XIII

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Maldita boca suelta. ¿Cuál era mi necesidad de abrirla? Probablemente Danielle tenía cosas que hacer, y la obligue a aceptar que me acompañará. Y aún peor, iremos a recoger a Haewon.

En la mañana me asignaron la tarea de recoger a la pequeña, y yo que necesito dinero para un Lego, acepté. Así que ahora no solo tenía que recorrer un largo camino, sino también tratar de que mi hermana no me avergüence frente a Jihye.

El reloj pasaba demasiado lento para la aburrida clase, pero demasiado rápido para mí lamentable destino.

—Guarden cosas, pueden irse.

No sé si el señor no sabe dar su clase y por lo tanto la termina tan abruptamente, ó si yo estuve demasiado distraída, pero seguramente sea la primera opción.

Recargué mi cabeza en la pequeña tabla de madera frente a mí, no queriendo levantarme pero al sentir una presencia frente a mí y escuchar una leve risita hizo a mi cabeza voltear rápidamente hacia arriba, encontrándome a una linda chica australiana viéndome y regalándome una hermosa sonrisa, pequeña pero tan magnífica que podría seguir sin miedo a nada.

—¿Qué? ¿Tengo algo en la cara? — De pronto su sonrisa desapareció para darme ese comentario, cosa que me hizo negar rápidamente.

—No.

—Entonces levántate y vamos.

Extendió su pequeña mano hacia mí y no dude ni un segundo en tomarla. Me ayudó a levantarme y espero pacientemente mientras guardaba mis útiles.

—Bien, vamos.

Ella me siguió y apresuró su paso para estar a mi lado. Realmente me gusta pasar tiempo con ella, es como si no sintiera la necesidad de hablar para estar cómoda o la inseguridad de que la otra persona no la está pasando bien; con solo verla sé que no tiene las intenciones de salir corriendo, y yo tampoco las tengo, así que estamos bien.

Su mano entró a mi campo de visión, observe su cara con curiosidad. Ella solo paso su mirada de mis ojos a su mano, esperando que hiciera lo mismo, lo cuál, obviamente, hice. No sé él porqué, pero confiaba plenamente en ella.

Al ver que su mano sostenía un audífono supe lo que quería, lo tomé y me lo puse. La melodía de "night vision" de Vansire entraba por mis oídos, es una linda canción. La tenía hace un tiempo en mi playlist. Parece que Danielle y yo tenemos los mismos gustos musicales, es raro. Nunca espere que nosotras, siendo tan opuestas, tuviéramos algo en común.

—¿A dónde vamos? — Lo había olvidado, simplemente la invite al plan más aburrido, sin decirle que era el plan más aburrido al que jamás la hayan invitado. Seguramente no habría aceptado si le decía a dónde iríamos.

—Bueno, sé que es algo aburrido, pero tengo que ir por mi hermana. Si quieres después podríamos ir por un helado, al cine, o hacer cualquier cosa. — Quería pasar tiempo con ella, e hice lo que mis instintos me dijeron: le pedí que pasará tiempo conmigo, quizá no se dije de manera directa, pero lo hice.

—Oh, ¿tienes una hermana? — Pereció no darle importancia a mi estúpido plan, e hizo que me estresara.

—Sí, no es tan pequeña. Ya está en tercero de primaria. Digo, no es tan grande, pero no es pequeña.

—¡Genial! Me encantan los niños. Entonces iremos por ella y después por un helado, ¡perfecto!

Esa respuesta me relajo, no le molestaba mi plan mediocre y, creo, lo disfrutará.

—Sip, es un poco bromista, ya sabes. Pero la quiero demasiado.

—Me lo imagino. Yo siempre quise un hermano pequeño, pero mis papás no me lo dieron. A cambio obtuve al maravilloso Jerry, mi perrito.

—Oh, que bueno. — No supe que más agregar a mi frase, entonces la dejé así.

Nuestra conversación dio fin ahí y la música llenaba nuestro silencio en el camino hacia la escuela de mi hermana. Haewon tan solo tenía dos pequeños años cuando llegó a mi vida, y desde el momento en el que me la presentaron supe que sería una parte esencial en mi vida.

La considero mi verdadera hermana, ya que crecimos juntas, y nuestro padres nunca mostraron una diferencia entre nosotras. Simplemente éramos la familia que los mayores desearon, y que cualquier niño pequeño necesitaba. Oh Junhwan es un gran señor, pero a pesar de los años no podía tratarlo como mi padre. Por lo mismo quise conservar el apellido de mi padre biológico, y él, como la persona tan comprensible que es, lo respeto.

Al contrario de eso Haewon si le dice mamá a mi madre, y con justa razón. Ella la crío, y a mí me encanta ya que me hace sentir como su podríamos estar más juntas, tener algo más de vínculo.

—Es aquí. — Me detuve y mire a Danielle.

—¿Falta mucho para su hora de salida?

—No en realidad. Tendría que estar saliendo en dos minutos.

Revisé mi celular para confirmar que era cierto.

Estaba un poco, bueno, muy ansiosa de que la persona más importante de mi vida conociera a Danielle. A pesar de que la amaba, sabía que me pondría en vergüenza rápidamente. Era muy inteligente y lo aprovechaba para hacerme quedar mal frente a cualquiera persona, por lo mismo Haewon y Hanni se llevaban tan bien.

Hablando de Hanni, sigue igual de rara. Ni siquiera habla más de lo necesario, lo cuál es singular en su persona. El hecho de que ella hable de más hace que nos complementemos. Si ambas fuéramos de no hablar mucho sería incómodo; o si ambas habláramos hasta por los codos sería un desastre.

—¡Hae! ¡Hola!— Mi hermana me saco de mis pensamientos. La vi correr hacia mi con los brazos abiertos, pero se detuvo llegando a mi lado. — Hola, ¿quien eres?

Haewon miraba con curiosidad a mi acompañante, pero aún tenía una sonrisa en su cara.

—Hola, linda— Danielle se agachó en sus propios pies para estar a la altura de la niña frente a nosotras. —.Soy Danielle, puedes decirme Dani, Dan o como gustes. Soy amiga de tu hermana.

Ambas tenían una gran sonrisa en su cara, con las que me contagie.

—¡Genial! Yo soy Haewon, supongo que ya te había hablado de mí— Estiro su pequeña mano para estrecharla con la mayor—. Soy su mayor orgullo, nunca para de hablar de mí— Su sonrisa se ensanchó y la hizo egocéntrica.

—Bueno, bueno. Deberíamos irnos. — Danielle río y se enderezó. Comenzamos a caminar.

—¿A dónde iremos? No creo que hayas traído a esta chica linda para nada. — Dios, Haewon y su imprudencia. Casi me tropiezo con mi propio pie, y de reojo vi a Danielle sonrojada.

—Gracias, también eres linda. — La pequeña le sonrió en grande y agarro su mano, ya ni conmigo lo hacía, según porque ya era una niña grande.

—Iremos por un helado y después...

—Al parque, me parece maravilloso. Muy buenos planes tienes, Dani. — La mocosa me interrumpió.

No dije nada más, solo me dedique a escuchar el interrogatorio de Haewon hacia la castaña. Preguntándole cosas simples como cuántos años tenía, como nos conocimos, cuál era su color favorito, su comida favorita, su animal favorito, su no sé que favorito, y demás preguntas hasta la heladería.  











Holaaa.

Sé que hoy es martes, disculpen la tardanza. 

¿Qué les pareció este tipo de narración? ¿Les gusta más en primera o tercera persona? 

Gracias por leer. 

Basorexia (Daerin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora