-Daria, Daria...-dice Cronos caminando de un lado a otro frente a mí. –Justo a la chica que buscaba. –me intento mover, pero no puedo. –Escuché que noqueaste a Apolo ¿Cómo lo hiciste? –no podía hablar tampoco. –Déjame ayudarte con eso...-se acerca a mí y me quita algo de la boca.
-Déjame ir...
-No, no, no puedo hacerlo y lo sabes, tienes algo que es mío.
-Yo no tengo nada. –sonríe de lado. Era la misma sonrisa de Poseidón, Hades y Zeus.
-Lo sabes, sé que Hades lo descubrió, es listo, así que...
-¿Por qué quieres comértelos? Una cosa es asesinarlos, pero otra es comerlos. –me mira.
-Son mis hijos, los amo y no puedo asesinarlos.
-Sí, que gran muestra de amor. –digo con sarcasmo.
-Quiero recuperar lo que es mío, me costó quitárselo a Urano, así que...
-Gaia te mintió. –me mira. –Déjalos en paz y...
-¿Qué dijiste? ¿Cómo conoces a Gaia? –me quedo callada. No sabía ni siquiera por qué lo había dicho, solo se me había escapado.
-Yo...no lo sé...supongo que lo leí...
-No, algo ocultas. –niego.
-Solo leí. –Cronos se acerca y retrocedo como puedo.
-Si lo leíste en un libro ¿por qué me entiendes?
-¿Qué?
-A menos que Hades te haya enseñado griego antiguo o lo hayas leído.
-No...
-Eso lo resolveré cuando te tenga en mis manos, veremos que secretos escondes.
-No lo creo. –me mira serio. –Te encerraremos, así sea lo último que haga. –se ríe.
-Eso lo veremos. –todo se vuelve oscuro y frío.
Siento una mano cálida en mi mejilla y el ambiente cambia, ahora era cálido, realmente me gustaba, se sentía como Hades.
Me rodea con sus brazos y me acurruco en su cuello, me gustaba estar con él.
-Daria. –me dice Zeus. Mi mente reacciona y me despierto mirándolo, definitivamente era Zeus. - ¿Estás...?
-¿Dónde está Hades? –suspira.
-Se tuvo que ir con Poseidón, Hestia está en problemas.
-¿Por qué no fuiste? –me separo.
-Alguien tenía que cuidarte, además solo sería un estorbo.
-¿Se fue hace mucho?
-Hace unos 10 minutos. –miro a otro lado. - ¿Te puedo preguntar algo?
-No te odio. –lo miro.
-Eso lo sé. –dice sonriendo. –Es otra cosa. –asiento. - ¿En qué momento aprendiste a hablar griego antiguo?
-Lo leí. –él niega.
-No está en libros, me encargué de desaparecerlo.
-¿Por qué? –se encoge de hombros.
-El asunto es que es extraño que lo sepas.
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Dioses Griegos. La llave de Pandora
FantasíaMi nombre es Daria Mitchell, soy escritora de columnas en el periódico Times York, es aburrido, pero me gusta o eso creo, al menos me da lo suficiente para que mi madre esté feliz, quería algo diferente, pero ella sufre de crisis nerviosa, no podía...