Basorexia (Daerin)

IV

-¿Entiendes, Haerin? Debes hacerlo, es tu deber.

La chica solo pudo asentir, sin mirar a los ojos a su mayor. Ella sabía que eso iba a pasar.

Hace un tiempo cada uno de sus maestros la agobiaban para hacer que Marsh Danielle mejorará. Decían que era su responsabilidad que sus compañeros fueran su mejor versión, al menos, académicamente. No llegaba a entender en qué punto eso era correcto, como una adolescente se tenía que encargar de otros más.

-Puedes retirarte.

-Gracias, con permiso. - Finalmente pudo salir de esa aburrida oficina.

Hace unos minutos la habían sacado de clase diciendo que el director quería hablar con ella, obviamente se trataba de Marsh Danielle. Querían que Haerin se acercará a ella, algo más amistoso, para que así Danielle tuviera una buena influencia.

Se intentó negar diciendo que Minji era cercana a la australiana, pero no funcionó. Los directivos no iban a cambiar de opinión. Ya estaba decidido: Haerin estaba obligada a ser amiga de Danielle, o mínimo, una compañera cercana.

Mientras caminaba por las instalaciones iba maldiciendo a cada uno de sus maestros. No odiaba a su compañera, pero tampoco quería acercarse a alguien tan problemática. Quizá bajaba su promedio si se acercaba demasiado y estaba demasiado acostumbrada a los halagos por sus grandiosas notas.

-Mierda, Haerin. ¿Qué pasó ahí adentro?

-¿Qué?- paso un momento en el que no sabía que estaba pasando, hasta que vio a su mejor amiga a su lado - Lo normal, nada realmente malo.

-Tienes una cara de culo.

-¿Gracias?

-No, o sea, pareces muy enojada. No creo que no haya pasado nada malo.

Haerin suspiro y le explicó toda la situación. Hanni se sorprendió, pero intentó bromear con su situación, lo que hizo que el humor y cara de la coreana empeorara.

-Bueno, ya - hablo Hanni dejando de reír-, ¿cómo harás para acércate a ella? Digo, ni siquiera pudiste dormir del remordimiento de haberle gritando.

-No lo intentaré, tengo suficiente mala influencia contigo.

-¿Entonces qué harás?

-Seguiré hablando con ella.

-Yo sé que eres muy inteligente y todo, pero me estás haciendo dudar de tu capacidad para pensar. Si ya lo hiciste millones de veces y no funcionó, ¿por qué lo haría esta vez?

-Porque lo haré de una forma amigable.

-Amiga, no sé si "Haerin" y "amigable" existan juntas.

Mientras su amiga se reía, ella veía su plan de venganza. Sonrió para su amiga antes de darse la vuelta e irse rápidamente. Escuchó un "hola, linda" de Minji a lo lejos y sintió satisfacción.

Ahora que lo pensaba, Minji y Danielle casi nunca estaban juntas. Era raro, ya que cualquier persona a la que le preguntarás te dirá que son mejores amigas, pero casi no se les veía juntas. A diferencia de sus compañeras, su amistad s
con Hanni se podría definir como “uña y mugre”; eran muy pocas las veces que estaban separadas.

Después de una gran caminata, llegó a su aula, aunque había algo que la extrañaba: ¿qué hacía Danielle ahí? Y aún peor ¿estaba haciendo tarea?

—¿Qué haces?— hablo sin pensar, sorprendiendo a la chica, ya que no había notado su presencia.

—Tarea, es mejor hacerla en horas libres que en casa.

—¿Tarea? ¿Por qué?— estaba desconcertada.

—Porque había tarea.

—Sí, lo sé. Pero ¿por qué ahora sí la haces?

—Debo subir mi promedio. — le mostró una tímida sonrisa a la presidenta de clase.

Haerin sabía que debía sentirse feliz por el cambio de actitud de su compañera, pero no lo hacía, no podía sentirse feliz. Tenía demasiadas dudas: ¿los directivos ya hablaron con ella? ¿Cómo lograron que hiciera caso? Bueno, esa pregunta se le hacía tonta, ya que, obviamente, los directivos tenían mucha más autoridad que ella.

—Lamento haber sido tan pesada— Volvió a escuchar la voz de su compañera—, no sabía que te afectaba tanto. Yo jamás hubiera querido que la pasaran mal por mi culpa.

—Claro, no hay problema.

Se había quedado sin palabras, así que simplemente se dirigió a su asiento y le dio la espalda.