12. Estira y Afloja

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Izuku estaba en su habitación odiaba la idea de estar dependiendo de ese patético alfa, tal vez su verdadero genero había sido expuesto pero su educación no cambiaba, seguía siendo letal, tomo algunas prendas, pues no regresaría a su habitación pronto, sin ningún cuidado las arrojo sobre una maleta y comenzó a llenarlo, el omega inconscientemente observo su mano, donde ahora tenía una marca de pertenencia y un ronroneo salió de su pecho, su omega interno estaba feliz de estar despierto y en sintonía con su alfa.

El peliverde bufó molesto — No te acostumbres, cuando logre terminar con todo esto te volveré a dormir — susurro hablando para sí mismo.

—¿ya terminaste? — la voz de Katsuki lo saco de sus pensamientos — si no te apuras entraré

Tal y como había pedido Masaru, ellos debían mantenerse juntos, aunque a esas alturas deseaba que ese par de destinados no se maten en la primera oportunidad que tengan.

—Ya casi — respondió Izuku, en voz alta, le había prohibido la entrada a su habitación cuando le dijo que iría por su ropa y algunas pertenencias.

—¿Quieres que te ayude? — se escuchó la voz de Katsuki que parecía ser calmada

Eso molesto al peliverde —No necesito tu ayuda Dynamight, por si no lo sabias he estado haciendo todo esto siempre solo, no te necesito — alzó la voz un tanto exasperado.

Katsuki no acostumbrado a que le hablen de aquella manera abrió la puerta para entrar, pero antes de poner un pie dentro una daga paso cerca de él clavándose en la pared.

—Te dije que no podías entrar aquí Dynamigth, que tenga que permanecer contigo por obligación no te da derecho a invadir este lugar. — amenazó

El alfa se quedó paralizado, esas muestras de seguridad que demostraba su omega lo hacían admirarlo aún más, aunque se lamentaba haberlo conocido en esas circunstancias, pero confiaba en que podía romper todas las barreras que había puesto el omega a lo largo de su vida, aunque por lo que notaba no sería fácil.

—Bien, te daré tu espacio, pero si necesitas algo, estaré justo afuera — acepto Katsuki a regañadientes, se recargo en la pared fuera de la habitación, pero no cerró la puerta.

El omega lo miro con enojo, pero algo dentro de él parecía removerse, ver la genuina preocupación de alguien a parte de Masaru y Mitsuki, lo hacía sentirse feliz, pero no podía dejarse llevar por ese sentimiento, lo que menos deseaba es que alguien más sufra por su causa.

Unos minutos después, Izuku salió de su habitación con maleta en mano, observo al alfa con algo de irritación.

—He terminado — comento con su mascara de indiferencia — Vamos a tu habitación

Katsuki queria tomar su maleta, pero algo le dijo que no debía hacerlo o el omega volvería a amenazarlo con alguna otra cosa, comenzó a caminar al tercer piso donde estaban los dormitorios de sus padres y al fondo estaba el suyo.

Cuando el Alfa abrió la puerta el fuerte aroma a fuego, pino y eucalipto golpeo de lleno al omega, se sentía tranquilo y protegido una sensación que odiaba sentir pues gracias a eso pensaba que era débil y necesitaba de otros para protegerse.

La habitación era muy espaciosa, estaba decorada con clase digna del heredero de los Bakugo, había una gran cama, y dos puertas uno en cada lado de la habitación, un sofá donde había una televisión.

—Ya que eres muy delicado con tus cosas —comenzó a hablar Katsuki ganándose una fría mirada de parte del omega por decirle delicado, pero el alfa lo ignoro y siguió hablando — usa el baño y el armario de la derecha, tu dormirás en la cama, yo me quedare en el sofá.

Sombras del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora