𝙎𝙏𝙊𝙋 ʰᵉᵉʲᵃᵏᵉ

37

No sabía si habían pasado más de dos semanas, pero lo que sí tenía claro es que tuvo que haber sido más directo con Heeseung en aquella corta llamada; el pelinegro no perdió ni una oportunidad, visitaba su casa y se excusaba con que vería a Jungwon, pero pronto estaba pidiéndole hablar y, al menos, darle una explicación. También llegó a esperarle unos tres días fuera de su colegio, Felix claramente le dijo que no iba a hablar con él, y gracias a Hyunjin pudieron lograr que su presencia fuese prácticamente nula.

Pero aún así no podía evitar sentirse mal por todo, algunas veces creía que todo fue su culpa, por más que su amigo le dijese que estaba equivocado, Jake en el fondo pensaba que él ocasionó todo, y tal vez si se hubiese alejado antes nada de lo que pasó habría sucedido.

Por otra parte, nunca mencionó nada a Jungwon ajeno a la molestia que sentía cuando recordaba que el menor prácticamente había planeado todo, pensaba que se lo merecía de igual forma; Jungwon tampoco cuestiono demasiado, pero le era extraño como habían vuelto a aquella rutina donde Heeseung no se interponía entre los hermanos.

Las cosas habían cambiado radicalmente.

[...]

—¿Te sientes mejor?— Felix le paso una botella de agua, sentándose a su lado y hablando en voz baja puesto que se encontraban en una biblioteca. Jake sólo asintió con la cabeza. —¿Ya te dejó? ¿O sigue yendo a tu casa?

—Él va por Jungwon.— corta abriendo la botella y bebiendo de la misma. Su mirada estaba fija en el libro encima de la mesa, aparentando leer. —Supongo que se dio por vencido.

—Eso es bueno...— Lee miró al rubio. —¿Verdad?— Jake sello sus labios y asintió, no siendo capaz de decir alguna palabra al respecto.

Felix iba a seguir hablando, pero la puerta de la biblioteca se abrió abruptamente, llamando la atención de los presentes; Jake soltó un suspiro y tomó sus cosas, siquiera mirando a Felix una última vez antes de ponerse de pie y salir, pasando a un lado del tatuado que esperaba al menos dirigirle la palabra.

—¡Hey! ¡Jake!— pudo oír la voz del más alto detrás suyo, pero ni eso le detuvo, sólo siguió su camino aferrándose a la mochila en su pecho. Cuando por fin salió del largo pasillo, estaba dispuesto a pedir un taxi para que le llevara a casa, sin embargo, una mano ajena lo detuvo justo cuando estaba por cruzar la calle.

—¿Qué quieres?— soltó molesto. —Basta... Por favor, deja de insistir.— Heeseung alejo su mano del rubio y lo miro. Jake, viendo que el contrario no tenía intención de decir algo, se dio vuelta y siguió su camino, sintiendo la pequeña presión en su pecho al llegar al otro lado de la calle.

Shim vio la notificación en su celular, un mensaje de Jungwon; "¿Cuándo llegarás? Necesito decirte algo :(". Elevo la mirada, pero Heeseung ya no se encontraba ahí.