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Lucas caminó al frente con una mezcla de nervios y orgullo. No era la primera vez que escuchaba su nombre completo en público, pero cada vez que lo hacían, el eco de los apellidos de sus padres resonaba en él como un recordatorio de su legado.

Al llegar al frente del salón, sintió las miradas de sus compañeros sobre él. Lucas sabía que su apellido llamaba la atención, especialmente porque en más de una ocasión había tenido que explicar que su familia era diferente, que tenía dos padres, Enzo y Matías, y que estaba orgulloso de ello.

El profesor lo miró por un momento antes de hablar

—Bien, Lucas, quería felicitarte por tus calificaciones y por tu participación en las actividades extracurriculares. Eres un excelente ejemplo para tus compañeros. ¿Hay algo que te gustaría compartir con la clase?

Lucas se quedó en silencio por un segundo, pensando en sus padres y en lo que ellos le habían enseñado sobre ser valiente y auténtico. Luego, decidió que era un buen momento para dejar su huella.

—Solo quiero decir que, no importa quién seas o de dónde vengas, lo importante es ser tú mismo. Todos somos únicos por una razón.

Al terminar, Lucas sintió un pequeño nudo en la garganta, pero también una gran paz. Sus palabras habían sido sencillas, pero sinceras. Sonrió, y el profesor asintió con aprobación.

—Gracias, Lucas. Puedes volver a tu asiento.

Lucas regresó a su lugar mientras algunos de sus compañeros lo miraban con respeto y admiración. Sabía que ese era solo el comienzo de lo que sería un año lleno de desafíos, pero también de oportunidades para seguir demostrando quién era realmente.

*

Lucas tiene un gran parecido con su padre, Enzo Su rostro esculpido, con líneas fuertes y definidas, evoca la misma intensidad y presencia que caracteriza a Enzo. Sus ojos, oscuros y penetrantes, parecen llevar la misma profundidad que los de su padre, llenos de historias y emociones que reflejan su herencia. El cabello de Lucas, oscuro y ondulado, se peina hacia atrás de manera similar a como lo hace Enzo, lo que resalta aún más las facciones compartidas entre ambos.

Al verlo, no cabe duda de que Lucas es hijo de Enzo; la semejanza es innegable, no solo en los rasgos físicos, sino también en la confianza y elegancia con la que se presenta. Es evidente que ha heredado mucho más que los apellidos de sus padres.

Aunque Lucas es adoptado, cualquiera que lo vea podría pensar que es hijo biológico de Enzo La similitud entre ambos es asombrosa. Comparten las mismas facciones definidas y una presencia magnética que difícilmente pasa desapercibida. El cabello oscuro y ondulado de Lucas se peina de la misma manera que lo hace Enzo, resaltando sus rasgos. Además, sus ojos, aunque no comparten la misma genética, tienen esa misma intensidad que parece traspasar las palabras.

A pesar de no compartir la misma sangre, Lucas y Enzo han desarrollado una conexión tan profunda que hasta sus gestos y expresiones se parecen. Para cualquiera que no conozca la historia, Lucas sería la viva imagen de su padre adoptivo, demostrando que la verdadera familia no siempre se define por la genética, sino por los lazos que se construyen con amor y tiempo.

*

Lucas llegó a casa después de un largo día en la universidad. Apenas había dejado su mochila cuando Juani su tío de 46 años, le preguntó con interés

—¿Cómo te fue hoy en la universidad, Lucas?

Juani se veía un poco cansado. La edad y el tiempo no habían sido amables con él, y últimamente había notado que su visión se volvía cada vez más borrosa, lo que lo había obligado a usar lentes. Sin embargo, su preocupación por Lucas siempre estaba presente. Desde que los padres de Lucas murieron en ese trágico accidente de auto, Juani había asumido la responsabilidad como su tutor legal. Aunque a veces la carga era pesada, él siempre había puesto el bienestar de Lucas primero.

Agustín el otro tío de Lucas, también jugaba un papel importante en su vida. Aunque no vivía con ellos, siempre estaba pendiente de Lucas y lo quería como si fuera su propio hijo. Ambos tíos habían hecho todo lo posible para que Lucas sintiera que, a pesar de la pérdida, siempre tendría una familia a su lado.

Lucas sonrió ligeramente antes de responder, agradecido por el esfuerzo y amor de sus tíos. Aunque la vida no había sido fácil desde la muerte de sus padres, sabía que podía contar con Juani y Agustín para lo que necesitara.

—Fue un buen día, tío. Aprendí bastante y creo que estoy empezando a adaptarme mejor a las clases. ¿Y tú, cómo has estado? —preguntó Lucas, siempre atento al estado de Juani

Juani asintió con una sonrisa cansada, pero satisfecha de escuchar que su sobrino estaba progresando.

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Que pensaron que iba a dejar la historia así? JAJA no, he vuelto con todo y nuevas ideas les presento a Lucas adolescente, nuestro Juani ya está viejito 🥺✨

Dr. Enzo||Matienzo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora