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Juanjo no quería volver, habían pasado 7 años desde la última vez que había pisado ese lugar y no había nada que le esperara allí. Tenía el verano planeado, iba a ir a un par de festivales de música y había reservado un viaje a París, después rondaría por las fiestas de los pueblos de sus amigos hasta que llegara septiembre. Sin embargo, sus padres tenían otros planes.
La noticia de que iban a vender la casa que había marcado cada verano de su infancia llegó por sorpresa, aunque tenía sentido, él había dejado de ir allí y sus padres querían el dinero para poder hacer todos esos planes que nunca habían hecho de jóvenes. Entendía su decisión, pero no entendía que a sus 25 años de edad le obligaran a acompañarlos a pasar un último verano los tres juntos en familia en esa casa. Aunque sabía que jamás sería capaz de decirles que no. Así es como se encontraba en el asiento trasero del coche camino al lugar al que pensaba que jamás volvería.
No pudo evitar que Él se le cruzara por la mente cuando las señales de la carretera indicaban que quedaba poco para llegar, no tenía sentido pensar en él, no debería seguir viviendo allí, tampoco tenía claro querer verle. Sabía que iba a ser un verano largo, él solo en el pueblo, sin nada qué hacer más que ayudar a sus padres a guardar todos los veranos de su vida en cajas, pero a ellos les hacía ilusión que él estuviera ahí y eso era todo lo que contaba.
-¿Sabes si va a estar Martin? -la voz de su madre retumbaba en el coche, estaba tan metido en sus pensamientos que ni se había puesto música a pesar de tener los auriculares en las orejas.
-Mamá, hace años que no sé nada de él -su voz trataba de indicar que era un tema del que no le apetecía hablar, no quería escucharla todo el verano insistiendo en que era una pena que no retomaran el contacto. Ella no lo entendía.
-También hace años que no vienes, tal vez ahora es el momento.
-Lo último que supe de él fue que estaba en Madrid haciendo musicales.
Ni siquiera lo supo por él, no habían vuelto a hablar, lo supo de casualidad cuando quiso comprar unas entradas para ir a ver Mamma Mía hace unos años y su nombre aparecía como intérprete Sky, terminó yendo a ver West Side Story, aunque nunca podrá negar el orgullo que sintió al leer su nombre en el reparto, orgullo y angustia.
Su padre aparcó en la puerta de casa y poner un pie dentro se sintió extraño para Juanjo, todo seguía igual, nada había cambiado, solo él. Mismo olor a campo, mismos muebles, misma cama de 90 en la que ya casi no cabía, mismas tumbonas frente a la piscina y sobre todo mismas fotos en la cómoda de la entrada. Una de sus abuelos, otra de la boda de sus padres, una de los tres juntos en una excursión por la montaña, otra suya de bebé y por último, la que estaba buscando inconscientemente, una de Martin y él asomados al bordillo de la piscina con 15 y 16 años.
-Tu madre y yo hemos pensado que podríamos ir a cenar hoy al restaurante de la posada, ha cambiado de dueño hace poco y dicen que está muy bien -oye la voz de su padre a sus espaldas.
Juanjo apartó la mirada de la foto, agradeciendo que su padre no se fije tanto como su madre como para darse cuenta de a qué le estaba prestando tanta atención, simplemente asintió, no es como si tuviera otra cosa mejor qué hacer, solo deshacer la maleta y eso podría esperar al día siguiente, hoy no le apetecía.
Recorrer las calles del pueblo le traía recuerdos, cada esquina tenía una memoria pegada a ella, cada rincón le recordaba a un momento distinto, era inevitable. La nostalgia se apoderó de él como no pensó que sería posible, echando de menos lo que había sido, pero también lo que no fue. Siempre sintió ese pueblo como su pequeño secreto, mientras todos sus amigos en el colegio contaban sus veranos en sitios populares, llenos de niños, de planes y de actividades, él no envidiaba nada, porque él pasaba sus veranos en ese pueblo de montaña tan pequeñito y escondido junto a su mejor amigo Martin y no necesitaba nada más.
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14 Veranos
RomanceJuanjo ha pasado todos los veranos de su vida en el mismo sitio, un pueblo pequeño, sin nada que hacer y lleno de gente mayor. Sería fácil quejarse del aburrimiento o de la falta de gente de su edad, podría decir que preferiría quedarse con sus amig...