Cordero

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       Débiles trazos se extendían por el pálido papel en el escritorio, su mano temblaba sin parar y no entendía la causa, más allá de sus lágrimas no había razón para que temblasen, quizás la ira era la causa, o el punzante descontento que la arropaba. Nunca se consideró tonta, jamás se vio a sí misma como una mujer carente de razón, pero ese día se había convertido en una tragedia, donde no sólo pudo vislumbrar realmente lo poco analítica que había sido, o más bien dejándolo pasar, permitió ser envuelta en una trampa.

     Era claro como el cristal, copas llenas con un líquido trasparente que en un instante se volvió en un espeso y turbio veneno. Sin embargo continúo, quizás decidió sólo caminar sobre ellas y dejar que su propio peso las rompiese, permitiendo que el vidrio traspasara su piel y la sangre corriese bañando el suelo, que el veneno entrase a su torrente sanguíneo y la intoxicase.

Dos Horas Atrás

       Todo sucedió en segundos, escuchó la voz de Colin decir que no quería dejar de verla, que no quería alejarse, mantuvo la certeza de que sus palabras venían impulsadas por el apego amistoso que habían de alguna forma recuperado en los últimos días de intercambio en palabras. Lo dejó abrazarla, porque su cercanía no le afectaba, porque su toque después de todo no originó ninguna sensación extraña en ella, porque estaba segura de que podía confiar en él. A pesar de ello, una parte minúscula en su interior lo sabía.

       Ella era consciente de la inclinación de Colin a desear más de su persona, a verla como si quisiese desentrañar aquellos sentimientos que su corazón olvidó hace mucho, podía distinguir en sus ojos el desenfrenado apetito que solo había visto en la mirada de su esposo, pero ¿Por ella? Y eso fue lo que siempre la mantuvo insistiendo para si en que estaba algo confundida, que tal vez él vio sus atributos y figura desde otra perspectiva y como todo hombre tuvo pequeños deslices con su mirada.

       Pero sentir los labios de Colin presionarse en su piel, su boca abriéndose mientras la húmeda lengua dejaba rastros en su cuello, eso, la paralizó. ¿Qué estaba haciendo? ¿Qué era lo que él quería hacer y por qué? Sus ojos se abrieron y todo su cuerpo comenzó a tensarse. Ella esperaba un afable abrazo y una despedida amistosa y él, él estaba a punto de llegar a su escote con lánguidos moviéndose que ¡Ohhh No! Esto se estaba saliendo de control, en definitiva no se sentía bien con ello y ni siquiera sabía cómo moverse porque su peso la mantenía atrapada -Por favor Detente Colin- Su cuerpo cobro vida e intentó alejarlo, pero él parecía no escuchar, sus brazos yacian envolviendo su cintura y no parecía querer soltarla -¡Colin Bridgerton Sueltame ahora mismo! -Gritó empujándolo con fuerza- Él se quedó mirando sus ojos, su pecho se movía sin sentido, la confusión se difuminaba con el malestar y lo vio acercarse de nuevo-

-Esto me adsorbe - Dijo él tomando sus manos, su toque la hizo tragar con fuerza, no lo entendía- Me pierdo en el pensar de que pudiste ser mía, me agobia saber que amas a otro que no soy yo, me duele pensar en esa mirada tuya que antes era solo mía -Movió su cabeza y apretó sus ojos- No sé como luchar contra la Insatisfacción, yo, yo pude tenerte pero mi ego no me dejó ser feliz, mi miedo me retuvo y mi intento de libertad me encadenó a la miseria -Ella no sabia qué decir, ella no, su mente no lograba entender del todo, se perdió en el tumulto de palabras - Penélope dime algo -Alejó sus manos del agarre de Colin y tomó tanto aire como le fue posible-

-¿Quién diría que estaríamos aquí? Yo que por años anhelaba una sonrisa tuya, que incesante buscaba la razón para acercarme, que pensaba que el amor por tí no se acabaría. ¿Quién diría? -Sus ojos se húmedecieron-

-Aún podríamos Pen -Quizo acortar la distancia que ella impuso pero la mujer lo detuvo-

-¿No lo entiendes verdad? -Sonrió amargamente- Tú mismo lo dijiste, lo Amo, y lo sabes -Colin bajó su cabeza hundiéndose en el reconocimiento de sus pasados actos- Colin yo confíe en ti nuevamente, yo te permití volver a ser mi amigo -Una solitaria lagrima se movió por su mejilla- Tú no tienes derecho de hacer esto -Negó con su cabeza- ¡Dios! Soy una completa tonta -Giró su cuerpo dándole la espalda, para luego volver a encararlo con una furia que le retorcio las entrañas- Dices albergar sentimientos por mi porque ya no puedes tenerme, cuando ya no estoy al alcance de tus manos y mi atención no gira en torno a lo que haces -Él casi saltó sobre ella provocandole un susto y lo siguiente que escuchó de sus labios la destrozó-

-Te Amo Penélope- Su corazón cayó- Y mi conocimiento de ello es inocultable -Sus ojos bajan a sus labios - Lo sentía desde antes de conocer que te habían desposado, y lo siento desde hace tanto que me acostumbré a ello, sin saberlo Te Amaba y Te Amo aún mas ahora que lo sé. Penélope no hay nada que me haga mas feliz que tenerte cerca- Colin tomó sus hombros y su rostro siguió su línea de visión, ella se giró y sus labios cayeron en su mejilla, y entonces lo alejó de ella en un empuje leve sobre su pecho.

      Todo esto fue una especie de juego en donde él intentó atraerla hacia él, una historia tonta que se creyó por completo, y eso la enfurecia hasta el fondo, porque arriesgó mucho, demasiado por él, porque ella solo deseaba ayudar a que como ella, él se sintiese útil y con un propósito *Qué decepción* Pensó para si misma, depositar tanto de ella en un supuesto sueño que para él sólo fue un artilugio para seducirla, su mano bajó a su vientre como últimamente era su costumbre y las palabras fluyeron-

-Estoy Embarazada- Confesó de forma Serena y eso pareció derrumbarlo. Fue su turno de continuar. Aunque no se consideraba particularmente cruel, estaba al borde de estallar. Si él seguía hablando, ella diría palabras hirientes, si lo seguía escuchando, tocaría esa fibra que estaba vibrando de intensidad y no era correcto hacerlo en ese lugar -Doy por culminada mi participación en su libro Señor Bridgerton, espero tenga una buena Vida -Su cuerpo se movió a una velocidad que no creía posible, evitando el terrible desenlace que sabía se daría si permanecia un segundo más frente a él, porque quería gritarle, en cambio abrió la puerta y con paso firme abandono la Casa Bridgerton sin mirar atrás.

...

     Louis salió de su estudio luego de que uno de sus clientes al fin lograse poner sus cuentas en orden, estaba oscureciendo y solo quería tomar un baño y cenar, ni siquiera le parecía provechoso bajar a cenar, pues los últimos días lo habían agotado, más bien necesitaba relajarse y volverse parte de las sábanas.

      Suspiró al subir las escaleras, demasiadas horas sentado comenzaban a causarle molestias y por su bien, solo quería que la temporada baja abriera sus puertas para irse por un tiempo a algún lugar tranquilo donde pudiese disfrutar del aire fresco y ausencia de las adoquinadas calles de londres. Abrió la puerta de la habitación que compartían él y Penélope, para encontrarse con que no estaba allí. La noche anterior fue realmente algo que necesitaba y su conversación con ella logró que la neblina que estaba empecinada en nublar su mente, fuese dispersada.

     A pesar de querer arrastrar su cuerpo a la tina, la cuál George ya se había encargado de hacer preparar para él, quería saber del paradero de la escurridiza mujer de cabellos rojos por la que estaba perdido. Lo que lo hizo retornar y descender las escaleras para encontrar a Julia hablando con él mayordomo en la puerta.

-Oh Louis, que bueno verte -Ella caminó hasta él con una sonrisa- He estado buscando a tu esposa todo el día con el fin de preparar la cena de esta noche y no he logrado dar con su paradero-

-Encárgate de ello Jul

-Si bueno, está demás decir que es la Señora... -Blanqueó sus ojos- De esta Casa. Por tanto debería encargarse ella misma de los preparativos de la cena, mucho más si se trata de su propia familia la que ha sido invitada -Unos ligeros pasos se escucharon venir desde el Salón y la figura de Penélope emergió-

-Me he encargado de todo, desde ayer de hecho- Ella caminó hasta Louis y subió su mano hasta el moño de su camisa para enderezarlo un poco- Han preparado una amplia variedad de aperitivos -Sonrió hacia su "Hermana" -He pedido cordero relleno con setas, en una salsa de naranja y como postre una Bakewell Tart -Las manos de ella aún seguían sobre Louis, sabía que eso enfurecia a Julia y debía admitir que lo disfrutaba-

-Eso suena demasiado bien -Exclamó Louis mordiendo su labio inferior. Ambas mujeres, lo observaron sonrientes-

-Lu, solo hace falta que rescates un buen vino para que el alcohol pueda sofocar cualquier inquietud de mi madre -Louis no pudo contener la risa, lo cual hizo que Julia se fuera sin decir una palabra- Parece que está muy animada -Sonrio Penélope al ver a la mujer retirarse. Louis arrugó su frente y puso su mano en la de ella-

-Solo quiero ver su rostro cuando el flamante cortejante de Lizzie se abra paso por el comedor y ocupe el puesto a su lado -Penélope se sorprendió por sus palabras-

-¿Lo has invitado?

-Lizzie me lo pidió Penny, por supuesto no me negué a ello. Nunca entenderé porque Julia se empecina en alejar a Lizzie del Joven Taylor -Penélope sonrió con ternura y dejó un pequeño beso en la mano de él que sostenía la suya sobre su pecho-

-Tal vez tengamos la fortuna de que dos buenas noticias se den esta noche- Susurró ella-

-¿Crees que? -Penélope asintió-

-El Chico se ha esmerado mucho en ganar el corazón de Lizzie, yo misma lo he visto

-Espero lo haga bien, o lo enterrare vivo en el jardín -Penélope no pudo evitar soltar una fuerte carcajada-

-No hará falta -Dijo entre risas- Pero, me ofrezco a sostener tu pala en cualquier caso- Louis le tomó la mano y comenzaron a subir las escaleras -¿No es de esperarse que ya estuvieses preparándote para cenar? -Ella lo observó sopesando-

-Estaba en mi Habitación de lectura, escribí algunas cosas -Él asintió- Pero si, debi prepararme con antelacion, bien sabes que las mujeres suelen tardar más tiempo en prepararse y mucho más si serán protagonistas del anuncio de su embarazo -Entraron a la habitación y él no pudo extender más su agonía-

- No te he besado desde tempranas horas de la mañana, creo que la cena puede esperar un poco -Extendió su mano hasta su vientre y acarició con reverencia mientras se inclinaba para besar su boca unas cuantas veces-

-Solo tienes unos minutos antes de que Evie derribe la puerta -Louis la acercó a él y besó sus labios una y otra vez- Lu- dijo con suavidad- ¿Puedes abrazarme? Solo quiero un abrazo que me haga olvidar todo lo malo, que me de esa sensación de felicidad indefinida que solo obtengo de ellos -Él hizo lo que pidió y la acercó a sí mismo-

-¿Eso es lo que te generan mis abrazos? -Ella solo asintió-¿ Pensé que tal vez despertaban algo más en ti? -Ella tomó algo de distancia para mirar su rostro-

-Eres un tonto -Golpeó su hombro-

-No lo creo, si fuera un tonto -Carraspeó- No hubiese conquistado a una tal Whistledown -Ella reprimió una risa-

-Das los mejores abrazos -Se pegó a él- Y los mejores besos -Hundió uno de sus dedos en su estómago haciéndolo sobresaltarse- Y me gustas todo tú -Ella lo haló de la chaqueta y pasó sus manos por su cintura, ambos intentaron volver a unir sus labios pero un llamado a la puerta los interrumpió- Te lo dije -Lo miró con Infulas de grandeza- Ella es muy puntual

-Deberia enviarla a dormir, al igual que a tu familia, a mis hermanas y al cortejante de Lizzie -Penélope caminó a la puerta y la abrió mirándolo con desaprobación-

-Bueno Señor, creo que ha invadido mis aposentos y ahora me veré en la obligación de echarlo -Penélope hizo una inclinación. Hace algún tiempo no jugaban de esa forma y siempre fue algo que disfrutaban hacer, Louis le sacó la lengua y se dirigió a su habitación con la intención de arreglarse-

...

      Penélope bajó justo a tiempo para recibir a su madre y Hermanas, la mesa estaba bellamente dispuesta y su madre, hermanas y cuñados tomaron asiento. Una Julia con agrio semblante se sentó junto a Lizzie y por supuesto el Joven Taylor adornaba las mejillas de la más pequeña de los Young con su presencia. Louis se sentó a la cabeza con Penélope a su lado y entre palabras corteces y sonrisas, degustaron de la cena. Penélope estaba algo nerviosa, ella y Louis no hablaron mucho de cómo hacer pública la buena noticia, Penélope fue quien sugirió hacer esta cena y realmente solo hubo un día para planificar todo, pero pensando en todo lo que aconteció con Colin y el trabajo de Louis, ella no se tomó el tiempo de especificar como quería que sucediese.

       Entonces cuando pasaron al salón y Louis levantó su voz y tomó su mano llamando la atención de los presentes, ella sintió que sus piernas temblaban. No entendía ¿Por qué? De hecho en cierta forma estaba ansiosa porque todos supiesen, en especial su madre porque, bueno, ella la había obstinado con que debía darle un hijo a su esposo, pero, realmente su bebé estaba muy lejos de estar en su interior por deber, jamás sería un deber algo que anhelo tanto y ahora solo podia transpirar amor por ese pequeño ser que crecia dentro de ella.

-Es un verdadero honor para nosotros el que nos acompañen esta noche, Penélope se ha esmerado en verdad con la increíble cena de la cuál disfrutamos -Sonrió él, besando el dorso de su mano- Les extendimos la invitación con el fin de hacerles conocer una noticia que nos ha llenado de Felicidad -Miró a su esposa con total admiración para luego ver el rostro de los presentes- Es para ambos de sumo gozo compartir con nuestros más allegados que estamos en espera -Louis dejó que su mano se deslizará hasta el casi imperceptible bulto en el vientre de Penélope y los aplausos se hicieron audibles en la habitación-

-Oh Pen estoy tan feliz por ti -Los brazos de Phillipa la envolvieron y ella le sonrió ante la muestra de afecto. Prudence en cambio se acercó y la felicito desde la distancia. Lizzie arribó en los brazos de su nueva hermana y por un momento olvidó sus modales al apretar a Louis en sus brazos-

-En verdad deseo que sea muy fuerte y saludable -Dijo mirando a ambos. Penélope vio a su madre acercarse y pudo notar el brillo en sus ojos-

-Es una de las mejores noticias que me han dado-Tomó las manos de Penélope- Quisiera hablar contigo unos segundos -La Pelirroja asintio y tras los buenos deseos de sus cuñados, caminó por el pasillo hasta llegar al estudio de Louis, abrió la puerta y la invitó a sentarse en el sofá-

-¿Qué sucede madre? -Portia tomó un poco de aire y espabiló algunas veces-

-Estoy Orgullosa de ti -Los ojos de Penélope se abrieron -

-¿Tú lo haces? -La mujer asintió-

-Se que no hemos sido las más cercanas y que en ocasiones mi dureza ha hecho que sientas que no te aprecio -Puso su mano sobre la de Penélope- Pero, haz logrado mucho. Tú has podido sobrellevar muchos obstáculos en el camino y aún así, encontraste la forma de salir invicta de ellos -Eso la puso por demás sensible, en verdad era algo que no pensaba escuchar, ella nunca pensó que eso saldría de la boca de su madre- No hablaré demasiado, ni tampoco lloraré, porque no es lo que yo hago -Sonrió quitando una de las lágrimas que cayeron en las mejillas de Penélope- Pero, quiero que sepas que creo que tú libro es increíble

-¿Lo has leído?

-¿Como es posible que mi hija escribiese un libro y yo no comparara una copia? -La risa de ambas inundó la habitación- Eres Feliz, tus hermanas lo son -Tragó y pestañeó de nuevo - Creo que ya me puedo dar por bien servida -La joven trató de contenerse, pero era algo imposible pues su embarazo hacía que cualquier mínima cosa la desbordara en lágrimas y para su sorpresa su madre la abrazó, ella lo hizo -

-Estoy demasiado sensible por causa del bebé

-Eso está bien, al menos no quieres lanzar cosas a todo el que se cruza en tu camino

-¿Eso te sucedió?

-Ya estas preguntando demasiado y sabes que me agobia -Penélope agachó la cabeza que seguía pegada al hombro de su madre y contuvo una sonrisa, su amabilidad más bien se había extendido mucho-

-Lo lamento

-Controla esas lágrimas y vayamos allí afuera -Le dio unas palmaditas en la espalda lo que Penélope entendió era un comunicado no verbal para que ya no la abrazara y levantó su cabeza -Eso fue tonto, pero lindo -Portia Sonrió- Ahora bien, deberías decirme cómo se hace ese Pan Escocés que comimos esta noche -Penélope comenzó a caminar de vuelta al salón con su madre y se sentía increíblemente Feliz, demasiado Feliz, todo era completamente perfecto y su corazón saltaba de Felicidad, si así sería todo de ahora en más, estaba segura que permanecería con una sonrisa cada día.

        Sin embargo, como todo momento feliz, había algo que debía dañar su increíble ánimo. El sombrío rostro de Julia la aterrorizo, nunca había visto esa mirada en sus ojos, era tétrica, como si la estuviese poseyendo un ente maligno. La mujer elevó su vino y con voz firme dijo -Es una Increíble noticia Hermana -Bebió de su Vino -Solo me pregunto... ¿En verdad Louis es el Padre?

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Holaa

 Estoy intentando actualizar los fines de Semana, entonces, hasta el proximo. Esto va largo ya, pero si, estamos llegando a su final. Por cierto, esa cancion es magnífica, ya a este punto se dan cuenta que Amo a Adele Jaja 

Sra. YoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora