Es la hora.

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-Deméter se fue. –dice Ares llegando.

-No la encontramos. –dice Afrodita.

-Hay que estar alerta, supongo. –dice Poseidón.

Si, era cierto, Deméter se había ido dejando a Hades, él aún no despertaba y sabía que no se despertaría en un buen rato, lo mismo había ocurrido con Apolo, sin embargo sabía que despertaría bajo el poder de Cronos, las marcas en sus brazos aún permanecían.

-¿Sabes que tenemos que atarlo o...? –me dice Zeus sacándome de mis pensamientos.

-Sí, lo sé. –tomo su mano. –Sólo...sé que no despertará en un rato. –digo suspirando.

-Eso no lo sabemos.

-Sí lo sé, porque ocurrió con Apolo.

-¿Me estás diciendo que le hiciste lo mismo que a Apolo?

-Hefesto me dio este anillo y...

-Ahora entiendo. –lo miro. –Fue una mentira lo que dijo, Hefesto conoce todas nuestras debilidades y te da los objetos que tienes para debilitarnos. –asiento. –Fue muy cruel con él a decir verdad.

-Sí...lo fue...-miro a Hades.

-Darle justo en sus emociones. –le acaricio el pulgar.

-Sí, sí...-deja escapar un gran suspiro de frustración.

-Odio esto, pero te lo diré. –se sienta a un lado mío. –Me voy a odiar, más de lo que ya lo hago...-lo miro y está mirando a Hades. –Posiblemente aún siga amando a Leuce, a Perséfone e incluso a Menthe...

-¿Sabías lo de Menthe?

-¿Es broma? Hermes nos dijo, me reí por un día entero, aún lo molesto por eso. –dice riendo y niego. –Pero...-se aclara la garganta. –Por más que odie decirlo, él te ama.

-Lo sé, al igual que tú.

-Sabes que sí, pero no cambiará nada ¿o sí? –niego y deja escapar un suspiro.

-¿No puedes hacer nada?

-No. –suspiro. –Solo evitar que no nos mate.

-¿Te sientes mejor?

-Digamos que sí. –sonrío.

-Me alegra.

-Algo cambió en ti. –lo miro. –Luces triste constantemente. –miro a Hades.

-Estoy...pensando en irme y desaparecer...

-No puedes, Daria, lo sabes y aunque lo hicieras te buscaría...

-No me encontrarían.

-Daria, si te vas...

-Sería mejor.

-¿Es por este idiota? –dice Zeus. –Porque sabes que él te ama, yo te amo y...-niego.

-No quiero tener que ser una carga.

-No lo eres...-niego. –Daria...

-Déjame sola.

-No puedo. –suspiro.

-¿Lo ves?

-No eres una carga, solo...hay que ver una manera de como quitarle el control de Cronos.

-No digas más excusas. –suspira con frustración y se levanta.

-Te dejaré a solas.

-Gracias. –se va. Me acuesto a un lado de Hades y coloco mi cabeza en su pecho. –Eres un idiota que amo.

Dioses Griegos. La llave de PandoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora