"La vida sigue", la frase más chota que escuchamos cuando estamos afrontando un momento de mierda. Y la vida como es cruel hace cuatro años atrás le confirmó a Camila que todo seguía a pesar de que a ella se le había pausado el mundo.
Aquel día Cami y su grupo de amigos previaban, escabiando fernet con coca mientras cantaban cumbia a los gritos, estaban en Pinamar y a las 21h tenían una jodita en la playa por el cumpleaños de un conocido del grupo.
El plan estaba a cargo de Gian, el denominado Toro. Todo pintaba de maravilla y todos lo sabían. ¿Qué podía salir mal?
- Pipi vení a bailar conmigo. - Le decía la morocha a Gian mientras al ritmo de la cumbia lo iba a buscar, él por el contrario se resistía ya que no era tan fan de ese género musical.
- Cami sabés que no me gusta, al menos déjame tener más tragos encima. - La morocha lo miraba mordiéndose los labios mientras se sonreía con picardía.
- Pero te gusta verme feliz, así que vení a bailar. - Dicho esto el de ojos rasgados se acercó por la espalda y se pegó a ella mientras movían sus caderas al ritmo de la música.
Quienes veían de afuera la relación que tenían ellos dos dudaban sí eran solo amigos o algo más, pero a decir verdad ellos nunca habían puesto un título, eran mejores amigos que cada tanto se picanteaban y compartían uno que otro beso u algo más. Incluso ninguno de los dos había estado en una relación con otras personas, pero tampoco tenían exclusividad entre ellos. Lo único que tenían asegurado es que si se necesitaban estarían para el otro.
- Hoy estás más linda que nunca negrita, me está volviendo loco tu bronceado. - Decía Gian al oído de la morocha.
- Lo mismo te escuché decirle a la rubiecita esa ayer.
- Estás celosa gorda? Sí igual sabés que tengo debilidad por vos. - Dicho esto le robo un pico.
Siguieron moviéndose al ritmo de la música y riéndose por los pasos que hacía Marti sobre Guada, jodiendo a Cata que estaba bastante entonada.
- Gian vení. - Este era Nico quien llamaba a Gian para decirle algo que lo había descolocado por completo.
El de ojos rasgados estaba sumido en una sonrisa mientras miraba a la morocha reír, fue caminando de a poco hasta donde su amigo que al verle la cara se preocupo e instantáneamente supo que algo andaba mal.
- Toro acaba de llamar tu vieja, tenés que contener a Cami. - Nicolás estaba pálido no sabía como decirle a su amigo lo que sucedía.
- Hablá vegano, decime que pasó. - El de ojos rasgados ya se estaba poniendo nervioso, algo andaba mal y no sabía qué, miraba a un Nico desconcertado mientras Tato le repetía que se calme.
- Rochi tuvo un accidente y está mal, tu vieja dijo que volvamos a capital pero que calmes a Cami. Aún hay esperanzas. - Gian ya no escuchaba a Nico en su mente solo estaba Cami, no sabía como le iba a decir aún sabiendo que hace poco había tenido una crisis de ansiedad y había costado sacarla de ahí.
- Gian, solo vos podés contenerla, por algo llamó tu vieja, nosotros hablamos con las chicas y preparamos todo para irnos - El que habló fue Tato. - Yo manejo uno de los autos y Nico el otro.
- Yo los llevo a Cami y Gian, anda diciéndole a las chicas que nos vamos y vayan saliendo. Si se queda algo no importa, luego mandamos a ver las cosas con mi viejo. Dale Giani, activa. - Habló Nico mientras se adelantaba con Tato para hablar con las demás.
El reloj marcaba las 19h52, Gian estaba helado sin saber como decirle a su mejor amiga que probablemente su vieja no pasé la noche luego de un accidente. No quería ser quien le dé la noticia pero sabía que no había nadie más que él. Caminó hacía Cami y se la llevo a uno de los cuartos para poder hablar con ella, estaba nervioso, triste, preocupado. Todo andaba mal en esa noche que pintaba ser una bomba.

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¡DE CERO! | Giamila
FanfictionSi vuelve a tener sentido que yo vuelva a estar contigo, ya no tendremos que empezar de cero... O si? #Giamila