4. Que bien

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VERANO, HACE 12 AÑOS

A los 13 años Juanjo besó por primera vez a una chica, era una compañera de clase con la que jugó a ser novios poco más de dos semanas. Fue lo primero que le contó a Martin ese verano cuando se reencontraron.

Los reencuentros entre Martin y Juanjo siempre eran especiales, Nieves se encargaba de avisar a Rebeca de cuando llegarían y Martin siempre les esperaba sentado en la puerta de su casa. Cada año igual. Cada año Juanjo bajaba del coche y se tiraba encima de Martin y cada año su padre le interrumpía para pedirle ayuda para sacar las maletas y bolsas del coche. Nieves nunca le dejaba salir sin haber deshecho la maleta antes, conociendo a su hijo, si no le obligaba pasaría los tres meses sin deshacerla, así que cada año Martin ayudaba a Juanjo a deshacer la maleta para poder hacer planes cuanto antes.

Ese fue el momento que Juanjo eligió para contárselo, sentados en la cama después de meter el último pantalón en el armario. Una vez lo dijo en voz alta, "he dado mi primer beso", se arrepintió, se sintió incorrecto contárselo. Fue instantáneo, nada más lo dijo deseó no haberlo dicho nunca. Con sus 13 años, todavía no entendía del todo sus sentimientos.

—¿Y qué tal? —preguntó Martin.

Juanjo se encogió de hombros, en su clase todo el mundo estaba empezando a darse besos y lo hizo más por la presión social que porque de verdad quisiera. Tal vez por eso deseó no habérselo contado, pero era Martin, siempre le contaba las cosas a Martin.

—Sin más. No es tan guay como la gente dice.

Los silencios entre ellos nunca eran incómodos, esa vez tampoco lo fue, pero Juanjo sintió la imperiosa necesidad de rellenarlo.

—¿Quieres hacer tortitas? Mi madre me ha enseñado y ya las hago yo solo.

Martin no pudo hacer otra cosa más que asentir emocionado, echaba mucho de menos a Juanjo durante el año, tenerlo ahí otra vez era la mejor sensación. Llevaba todo el año pidiéndole a su madre que le comprara un móvil para poder hablar con el mayor, a Juanjo se lo habían comprado hace unos meses.

Salieron casi corriendo al supermercado a por los ingredientes, Juanjo gritó desde la puerta que se iban. Su madre los paró antes de que se escaparan, dándoles una lista de la compra y el carro. Juanjo hizo el amago de protestar, pero realmente no le importaba.

—Claro que sí, Nieves, yo me encargo —dijo Martin, que sabía cómo ganarse el corazón de cada persona que conocía.

—Pero que mono eres. De las vueltas podéis coger 1€ cada uno para ir a por chuches.

Al final no hicieron tortitas, la compra se les alargó más de lo esperado y después se comieron todas las chuches de golpe así que les dolía la barriga. Pasaron el resto del día tumbados en la cama de Juanjo contándose todo lo que llevaban nueve meses sin hablar. Tenían una pequeña tradición, cada uno hacía una lista durante el año de las cosas más importantes que pasaban o que querían contarle al otro, así no se olvidaban de nada. A veces se la leían en voz alta, otras veces simplemente se la intercambiaban y dejaban que el otro la leyera e hiciera las preguntas que quisiera.

—Empiezo yo —exclamó emocionado Martin, sacando un papel arrugado de su bolsillo.

LISTA DE COSAS QUE CONTARLE A JUANJI
1. Kiki ha adoptado un perro y pasamos horas jugando con él.
2. He aprobado matemáticas.
3. Fuimos de viaje a Barcelona y estuvo súper guay.
4. Me han dado el papel protagonista en el teatro del colegio.

14 Veranos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora