Cristina.

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El sonido de las olas hace que abra los ojos, me percato que estoy en una playa, pero no hay nadie o eso creía yo hasta que visualizo a Keila corriendo hacia mí, sonrío.

-¡Te estuve buscando por todas partes, tarada! –grita y me río. Ella se detiene abruptamente y mira tras de mi aterrorizada. - ¡Muévete, Daria! –me giro y hay un gran tentáculo, trago grueso y retrocedo lentamente, choco contra algo viscoso y es otro tentáculo.

-¿Qué…? –caigo en el océano antes de terminar la frase, trato de nadar rápidamente hacia la superficie, pero un tentáculo me atrapa el pie. >>No, no, no, no… esto es un sueño, sé que sí…<< pienso cerrando fuertemente los ojos y siento el tentáculo rodearme el cuerpo apretándome. >>No creo que sea un sueño, ya me hubiese despertado<<

Me muevo bruscamente en busca de aire, pero era inútil, estaba atrapada.

Ya no podía aguantar más, mis pulmones estaban cediendo y me sentía cansada.

-¡Daria!

Abro los ojos bruscamente y respiro fuertemente, comienzo a toser.

-¿Estás bien? ¿Daria? –me dice Zeus y lo miro, su semblante de preocupación lo decía todo. –Da…

-Estoy bien…-digo calmándome. –Solo tuve una pesadilla…

-La cual ya morías. –lo miro.

-¿Qué?

-Habías dejado de respirar, tuve que revivirte.

-¿Estuve muerta? –asiente y miro mis manos, estaba temblando y mis pulmones me ardían. –Solo…había sido una pesadilla. –se acerca y toma mis manos.

-¿Qué soñaste?

-Yo…-lo miro. –El kraken me estaba asfixiando, había visto a Keila y…de un momento a otro estaba en el mar, no podía nadar hacia la superficie…-niego. - ¿Qué está sucediendo? ¿Por qué…? ¿Por qué soñé con esa cosa? –digo al borde de las lágrimas, quería una explicación, me había hartado de tantas cosas extrañas, quería entender y que él me diera una explicación.

-Sé que tienes miedo…

-No tengo miedo, solo estoy cansada de lo que me sucede, sé que me dijiste que estando contigo no me sucedería nada malo, pero…no parece. –suspira pesadamente. –Dime…

-Solo respóndeme algo.

-Escucho. –se acerca.

-¿Piensas que dejaría que te lastimen o que te asesinen? –rodea mi cara con sus manos. - ¿Dudas que pueda protegerte?

-No lo dudo. –digo mirándolo a los ojos.

-Entonces…

-Solo quiero saber lo que ocultas.

-No oculto nada. –me dice mirándome a los ojos, sin embargo aún sentía que me ocultaba algo. –Lo juro, Daria. –suspiro. >>Quizás esté paranoica<< pienso y suspiro. - ¿Qué se supone que tenga que hacer para que me creas? –niego. –Dar…

-Te creo, lo hago, solo no te vayas de mi lado.

-No lo haré. –me da un beso en la frente y me abraza.

Había transcurrido una semana y no había soñado con el Kraken u otro ser terrorífico, todo estaba tranquilo y me gustaba, estábamos viviendo en la tierra, sin embargo no veía a Keila porque se había ido con Apolo a Aruba.

-¿Entonces…? –digo sentándome a un lado de Zeus que está en el teléfono. - ¿No me dejarás trabajar? –lo apaga y me mira.

-¿Para qué quieres trabajar? –niego. –Enserio si…

Dioses Griegos. La llave de PandoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora