Capítulo 31

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· Katerina ·


Salí de la habitación tan pronto como pude y subí las escaleras que me conducían a cubierta. Cuando puse un pie sobre la borda, una mano me agarró del brazo. Cuando me giré, pude ver la cara de Eider algo preocupada.

—¿Va todo bien?

—No es asunto tuyo.

—No seas así conmigo y dime lo que ha pasado.

—No puedes saberlo.

—¿Christian está bien?

—Sí, pero está débil y confuso.

—¿Y tú?

—Yo, ¿qué?

—¿Estás bien? —clavó sus ojos color avellana en los míos, invitándome a responder de verdad. Sin mentiras.

—Lo que ha pasado, no debería haber sucedido.

—¿De verdad crees que Christian hubiera dejado que cayeras enferma frente al contacto de una sirena? Lo que siente por ti, no iba a dejar que sufrieses ningún daño pese a ser un arrogante la mayor parte del tiempo.

—Parece que ninguno de los dos hermanos tiene en sus planes que caiga herida.

—Ambos son buenos en lo suyo y tienen una forma de querer demasiado intensa. Christian ya lo ha experimentado más veces, pero desde que conozco a Jack nunca lo he visto de esa forma con ninguna otra chica.

—¿Te refieres a que nunca le ha gustado nadie?

—Me refiero a que nunca se había enamorado hasta ahora.

No supe qué decir, aunque mi cara ya expresara todo lo que sentía sin necesidad de palabras.

—Katerina, por duro que suene, deberás partir el corazón de alguno —volvió a hablar.

—Yo no sé querer, Eider. No puedo escoger a ninguno. Jamás he estado con nadie de esa forma.

—Nadie nace enseñado, escojas a quien escojas, aprenderás a hacerlo durante el camino.

—Tampoco me gusta herir a inocentes.

—Son efectos colaterales, Katerina. En algún momento deberás decidir.

—Prefiero la soledad.

—En el fondo nadie le prefiere, ¿sabes? Está muy bien eso de saber estar con uno mismo y tener amor propio, pero lo más triste de una vida es encontrarse verdaderamente solo. La gente que decidas que esté a tu alrededor es importante.

—Sé que no estoy sola. Te tengo a ti. A Nick. A mis compañeras de la biblioteca. A una vieja amiga que es como familia. Y, aunque quizá esto pueda cambiar, también tengo al capitán y primer oficial de este barco de mi lado. Sin contar a la persona que es ahora mismo Christian, ese no es el de verdad. El amor romántico está sobrevalorado.

—No puedes corroborar eso hasta que lo sientas desde una primera persona. El amor es peligroso, sí; y también puede dar miedo, debido a lo poderoso que es, pero la locura que crea en uno es única y especial. Es un torrente de emociones, sensaciones y sentimientos que solo él es capaz de crear. Se dice que la vida es manejada por la fortuna. Pero la vida, para nada se reduce a eso. La vida se reduce a instantes; instantes de amor, de cualquier clase.

—Quizá no sea ninguno de ellos el adecuado.

—Para saber eso debes darles una oportunidad. Pero, como ya te he dicho, deberás elegir. En el caso de que quisieras probar con ambos, sería algo un poco feo por tu parte —esbozó una pequeña sonrisa.

Aguas de Sallen: Dos fines ( 1 ) [YA EN FÍSICO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora