka me siguió y cerró la puerta detrás de ella.
—¿Estás bien? —preguntó con un tono más suave, observándome con atención.
Suspiré y me apoyé sobre la mesa.
—No estoy segura. La verdad, todo esto me está volviendo loca. —Miré a Ruka, intentando explicarme, aunque sabía que estaba difícil de entender.

ESTÁS LEYENDO
Te Quiero a Ti (GiP)
FanfictionEn el desafiante trayecto hacia el debut, Asa y Ahyeon comienzan a notar que lo que sienten por Chiquita supera los límites de la simple amistad. Mientras ambas intentan encontrar la manera de ganarse su corazón, Chiquita empieza a descubrir que su...