¡DE CERO! | Giamila

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- Camiiii. - La saludaba Nicolás apenas la morocha abrió la puerta de su departamento.

- Nickitich, cómo va? Gracias por venir amigo.

- Naaa, no pasa nada. Contame en que tengo que ayudarte.

Camila había llamado a Nicolás para que le ayude en un proyecto laboral que estaba realizando, a él le encantaba la tecnología y ella necesitaba plasmar la idea de marketing para la venta de un producto tecnológico.

- Pero posta tengo que salir yo en cámara? Me da un poco de cagazo. - Decía un Nico vergonzoso.

- Dale Nicki, ayúdame. Casi que dependo de esto para quedar fija.

Mientras Camila preparaba todo el set que montó en su casa, Nico le contaba lo que había sido de él en el tiempo que dejaron de verse. Cami al escucharlo sonreía y agradecía al cielo de haber conocido a Nico gracias a Gian. Él es de esos amigos que por más que pase el tiempo siempre está, te espera feliz para escuchar tus logros y te da una mano cuando lo necesitas.

- Y con el toro que onda? - Preguntó un Nico intigrado por lo que su amiga tenía para decirle.

- Onda, la mejor. Siempre. - Cami sonreía pero no lo miraba.

- No seas boluda Cami, contame.

- No sé pupi, realmente no sé. Ya sabes que cuando estamos nos divertimos pero nunca avanzamos más y... - Nico la interrumpió.

- Y ya no tienen 17 años.

Cami suspiró, si bien nunca se había planteado estar con su mejor amigo en una relación; sabía que ellos eran casi una pareja por como se relacionaban, sólo que nunca lo habían charlado. Un verdadero quilombo.

- Mira Cami, vos sabes que yo los quiero mucho a ambos y que estaré para lo que necesiten siempre pero si a vos te pasa algo con él, decilo porque es la única manera que por una vez en su vida se jueguen por eso que sienten. Juntos explotan y todos los sabemos por más que nos hagamos los boludos.

- Gracias Nicki. - Ella lo miró y abrazó, con el tiempo habían construido un vínculo de hermanos.

Grabaron el proyecto de Cami, Nico le ayudó con la edición mientras esperaban que llegue Cata.

La morocha le contó lo que había hecho en el último tiempo mientras le cebaba mates.

- Osea que con quién saliste el martes es un chongo de Londres? -  Preguntó Nico algo perdido con lo que le contaba Cami.

- Si amigo, era mi compañero de trabajo, coqueteamos, medio salimos que sé yo pero nada serio. Ahora volvió un tiempo y me invitó a salir.

- Pero ya se te declaró entonces.. - Nico no terminó de preguntar porque sonó el timbre. Cami se levantó a abrir pensando que era Cata.

- No se me declaró pero intento besarme. - Dijo mientras abría la puerta.

- Mira vos y yo que te traía chocolate en rama. - Respondió algo serio un morocho de ojos rasgados.

- Ay Pipiiiii. - Cami estaba de color bordo.

Nico como buen espectador, acostumbrado de los ping pong entre los Giamila se rió; deseando que el toro active ahora que sabía que alguien merodeaba a Cami.

- Está tora, tora te digo, eh. Para mi que te va a quitar el puesto amigo. - Dijo Nico entre risas.

- AHBOEEEEEEEE, de paso me cambiaste por el vegano. - Dijo Gian saludando a su amigo.

- No seas celoso pipi. - Reía Cami, algo avergonzaba por la situación. No esperaba para nada que llegue él. - Vos no venías mañana?

- Quise sorprenderte, además te venía a invitar a una fiesta.

- Te durmieron toro, la srta Jara sale hoy con el chico en cuestión. - El vegano sí que sabía hincar bien al ternerito celoso.

- No boludo, osea si me invito a salir pero quedamos de ir a bailar. No quiero ir sola, pensaba decirle a ustedes que me hagan la gauchadita. - Cami dijo todo esto algo acelerada, por alguna razón se sentía nerviosa por como la miraba Gian. - Dale boludo, sos mi mejor amigo. No me dejes sola.

- Solo si van todos sino me bajo. - Bastaba que Cami ponga carita de engreída para que Gian ceda.

A los pocos minutos Cata llegó y pidieron de comer. Cami ya había avisado a sus amigos que ese sábado se salía. Algunos confirmaron, otros ni respondieron.

Abrieron unas birras y siguieron conversando hasta que a las 18h30 Nico y Cata se despidieron. Si bien Nico ofreció llevarlo a Gian, él desistió diciendo que andaba en su auto. Quedaron en verse más tarde.

Cami estaba lavando los platos y él le ayudaba a limpiar la mesa. Una vez terminado se sentaron en el sofa a charlar.

- Te traje esto. - Le extendió una caja que contenía chocolates y unos pines.

- Ay gordo, te acordaste que colecciono pines. - Respondió ella emocionada.

- Como me voy a olvidar, sí siempre rompías los huevos con eso.

Ambos rieron, Cami lo abrazó y se recostó en el pecho de él mientras sonaba Puente de Gustavo Cerati de fondo.

- Hoy te busqué en la rima que duerme con todas las palabras. - Cantaba Cami.

Gian la contemplaba, había olvidado un poco como era el sonido de su voz mientras cantaba.

- Si algo callé es porque entendí todo, menos la distancia. - Gian la interrumpió.

- Ahora que estás chongueando tengo que ponerme celoso? - Cami alzó la mirada, se quedó algo congelaba por la cercanía que tenían y porque no pensó que le iba a hacer ese planteo, justo él que es sin compromiso.

- No sé que vaya a pasar con Benjamín. - Dijo mientras alzaba los hombros.

- Pero eso no responde mi pregunta. - Gian se le acercó hasta rozarle los labios, ella iba a ceder pero se percató de algo en el cuello del morocho.

- Posta me haces un planteo mientras tenes un chupón en el cuello. - Dijo esto parándose y yendo a la cocina.

- Cami, no te enojes. - Él la siguió y se pusó detrás de ella.

- No me enojo, solo que vos podes coger con quien quieras pero a mi me preguntas si debes ponerte celoso si salgo con alguien.

- No es e... - Cami lo interrumpió.

- Sabes ni siquiera sé porque estamos hablando esto, si tanto vos como yo, hemos sido siempre libres. Vos siempre estás con quien queres, yo ya lo acepte. Solo no me celes y déjame garchar sin juzgamientos.

Gian se quedó mudo, no supo que decir. Al final Cami tenía razón, él siempre estuvo con quien quiso y ella nunca le cuestionó nada.

Cami respiro, no quería pelear con él. No ahora.

- Ya está negro, no sé que va a pasar mañana con Benja o contigo, o con quien sea. Veamos hoy que pasa.

Gian le dio un beso en la frente que la hizo reír, ninguno quería pelear pero estaban en una situación complicada.

Él de solo pensar que ella esté con alguien, se ponía nervioso y celoso.

Ella no sabía ni quería aceptar lo que siente por él porque eso la llevaba a plantearse un montón de cosas.

Ninguno quería decir nada más y ambos estaban dispuestos a ceder todo para no volverse a perder. Eso incluía que él no se interponga en su felicidad con otro y que ella nunca cuestione sus relaciones.

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¡Hola!

Tenemos nueva tora y se festejaaaaa, jaja. Gian la miraba entre orgullo y picardía.

Otra cosa, como enfocaba el ternerito a la nueva tora mientras jugaba con la cámara. AIA. ❤️‍🔥

Siento que ayer fue muyyy Giamila, no?

Escuchen Puente de Gustavo Cerati.

Con amor, L.