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- Cómo qué se besaron gordo?. - Preguntaba Nico sorprendido por lo que le contaba Gian. - Ustedes van de cero a cien en 2 días loco.

- Y eso que solo fue un beso. - Dijo Gian riéndose.

-Boludo, ya no tienen 20 años. No es que con un beso se solucionan las cosas...

- Ya sé Nicki y aún tengo un cagazo de que todo se vaya al carajo pero no sé, fue lo que sentíamos o que sé yo. - Dijo Gian interrumpiendo el sermón que se venía por parte de su amigo.

- Boludo es que nunca sabés nada. - Nico suspiró y miró a los ojos a su amigo. - Gordo decime la posta, está vez te animarás a decirle que te gusta o te harás el boludo?

- Qué decís Nicolás? Solo fue un beso, tal vez solo quería saber que teníamos el mismo vinculo. No sé boludo.

- Boeee, no me respondiste lo que te pregunté pero si me necesitas aquí estaré amigo.

Gian solo lo miró con una media sonrisa en la cara y chocaron sus puños. Nicolás sabía de sobra que cuando su amigo se animé a contar lo que en verdad le pasaba se daría cuenta que no solo le gustaba Camila sino que también se había enamorado de ella.

Era viernes en la noche y ambos se habían reunido para escabiar un poco antes de ir al boliche. Camila ya tenía un mes en Buenos Aires y habían planeado reencontrarse todos.

Luego de la noche del sushi, Gian y Cami no se habían vuelto a ver aunque habían intercambiado un par de mensajes. Él estaba algo nervioso, no sabía como lo iba a tratar ella delante de todos.

Llegaron al boliche a eso de las 2h30am, saludaron a sus amigos y Nico fue a buscar a su novia que había ido a buscar fernet a la barra.

- Che y las chicas?. - Preguntó Gian a Tato y Santiago, amigos del grupo.

- Marti aún no llega, Guada y Cami se fueron a ver que onda. - Le respondió Santiago a Gian.

El morocho no emitió ningún comentario al respecto, solo cambio de tema y charlaron otras cosas mientras se movían al ritmo de la música. Quería dejar de pensar tanto y disfrutar el momento con sus amigos más cercanos.

Luego de un rato llegó Marti con su novia y emocionada de verlos a todos, comenzó a abrazarlos.

- El maldito toro, te extrañé amigo. - Le dijo Marti a Gian, mientras le besaba el cachete, le ponía realmente feliz verlo.

- Mi lesbiana favorita. - Dijo Gian mientras se reía. Se separó de Marti y se encontró con la mirada de Guada.

- Torito, que gusto verte. - Dijo Guada saludándolo, él por su lado besó su mejilla y miró a Cami.

- Cami, cómo va? - Le dijo a la morocha, ella solo alzó la mirada y con la mano hizo una seña de saludo.

El de ojos rasgados se extrañó, no era normal que luego de compartir besos se dieran un saludo tan seco pero no iba a decir nada, no era ni el momento ni el lugar. Se estaba arrepintiendo de haber asistido.

Siguieron bailando entre todos y en el primer momento que pudo se escapó a la barra, pidió un Jagger y se fue al área del dj. Por suerte para él, lo conocían en el lugar, así no tenía que regresar a la zona en donde no lo querían. Nicolás le diría que es un infantil pero ya bastante su cabeza lo estaba atormentando como para pensar en lo que pensaría él.

Tragos van, tragos vienen junto a alguna pitada, un Nico algo pasado lo encontró y casi a rastras lo llevó a donde estaban sus amigos.

Al llegar los chicos lo jodían de que sin duda ya se había perdido en algunas piernas largas y por eso no aparecía pero él solamente medio sonreía incómodo, no queriendo encontrarse con la morocha que lo tenía loco.

¡DE CERO! | GiamilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora