08

364 49 0
                                    

—¿Podemos salir hoy?— Ni-ki tomo la mano de Jungwon llamando su atención.

Estaban en aquel lugar algo apartado, donde podían pasar los recesos lejos de Jake y sus quejas.

—En mi casa estaría bien.— susurro acercándose al mayor, quien lo miro confundido ya que la casa del menor era el primer lugar donde nunca se verían. —Jake comentó que tenía algo que hacer, así que no estará.

Ni-ki asintió no muy satisfecho y le dio un casto beso en la mejilla al más bajo, siguiendo con su almuerzo.

✿︎✿︎✿︎

¿Hoy?— la voz del mayor resonaba por la bocina mientras iba de camino a casa. —Ya pasó la hora de su salida, ¿cómo voy a encontrarlo?

—Le diré alguna excusa, tu sólo dime dónde y tu lo mantienes ocupado por lo menos dos horas. ¿Por favor?— hizo un puchero aunque sabía el contrario no podía verle.

—Bien. En el restaurante de siempre.— la llamada se corto y dejo de oír la respiración del mayor; Sabía que Heeseung no era alguien de muchas palabras, regularmente sus conversaciones terminaban después de unos cinco minutos, y no se quejaba, su amistad era de esa manera y estaban bien así, además de que sabía a Heeseung no le gustaba dar demasiadas vueltas, quería ir al punto.

Suspiró, ahora tendría que pensar en algo para hacer salir a su hermano de casa.

✿︎ ✿︎ ✿︎

—¿Seguro es aquí?— Jake tuvo que caminar varias cuadras, incluso tomar un taxi para llegar ahí, todo porque Jungwon repentinamente se sintió mal y quería comida de ese local. —Bien, bien. No tardaré, si sucede algo, llámame. — el menor soltó un bajo "mhm" y corto la llamada.

Jake entró al restaurante cuando escuchó un trueno y tomó un gran respiro. Esperaba que aquello de alguna forma mejorará su relación con Jungwon, no quería seguir viéndole y recordar lo que le dijo en la fiesta. Aunque el menor no había mencionado nada, siquiera para disculparse, no podía culparlo completamente.

Estaba por pedir algo de comida cuando alguien le giro tomándolo del brazo y lo alejo de la fila.

—Hey, mucho tiempo sin vernos.— miro confundido al más alto, quien sonreía. no podía descifrar si era una sonrisa de burla o de sinceridad.

—Disculpa, ¿quién eres?— no quería sonar grosero, pero realmente no podía recordarlo.

—Soy Heeseung, o el amigo "drogadicto" de Jungwon. Como tu me llamaste.— sintió su rostro tornarse rojo y bajó la vista, sintiéndose avergonzado tras escuchar aquello.

—Perdón- Yo- No estaba pensando con claridad esa noche.— rasco su brazo y lo miró con pena. —Soy Jake, igualmente.

Jake quería pedir la comida e irse, no podía seguir manteniéndose firme ante aquel chico, no después de la desastrosa primera impresión que le había dado. De verdad que se sentía tan avergonzado que podría salir corriendo aún con la lluvia cayendo. Espera...

Giro su vista hacia la ventana y pudo ver como la lluvia aumentaba, incluso haciéndose difícil divisar los locales de la otra calle. El chico a su lado permaneció en silencio unos segundos, hasta que pudo notar el pánico en su rostro y pareció entender por qué.

—¿No tienes auto?— cuestiono tomándolo por sorpresa. Jake negó. —Puedo llevarte si es que quieres.

—No, me iré solo. Esta bien. Gracias.— se dirigió a la caja y pidió lo que Jungwon había encargado, sin poder despegar su vista de la calle empapandose cada vez más. Hizo una mueca.

La mujer encargada le dio su orden y él pagó. Cuando giro a ver el lugar, este parecía algo vacío, pero le sorprendió más no ver a Heeseung ,no sabiendo en qué momento se había ido.

Se oculto bajo la pequeña chaqueta que llevaba y salió del local, esperando encontrar algún taxi que le llevara de regreso a casa.

𝙎𝙏𝙊𝙋 ʰᵉᵉʲᵃᵏᵉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora