¿Eres feliz por ello?

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     Hay días en donde todo pierde sentido, sientes que las mañanas no tienen valor y que la efervescencia de la vida desaparece, eso sintió Louis desde que intentó apartarse de Penélope. Podía resultar dañino para si mismo intentar cubrir lo que estaba frente a él, esconder para si mismo sus movimientos, cerrar sus ojos ante las pruebas y apartar sus oídos de las culpas. Él sólo era un hombre enamorado, era un pequeño planeta orbitando a su alrededor, un ave refugiándose en ella ¿Qué debería hacer consigo mismo? Una parte de él aún creía en la fidelidad de Penélope, pero otra sentía miedo de lo que se estaba desarrollando a sus espaldas. Aún así, su balanza se inclinaba y caía desparramada del lado de la hermosa Pelirroja, que lo observaba atenta mientras él escribía junto a una pila de pergaminos.

-¿Sucede algo? -Preguntó el, los ojos de Penélope lo observaban indecisos, tenía una pequeña lucha en su interior sobre algún asunto en el que él estaba involucrado-

-No ¿Por qué? -Dijo casi en un susurro-

-No has apartado tu mirada de mi -Ambos estaban en el estudio de Louis, ella estaba sentada en el sofá y él en su escritorio. Ella había entrado al lugar unos diez minutos atrás, él sonrió y luego continúo con su escritura, sabía que Penélope no entraba a su estudio a la hora del té, normalmente lo hacía llamar y si él estaba muy ocupado para ir y compartir el té junto a ella y sus hermanas, se lo envíaban. Su esposa sólo entraba a su estudio por dos razones "1.Tenía algo demasiado importante que informarle, que en teoría sucedía pocas veces ya que normalmente sus conversaciones tenían lugar durante las comidas u hora de dormir o incluso a la hora del té, donde él normalmente se tomaba un tiempo para comer galletas y por supuesto ingerir unas tres o cuatro tazas de té ¿Quién las contaba? Y 2. Cuando se hacía demasiado tarde y él no había subido a dormir, era algo a lo que se habían acostumbrado, uno esperaba al otro, así como él aguardaba a que Penélope culminará el capítulo de su libro, ella aguardaba a que él acabará su trabajo, cosa que no era verdad del todo, puesto que ella irrumpía en su estudio y se sentaba en su regazo y ¿Quién diablos pensaba en papeles? Entonces, si era la hora del té y Penélope estaba allí, algo estaba pasando.

-¿Podrías tomarte unas horas libres?

-¿El Té?

-Ah, no -Agitó su mano y se puso de pie alisando su vestido- Yo, requiero de la compañía de mi esposo esta tarde -Louis dejó su pluma a un lado, Penélope parecía nerviosa y él se puso de pie, lo que generó que ella enderezara su espalda, eso le causó gracia, ella en verdad estaba asustada por algo. Louis dio largos pasos hasta ella e inclinó su cabeza para observarla bien-

-Penny ¿Hay algo que quieras decirme? -Ella pestañeó dulcemente-

-¿Podríamos pasear a caballo? -Él fingió pensarlo mientras tomaba su mano- Has estado trabajando demasiado últimamente y no has pasado tanto tiempo con noso... -Agitó su cabeza- conmigo -¿Lo extrañaba? Entonces, lamentaba la lejanía de él, y si se lo preguntaban, quería que ella indagara más en el por qué, la razón de su distancia, pero no lo hizo. Tal vez la situación de las últimas noches la asustó. Louis llevaba algunos días sin "compartir la cama con Penélope", nunca habían usado habitaciones separadas, aún así él lo hizo. La primera noche paso por la habitación que compartían, le dio un beso en la mejilla y traspasó la puerta a la habitación contigua. Se sintió vacío, por supuesto, le hacía falta su dulce esposa, pero Luchó contra ello y se quedó dormido. Para su sorpresa, a la mañana siguiente sintió que algo se movía a su lado y al abrir sus ojos los largos risos rojos estaban esparcidos sobre su pecho y a pesar de no haber percibido su entrada a la habitación, se sentía feliz de tenerla. Así fueron las siguientes noches de esa semana, él se iba a su habitación y fingía dormir hasta que sentía su cuerpo caer sobre la cama y abrazarse a él, debía admitir que también sucumbió dos veces, cuando ella no apareció y él fue quien se escurrió hasta su cama-

-¿Cómo podría decir que no a esos ojitos? -Las mejillas de Penélope se sonrojaron y Louis se echó a reír, ella pocas veces se ponía nerviosa y en verdad comenzaba a sentirse curioso por lo que pasaría a continuación-

-Espinaca ya puede cabalgar, no la haré correr pero, en verdad quisiera salir de casa -Louis acarició su mejilla-

-Ve por tu ropa de montar Penny -Ella sonrió y él le dio un beso en la frente- Iré por tí en unos minutos- La vio salir de su estudio y luego de organizar sus papeles fue por ella, la Doncella estaba atando sus botas de montar cuando Louis abrió la puerta. Penélope llevaba un Hermoso Vestido de montar color verde, con su sombrero a juego y botas negras. Su cabello estaba recogido en un moño y un mechón cobrizo adornaba su rostro -¿Entonces todo esto es sólo mío?

-¡Louis! -Farfullo ella mirando a Evie-

-Querida ¿No puedo elogiar la belleza de mi Esposa? -Evie se apartó al ver a su Señor acercarse a su Señora y miró el suelo cuando él bajó su rostro e inclinó su cuerpo encontrando los labios de Penélope, la cuál aún sentada en la cama, soltó un Jadeo de sorpresa-

-Deberíamos irnos -Dijo ella cuando escuchó a Evie salir de la Habitación. Louis sonrió con picardía- Últimamente estas siendo algo descuidado con las demostraciones públicas -Ella curvo la comisura de sus labios. Louis no dijo nada al respecto, solo tomó su mano y ambos caminaron hasta los establos. Ninguno abrió su boca, iban a paso lento, sin guantes y tomados de la mano, una de las cosas favoritas de Penélope era tomar sus manos; La forma en que la suya era muy pequeña entre la de Louis, la manera en que él la tomaba con suavidad y la calidez de su tacto. Había algo que en particular le encantaba de sus manos, pero él siempre se reía cuando ella lo hacía, o al menos los primeros días. Louis tenía un cayo en su dedo índice, lo notó desde que lo vio escribir por primera vez, era duro y áspero a diferencia del resto de sus manos. Lo consideraba como una especie de herida de guerra la cual admiraba, después de todo, el hombre había escrito demasiado, de eso estába segura. Entonces cada vez que él tomaba su mano, él dedo índice de él rosaba con el dedo meñique de ella y allí lo sentía, eso la hacía suspirar, porque no soportaba el impulso de levantar su meñique y hacer círculos con la yema del mismo sobre el pequeño callo, era tonto pero muchas veces se descubría haciéndolo sin pensarlo.

    Al llegar a los establos, Espinaca estaba junto al lindo Apio, Penélope puso sus brazos sobre la madera de la Caballeriza y sonrió -Mira que lindos se ven Lu - Louis pasó sus manos por su cintura, abrazándose a ella, Penélope enseguida puso sus manos sobre las de él y sus ojos se humedecieron, Louis se movió y apoyó su mentón en la cabeza de ella, haciendo que sus cuerpos estuvieran muy cerca, su espalda en el pecho de él-

-Apio está creciendo muy rápido -Se lo diría, ella quería decirlo, ya era el momento de que supiese sobre el bebé y esa era la razón por la que quería que estuviesen a solas. Mientras observaban a Apio y Espinaca, Penélope solo podia sentir la forma en que la mano de él reposaba en su vientre, era el primer contacto real, a pesar de que él aun no supiese, era el primer acercamiento de Louis a su hijo. Ella apretó su mano y levantó su rostro para besar su mentón-¿Sabes que deberá ser un paseo corto Penny? Espinaca debe permanecer junto a Apio y -Bufó- Perdona -Agitó su cabeza- Todavía no me acostumbro a la elección del nombre- Penélope comenzó a reír mientras todavía se abrazaban- Deben permanecer cerca, madre e hijo, y si damos un paseo, él irá tras ella -Penélope levantó su cabeza y lo observó curiosa-

-No sabía tal cosa ¿No puede alejarse?

-Podría, pero no lo hará, Apio es muy joven aún, solo un mes y pocos días, él irá tras ella, y ella intentará permanecer donde él esté -Penélope hizo un pequeño puchero-

-Eso es muy tierno Lu -Él besó su cabello mientras ella veía atentamente como Apio caminaba tras su madre-

-La encillare para ti -Louis intentó soltar su agarré y ella lo detuvo-

-No quiero que dejes de abrazarme, además, Tú no sabes hacer eso

-¿Encillar un caballo? -Penélope asintió-

-De hecho, sé cómo se hace -Penélope lo miró y entrecerró sus ojos-

-¿Lo haces?

-Sé hacer muchas cosas que los caballeros con título no.

-No seas tonto

-En realidad si, mucho más que cualquier hijo mimado de familia pudiente

-¿Sabes que soy una hija mimada de familia pudiente y mi padre tenía un título? -Louis saltó, su lengua fue un poco larga- Entonces si yo fuese hombre ¿Te considerarias más que yo solo por encillar a un caballo sin necesidad de un mozo?

-Oh no, nunca dije tal cosa -Penélope se giró-

-Finjamos que soy hombre -Ella intentó cambiar su semblante e hizo gestos tontos haciéndolo reír- ¿De qué habilidades tienes la capacidad de echar mano que yo no?

-Eres el hombre más bonito que he visto

-Señor Young -Se cruzó de Brazos mirándolo con seriedad-

-Podría prender una fogata para tí, cortar leña, amansar caballos, pescar o cazar aves, ordeñar vacas o construir pequeños refugios -Penélope se quedó quieta unos segundos-

-¿Tú sabes hacer todo eso? -Él asintió- ¿Cómo es que? -Y lo recordó, a veces lo olvidaba y solo tomó su mano y lo haló hacia ella- Bien -Blanqueó sus ojos- Soy mujer de nuevo, tú ganas. Pero ¿Construir refugios como? -Louis se comenzó a reír-

-En mi adolescencia solía estar más con los mozos y criados que en casa, entonces, aprendes muchas cosas. Unos seres tan curiosos como tú y yo somos muy hábiles aprendiendo de lo que vemos- Penélope le dio un golpecito en el pecho-

-Solo alardeas, no te creo nada de lo que dices -Louis comenzó a reírse-

-¿Quieres verme ordeñar una vaca?

-¿Qué tal cortar leña? -Louis se sorprendió por sus palabras- Sin camisa

-Oh bien ¿Me estas retando? -Ella lo haló de la camisa acercándolo peligrosamente a sí misma-

-Depende de que tan bien cortes la madera

-¿En verdad no me crees? -Se acercó a ella-

-No lo sé -Dio un corto beso en sus labios- Debería verlo por mí misma -Justo cuando Louis comenzó a mover sus manos en dirección al sur, un Carraspeó se escuchó en el pasillo y ambos giraron alejándose-

-¿Hyacinth? -Penélope observó a la chica, era extraño que estuviese allí y sin avisar-

-Lamento el ser inoportuna, yo deseaba hablar contigo sobre algo Pen, si era posible -La joven se inclinó- Señor Young-

-¿Cómo está Señorita Bridgerton?

-Muy bien, gracias mi Lord

-Prepararé a Espinaca y la llevaré a dar una vuelta mientras hablas con ella

-Gracias Lu -Penélope caminó hasta la chica -¿Sucedió algo Hy?

-Yo, extraño a mis Hermanos, he estado muy sola y no tengo con quien hablar

-¿Tú madre sabe que estás aquí?

-No, pero por favor no me reprendas por ello. Eloise está en su luna de miel, Daph está muy ocupada con los niños, Benedict está en My Cottage, no he visto a Fran hace mucho, Colin está confinado en su lugar de soltero y Gregory -Su voz se quebró- pensé que nunca diría esto pero lo echo de menos -Penélope la abrazó -Hace dos semanas se fue a Eton y lo extraño.

-Oh Hy, es normal que te sientas sola, en especial si solías estar rodeada de tantos hermanos. Pero ven conmigo -Le tomó la mano y ambas caminaron hasta donde Louis acariciaba al potrillo de Espinaca -¿Lu podrías darme tú pañuelo? -Él enseguida sacó uno de su bolsillo y lo puso en su mano, Penélope secó con cuidado las mejillas de Hyacinth y ella los miró a ambos-

-Lamento arruinar su pañuelo Señor Young- Él agitó su cabeza-

-La idea de llevar un pañuelo es por si una dama lo necesita -La chica sonrió-

-Ya veo porque conquistó a nuestra Pen -La pelirroja miró a Louis y le guiñó un ojo-

-Él es una fuerza mayor -Ambos rieron, Penélope envío un criado a la casa Bridgerton, informando de la presencia de Hyacinth en su casa. Aunque sabía que informarle a Louis de su embarazo ya era algo que se había retrasado demasiado, quería decirle cuando estuviesen solos y en un momento que considerase especial, lo cual estaba sucediendo. Él ayudó a subir a Hyacinth a Espinaca y ella dio algunas vueltas con Apio tras ellos. Louis y Penélope observaban la escena desde un extremo, había un árbol con flores bajo el que estaban, Louis estaba apoyado a la madera del corral mientras Pen estaba sentada a su lado, él estaba concentrado observando a Apio intentar trotar tras su madre, era algo torpe y Hyacinth llamaba su nombre dulcemente. Hojas caían de forma tranquila sobre la tierra y el sol generaba pequeños rayos que se colaban entre las hojas e iluminaban los lacios mechones rubios del hombre a su lado, ella se levantó y tomó su mano pasándola sobre su vientre- ¿Sabes que te Amo?

-¿Lo haces? -Preguntó sonriente-

-Oh Señor Bell o Señor Young, lo Amo -Él se inclinó y la besó con delicadeza, intentó mover su mano de donde ella la sostenía y Penélope se alejó- ¿Qué haces?

-¿Qué he hecho?

-Alejas tu mano

-Solo intentó posarla sobre tu cadera

-Pero quiero que estés cerca del bebé -Louis parpadeó, abrió y cerró su boca unas cuantas veces, observó sus ojos y luego sus manos y luego sus ojos de nuevo-

-¿Penny? -Ella no lo soportó ni un segundo más, las lágrimas comenzaron a salir una tras otra mientras se reía al unísono-

-¿Eres feliz por ello? Tú ¿Lo estás? -Él parecía no haber comprendido y ella tomó su otra mano y lo hizo tocar su vientre con ambas- Es real, el médico me lo ha dicho. Tu y yo tendremos un Hermoso Varón o una Adorable Niña- La mirada de Louis se nubló, su rostro se puso muy rojo y apretó sus labios para luego soltar el aire, movió su Mano en su vientre y no apartó su mirada de allí -

-Esto es -Una lagrima se deslizó por su mejilla y ella la limpió con su pulgar- ¿Vamos a tener un bebé? -Ella asintió y Louis estalló en Felicidad. Sentía que estaba en un sueño, que despertaría y que se perdería de los sucesos más importantes, pero era real y solo hablaba demasiado rápido siguiendo los flujos imparables de sus pensamientos- Penny hay que comprar todas las cosas para ella -La tomó de la cintura y la giró en el aire haciéndola reír-

-¿Para ella?

-Será una niña

-Pero ¿por qué?

-Lo sé -Él miró sus ojos con demasiada confianza-

-No podrías saberlo, ni siquiera el Médico lo sabe

-¿Qué nombre elegiremos para ella? -Penélope abrió sus ojos-

-¿Y si es niño?

-No lo creo -Ella se giró y él la tomó en sus brazos-

-Aún falta mucho para ello, a penas se está notando -Louis puso su mano de nuevo en ese lugar y de seguro lucia como un lunático con la sonrisa más amplia y los ojos bañados en lágrimas-

-Quiero que sea igual a ti -Penélope miró a Hyacinth caminar hacia ellos y palmeo la mano de él para que se alejara un poco-

- ¿Qué tal Lucy? -La jóven les sonrió a ambos-

-¿Lucy?

-También quiero que sea Niña -Hyacinth les sonrió animada-

-¿Lo escuchaste?

-Yo soy buena escuchando -Louis comenzó a reír entre dientes-

-Eso me recuerda a alguien que solía ser muy buena escuchando

-¡Louis! -Él levantó las manos al aire en señal de rendición-

-Si es niña me mudare con ustedes, a menos que me case en mi primer año de debutante -Abrió sus ojos como platos- ¿Pen crees que encuentre esposo tan rápido?

-Es posible, de seguro todos caerán ante sus encantos Señorita Bridgerton- Hyacinth se cruzó de brazos ante las palabras de Louis-

-Mamá dice que hablo demasiado

-El que presente quejas por ello se verá obligado a enfrentarme a mí y a mi enorme vientre de embarazada-

-Oh nadie quiere ver a esta mujer enojada -Louis abrió sus ojos con susto- Hace unos días me hizo comer un panecillo del piso -Las mujeres se tomaron del brazo entre carcajadas-

-Fue tu culpa Lu, no lo podías desperdiciar -Penélope con su mano libre sostenía la de Louis y así caminaron a casa, Hyacinth los observó unos segundos y pensó que eran las personas más felices que había visto en su vida, sonreían como cuando Gregory lograba hacer su peor travesura o peor aún, como cuando a Colin le ponían un plato de galletas en las manos, se encogió de hombros, y pensó "Entonces así debe ser el amor, parecer tontos viéndose uno al otro" Después de todo, ha visto esa mirada en Anthony cada vez que ve a Kate, como si dos canicas reemplazarán sus ojos, bailando sin parar tras ella. Y así lucían ellos, demasiado perdidos por el otro, como cuando Benedict aspiraba ese polvo morado. 

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Al fin pude usar esta canción, soy Feliz.

Sra. YoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora