XIV

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-Entonces, ¿Haerin te molestaba? ¿Cómo puedes ser amiga de ella si hacía eso?- La pequeña Haewon se mostraba notablemente alterada por lo recién contando.

-Oh, no, no. No fue así - Haerin parecía hasta espantada, así que continúe-. Yo no era la mejor persona con ella, la metía en algunos problemas por mi comportamiento. Ella simplemente hacia su trabajo.

-¿Molestarte? - Haerin abrió más los ojos, haciendo que sus llamativos ojos se vieran mucho más grandes.

-¡No!

-Solo hablaba conmigo, y me ayudaba a entrar en razón.

-¿Y ya cambiaste? ¿Ya no la metes en problemas?

-Eso parece. - Le sonreí a ambas chicas.

A decir verdad no se parecían, ni físicamente ni en personalidad. Una era súper alegre, con demasiada energía, hablaba tanto como yo; y la otra era calmada, callada y podría escuchar cada una mis palabras sin interrumpir, así sean diez minutos o tres horas.

-¡Muy bien! Que bueno que ya dejaste de molestar a Dani.

-No la molestaba.

-Claro, claro. Dani, ven, vamos a jugar. - La pequeña se levantó y me espero.

Haewon escogió jugar a las atrapadas, y yo no me pude resistir a sus lindos ojos. Así que la estaba persiguiendo por todo el pasto. Era más rápida de lo que pensé.

-¡Te atrapé! -Toque su espalda suavemente, y ella se dio vuelta riendo.

-Es aburrido jugar solo las dos.

-Ni creas que lo haré. - Escuché la voz de Haerin detrás de mi, venía caminando tranquilamente hacia nosotras.

-Oh, vamos. Nunca juegas conmigo. - Hizo un puchero, ¿Haerin sería capaz de resistirse ante tremenda ternura?

-Basta de chantajearme. Siempre dices lo mismo, y siempre termino jugando.

Haewon se acercó rápidamente a su hermana, con una sonrisa malévola.

-Esta no será la excepción. - Toco el brazo de su mayor y salió corriendo.

Haerin me vio, con la misma sonrisa que tenía la niña tan solo unos segundos antes. Se acercó y extendió su mano, no me daría tiempo de escapar.

-Ya hazlo. - Me indigne y dejé que me tocara, para que después yo vaya corriendo con Haewon, que ya se encontraba a una distancia considerable de nosotras.

Al verme correr en su dirección, se dio la vuelta rápidamente y corrió como si su vida dependiera de ello. Pero se detuvo abruptamente.

-¿Qué pasa?

-Está Lily, allí. - Con su pequeño dedo apunto a el tobogán en medio del parque.

-¿Quién es ella?

-Su compañera, le gusta desde que la conoce. - Volvió a llegar Haerin detrás de mi.

-¡Eso no es cierto! Soy muy pequeña para que me guste alguien.

-"Lily, mi linda Lily. Eres tan linda como una cajita feliz del Mcdonald's. Me encanta estar junto a ti y oler tu perfume de My Little Pony" - La mayor de las hermanas hizo una voz chillona, yo creo que tratando de imitar a la menor.

-¡Yo no hablo así! ¡Aparte no le di la carta! Solo fue un arrebató del momento, estaba sensible.

-Eso no dijiste el..

-¡Hae! - Escuchamos un grito proveniente de los juegos, las tres volteamos. Había una adorable niña corriendo con los brazos abiertos y gritando el nombre de nuestra acompañante.

-Uh~ Ahí está tu novia, Haewonie. - Haerin siguió con su broma.

-¡Ella no es-¡ Hola, Lily. - Tanto como el gatito al lado mío, como yo reímos al notar el cambio de voz.

-Oh- la rubia se detuvo frente a nosotras, viendo entre la pelinegra y yo- Hola- Tiene un acento un poco extraño-, Haerin unnie. Y...

-Dani..- Completo su amiga.

-Dani. - La nueva integrante a el, ahora, cuadrado estaba muy tensa, parada con su dos piernitas juntas y sus brazos pegados a su cuerpo. Parecía muy tímida.

-¡Hola, Lily! ¿Cómo estás?

-Bien, gracias, Dani. - Volvió a hablar con un pequeño tono de voz.

-Bueno, vamos a jugar Lily- Hae menor se apresuró a hablar al ver que su hermana se preparaba para decir algo y jalo con ella a su compañera.

Al ver que se alejaban mi acompañante soltó una carcajada. Era realmente linda. Mostraba sus colmillos y tenía un sutil sonrojo en sus mejillas. Al cesar su risa me miró y me dedico la sonrisa más linda que jamás haya visto. Era mi turno de sonrojarme, claramente por una razón totalmente ajena a la de ella.

-¿Quieres ir a sentarte? - Asentí y ella comenzó a caminar y yo me quedé embobada con el meneo de sus caderas, las cuales resaltaban por el uniforme. - ¿Vienes?

-Claro.














No tuve mucha inspiración, disculpen si el episodio no es tan bueno.

Buen inicio de semana, los tqm

Basorexia (Daerin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora