· Christian ·
—Tenemos que intervenir —susurré inquieto, tan pronto vi como la mujer que estaba en el agua se acercaba un poco más a la orilla.
—Espera, Christian —me contestó Jake.
—Puede hacerlo —soltó Jack, desde mi otro lado.
—¿Cómo narices estás tan seguro, Jack?
—Porque es capaz.
—Nadie es invencible. Ni siquiera ella.
—Dale tiempo.
—¿Acaso quieres que la maten? —dije, subiendo el tono.
—Baja el volumen, Sallen —intervino Jake.
—Claro que no quiero que la maten —contestó mi hermano.
—No pienso arriesgarme.
Salí corriendo del escondite ignorando los ruegos de mi primer oficial y su compañero. No me importaba lo más mínimo si sabía que ellos estaban a salvo. Cuando llegué a su altura, me posicioné delante de ella agarrándola en el aire.
Lo peor no fue el susto que se llevó al notar mis manos rodear su cuerpo, si no las consecuencias que tuve por ello. Llegué en el momento exacto en que la sirena expulsaba sus lazos.
Nunca antes había sufrido los efectos del contacto con una sirena. Sí oí decir a otros piratas que lo sufrieron que, seas hombre o mujer, si los lazos que desprenden de sus muñecas te tocan, tu mente viaja a una realidad paralela en donde duermes profundamente y, cuando estás despierto, sólo puedes confundir lo real, con situaciones o personas pasadas.
Y ahora me toca a mí vivir esa pesadilla. Todo por salvar a la chica a la que negaba querer.
* * *
Mi cabeza estaba convencida de que seguía en una carrera sin fin, que seguía con Olivia en brazos corriendo y protegiéndola de todo peligro. Mi cabeza sentía que estaba a salvo si ella lo estaba. Sin embargo, al abrir los ojos noté que estaba quieto. Estaba tumbado en una cama, la cama que perteneció a mi padre. Alrededor de ella, en pie, estaban mi hermanastro, un chico y Olivia.
En ese momento, me di cuenta de que mi cuerpo ardía, y no es que hiciera demasiado calor.
—Todo me da vueltas, Jack —dije con tono cansado.
—Lo sé, Chris. Te pondrás bien —se pasó una mano por el pelo. Parecía triste e inquieto—. Iré a por otro paño húmedo —anunció.
Acto seguido, salió de la estancia. Giré mi cabeza para poder mirar a la chica que se encontraba a mi izquierda, algo separada del resto.
—¿Por qué no te acercas, Liv? —la morena le dedicó una mirada al chico que permanecía a mi derecha, sentado en una silla, cerca de la cama.
—No sabemos si lo que te pasa es contagioso. No quiere arriesgarse —habló el chico.
—Entiendo —hice un puchero para instigar a que, al menos, se acercara un poquito más.
—Christian no quiero... —su voz sonó agotada.
—¿Estás bien, Liv? Ve a descansar si lo necesitas.
—Estoy bien —me aseguró.
—Entonces da solo dos pasos —le pedí. Ella obedeció.
—Dame la mano, así llevaré mejor la fiebre que he cogido —la vacilé con una sonrisa.
Acercó su mano a la mía; estaba helada. Seguramente habría estado en cubierta correteando por ahí mientras yo descansaba. Le encantaba bailar, aunque eso solo lo sabía yo. Por eso, por las noches, cuando toda la tripulación dormía, nosotros nos escapábamos para bailar a la luz de la luna mecidos por las olas.
La noche era nuestro momento.
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Aguas de Sallen: Dos fines ( 1 ) [YA EN FÍSICO]
Teen Fiction- Es el primer libro de una Bilogía: Aguas de Sallen. - YA DISPONIBLE EN AMAZON!!! 📖 - Tropes de la novela: · Romantasy · Triángulo amoroso · Drama · Sin SPICY · Romance LGTB (secundario) · Aventuras SINOPSIS: Águeda Un mundo dividido...