Louis espero dos días, Penelope de seguro regresaría a la Biblioteca o al menos lo haría por su manuscrito, pero no regresó. Decidió asistir a uno de los bailes, debía al menos ser honesto sobre su pequeña omisión de su apellido y afortunadamente al entrar al lugar la vio con un vestido rosa que la hacía lucir como un sueño. Pen estaba junto a su tía, ambas hablaban sobre como el Marido de Felicity había pedido su mano, y de pronto todo la sala se quedó en silencio, ella giró su cabeza pero su tamaño le impedía ver lo que ante los demás era un suceso que les quitaba el habla.
-Es el Señor Young-Escuchó mencionar a una de las Damas-
-Pero si el nunca asiste a los bailes -Penelope vio como varias Damas llevaban a sus hijas a tropezones para presentarlas con él-
-Creo que esta vez desea casarse, de seguro todas las Señoritas harán fila -Penelope dejó de mirar hacia él, debió imaginarse que por eso odiaba asistir a los bailes, lo tenían atrapado en la puerta de entrada-
-Despues de la Señorita Adeen nunca más asistió a los bailes
-¿Señorita Adeen? -Penelope preguntó-
-El Señor Young la cortejo por un año entero, y ella se fugó con un Caballero, fue una pena ¿Quien deja plantado a alguien con tan buena posición para casarse con un don nadie-
-Creo que el Amor hace eso -Acotó perdiéndose entre las personas para buscar un refrigerio. Entonces por eso el había dicho que tenía años sin bailar, era triste, aunque no sabía la historia del todo, tal vez el siquiera sentía algo por la joven. Tomó la limonada y la llevó a su boca-
-Señorita Featherington luce usted Magnífica esta noche -Por supuesto esa voz ya era conocida por sus oídos y solo confirmó que era Young al ver su rostro sonriente ante ella-
-Señor Young -Se inclinó-
-Creo que le debo una disculpa -Pen miró a los lados
-Parece que tuvo un escape triunfal de las madres casamenteras -Nadie parecía notar que él estaba allí-
-Casi me asfixia tanta tela a mi alrededor, pero ¿Cómo ha estado?
-Muy Bien -Su desinterés era evidente, respondía cada cosa como si él no estuviera allí-
-Me evade
-Recuerdo haberlo escuchado decir que le gustaba que yo no supiera quien era usted, no entiendo que es lo que quiere de mi -Louis rodó sus ojos-
-¿Podría acompañarme al jardín?
-¿Con qué fin? -Ella lo observó fijamente-
-Señorita Featherington no quiero ser acosado por una manada de madres empeñadas en presentrame a jovencitas que no hacen mas que hablar sobre costura -La miró asustado y ella tomó su brazo, le causaba curiosidad escuchar su escusa por mentir sobre su nombre. Cuando llegaron a un lugar medianamente solo, él tomó su mano enguantada y dejó un beso en su dorso, con ese debil contacto una corriente se esparció por todo su cuerpo y tragó saliva agitada- Quería decirle que tengo una buena escusa para haber mentido
-No existen buenas escusas para omitir la verdad deliberadamente y sin ningún buen fin- Dijo ella jugando con sus manos, la invadían unos nervios inusuales al hablar con él y siempre había sido demasiado tímida, debía dejar de serlo y con él parecía que sus ataques de valentía eran muy comunes. Lo vio a los ojos- Señor Bell o Señor Young, creo que usted tiene algo que es mío, y quiero que me lo regrese
-¿Su manuscrito?
-Si
-¿Podria usted dejarme hablar sobre la razón por la que mentí?
-No quiero escucharlo -La quijada de Young casi llega al suelo y Pen se veía muy serena-
-Realmente nunca había conocido a alguien como usted
-Gracias, ahora por favor ¿Me devolverá mi manuscrito?
-Me temo que eso será imposible- Penelope frunció el ceño- Establecere el contrato con usted ahora mismo, él extendió su mano para que ella la estrechara, pero no obtuvo respuesta, hasta que ella de pronto habló-
-¿Está queriendo decir que publicará mi historia?
-Por supuesto Señorita Featherington, es muy buena, lo único que hace falta es que me de un final.
-¿Y no quiere cambiar nada?
-No, es perfecta tal como va -Pen espabiló, pensó que tal vez diría que el personaje principal era atrevido o que debía adaptarse más a las costumbres de la época- ¿Le gustaría que su libro sea publicado por nuestra editorial?
-Oh Dios Claro que si -Sus ojos se llenaron de lágrimas, eso era lo único que quería en su vida, cumpliría su sueño- Estoy tan feliz que lo abrazaría -Él sonrió ampliamente- Espere ¿No querrá algo a cambio por publicar el libro o si?
-Señorita, este es un contrato, claro que debo obtener algo a cambio -Y aquí venía-
-¿Qué desea a cambio?
-Su firma en mi contrato, después de todo debo asegurarme de que me dará un buen final
-Pensé que pediría otra cosa
-Siempre mal interpreta mis intenciones
-Creo que no ha ayudado mucho a que su palabra sea creíble
-Permitame aclararle eso
-Señor Young -Chasqueó su lengua- Oh Dios que extraño es decirle así. No debe disculparse, de verdad no tiene importancia -Él dio un paso hacia adelante-
-En realidad si la tiene Señorita, y tiene mucha importancia, porque quiero conocerla, lo dije durante la velada pasada
-¿Por qué quiere conocerme? -No entendía la insistencia del hombre-
-Porque usted me ha parecido Cautivante
-No me considero alguien con dicha característica -Estaba comenzando a sentirse nerviosa de nuevo-
-Pues lo es, y en todo el sentido de la palabra -Pen apretó sus labios-
-No entiendo
-Es simple, me parece hermosa -Penelope choco sus ojos con los de él ¿Acababa de decir que era hermosa?- Nadie se había atrevido a hablarme en la forma en que usted lo ha hecho -Penelope se echó a reír-
-Creo que he sido muy mal educada
-Y eso es sin dudas algo que no pasa con las personas que conocen quien soy, es interesante el como no tiene pelos en la lengua. Si hubiera sabido quien era yo desde el inicio ¿Me hubiera tratado de la forma en que lo hizo?
-No lo sé, de seguro no
-Lo ve, por eso quería guardarme mi nombre -Penelope entreabrio sus labios para tomar aire, Louis era diferente a lo que había conocido antes, y ningún Caballero le había dicho que era Hermosa en toda su vida - ¿Le gustaría bailar? Escucho un Vals
-¿Podríamos bailar aquí? -Preguntó ella y Louis le extendió su mano-
-Me disculpo de ante mano si llego a pisar sus pies -Él la tomó de la cintura y se acercaron, comenzaron a dar pequeños pasos, la cercanía era agradable, Pen sentía todo su cuerpo temblar, el Señor Young tenía grandes manos y la tomaban con delicadeza de su mano y cintura-
-Es buena pareja -Dijo mientras lo escuchaba contar cada uno de sus pasos-
-Creo que hay cosas que nunca se olvidan, aunque si escucha susurros es porque contar me hace recordar el paso siquiente -La mirada de él estába puesta en sus ojos, y por un momento se quedaron en silencio sin dejar de mirarse, el azul de sus ojos uno frente a otro y cuando la música acabó él se inclinó-
-Gracias por no pisar mis pies -Louis sonrió al escucharla-
-Una cuadrilla si tendría un desenlace fatal
-Podríamos intentarlo
-No quiero que se vaya de aquí con uno de sus pies lastimados -Él puso ambas manos tras su propia espalda-
-No creo que pise tan fuerte
-¿Ha visto sus pies a caso Señorita Featherington? -Ella levantó levemente su vestido enseñando su pie-
-¿Sucede algo con ellos?
-Son tan pequeños, como todo en usted -Tosío- No me ha contado como le va con su lectura
-Ah, él libro - ¿Cómo es que era tan lindo?- Ya lo he acabado
-¿Tan rápido?
-Oh Señor Young, me ha atrapado el sin igual desarrollo del libro, es trágico, terrorífico, contado de una forma magistral y fuera de lo común, creo que de alguna forma logré amar y Odiar a la criatura -Ella parecía apasionada por seguir contándole, pero se contuvo- No diré más, sé que aún no ha pasado de las primeras páginas.
-Se ha avivado aun más mi deseo por leerlo -Dijo con voz baja, desde que observó por primera vez a la Señorita Featherington pensó que tenía el rostro más angelical, verla bajo el Cristal de la Biblioteca hizo que luciera refulgenge, todo en ella le atraía de una forma irracional y su manera de hablar, la dulzura en su tono de voz, las palabras inteligentes que pensó no escuchar salir de la boca de una joven. Ella era la mezcla perfecta de belleza e Inteligencia absoluta, solo pudo concluir en su cabeza que Penelope era sin lugar a dudas la mujer más increíble que existía-
-Por favor hágalo
-Me encantaría poder hablar de él con Usted -Penelope miró que venían algunas personas hacia ellos-
-Sería un placer Señor -Estiró un poco su falda- Creo que es momento de volver dentro -Él asintió-
-¿La veré de nuevo?
-¿A caso no entrará de vuelta al baile? -Él miró las luces unos segundos-
-Yo, creo que me iré
-Parece que odia las reuniones sociales
-Mas bien los lugares con muchas personas
-¿Es por las madres tras usted?
-Nunca he podido disfrutar de un baile tranquilo, quisiera sentarme a ver a todos bailar y disfrutar de la mesa de refrigerios -Pen sonrió-
-Si eso quiere venga -Ella le ofreció su brazo y el lo tomó enseguida-
-Creo que hemos invertido los papeles
-Qué importa, lo verán conmigo y no sé van a acercar, nadie me conoce.
-¿Está segura? -Comenzaron a caminar dentro del salón-
-Lo peor que podría pasar es que crean que me está cortejando -Él la miró con complicidad-
-Sería un honor ser el afortunado en cortejar a tan espléndida Señorita - Esas palabras hicieron eco en los oidos de Penelope. Los recuerdos agolparon su mente "No cortejaria a Penelope Featherington ni en tus más locos sueños Fife" Él vio como su semblante decayó de un momento a otro- ¿Está usted bien?
-¿Lo dice en serio Señor Young? -Él se quedó pensativo-
-¿Se refiere a si la cortejaria?
-Me refiero a -Hizo una pausa- ¿Cree usted que un hombre sería afortunado al cortejarme? -Su expresión fue Contundente, como si fuera obvio, como si tan solo la pregunta que acababa de hacer fuera absurda-
-Señorita Featherington es usted una Joven fuera de todo paradigma conocido, nunca había visto a alguien como usted, desde su físico hasta su mente e inteligencia -Tal vez sería la conversacion más reveladora para sí misma, un hombre pensaba eso de ella, un hombre pensaba eso de Penelope Featherington. Un ápice de nostalgia se empezó a acrecentar en su interior, agrandando su tamaño, hasta llegar al punto en que una lagrima se escapó y cayó por su mejilla. Louis sacó su pañuelo enseguida - Disculpe si dije algo que la lastimó, por favor discúlpeme -Ella tomó el pañuelo y limpió la pequeña lagrima, negó con su cabeza y la sonrisa que salió de sus labios fue sincera-
-Jamás había escuchado a alguien decir palabras más hermosas sobre mi -Él bajó su mirada -
-Es usted eso y mucho más -Ahí frente a esa mesa de refrigerios, sintió como todo lo que antes había pasado en su vida desaparecía, el hombre frente a ella la veia desde una luz y perspectiva diferentes, sentía que sus palabras eran sanadoras, como envolver una venda sobre su corazón roto y la sinceridad con la que las dijo alivio el susto y miedo ante la incertidumbre de lo que deparaba para ella el destino. Hablaron durante horas, Pen descubrió que Louis era un aficionado a la lectura desde los diez años, él le contó sobre su familia y que había sido adoptado, hablaron sobre muchos libros, tenían las mismas inclinaciones en lectura y amaban la poesía. Todas las miradas estaban sobre ellos, el abogado y dueño de la Editorial más grande y prestigiosa de Escocia por primera vez después de años parecía interesado en alguien, y es que aunque no tenía un título su basta fortuna surgida de la nada lo hacían ser uno de los mejores prospectos para las damitas, además de que era muy Apuesto y con una reputación intachable. Cuando Penelope iba en el carruaje de regreso a su residencia su tía no pudo evitar preguntarle-
-¿Qué ha pasado con el Señor Young? Estuviste toda la noche junto a él -Esbozó una pequeña sonrisa que su tía había descubierto que existia en ella-
-Somos amigos
-¿Amigos? El libro que llevas días leyendo te lo obsequió él, recuerdo haberlo visto poniéndolo en tus manos
-No me está cortejando si eso piensa
-Pues parece que lo está haciendo
-No lo ha preguntado
-¿Crees que lo pregunte?
-Ha dicho que soy Hermosa -Su tía abrío sus ojos-
-Y él ¿Te parece Apuesto? -Penelope se quedó sopesando-
-No lo sé -Su rostro estaba serio, intentaba buscar la respuesta correcta-
-Te ves diferente junto a él, no parabas de sonreír y él no te quitaba los ojos de encima. Entre los dos se comieron la mitad de la mesa de refrigerios-
-Oh tía no exageres
-Los vi con estos ojos. El Señor Young es un buen partido, si lo quieres convencere al Señor Pearson de que lo invite a cenar mañana
-No tía por favor, no hay que presionar, he dicho que somos amigos. Si él está interesado se los dirá por si mismo -Sentía que vagamente la idea le ilusionaba, pero lo descartó en seguida-
-Entonces si te agrada -Alzó sus manos-
-Debo confesar que es extraña la forma en la que me siento estando con él. Es como si lo conociera hace mucho, tengo la confianza de decir cosas que jamás saldrían de mi boca ante nadie más -Lo había dejado hablando solo, llamado mentiroso con un trato absolutamente despectivo y declinado una de sus propuestas de baile, y aún así el quería conocerla más- Hemos pasado toda la noche hablando de libros
-No esperaba menos, el con una Biblioteca y tu loca por ellas -Penelope recostó su cabeza del asiento-
-Siento que nadie me había mirado de la forma en la que él lo hace
-¿Cómo?
-Como si yo fuera un acertijo indescifrable
-Oh querida eso es tan -Frunció el Ceño- No sé qué clase de mirada es esa, pero espero sea bueno -Penelope se echó a reír. Aunque no lo dijo, se refería a que él la miraba como si quisiera entender todo de ella, descubrir que había más allá. Durante esa temporada Penelope y Louis se volvieron muy cercanos, aunque el no había pedido cortejarla todos suponían que era un cortejo, pasaban horas hablando, leían juntos, paseaban y la biblioteca se convirtió en el sitio donde siempre se encontraban. Ambos se convirtieron en el refugio del otro, y aunque Louis para finales de la temporada ya se sabía completamente enamorado de Penelope, ella no daba señales de querer más que una amistad, lo cual lo hizo cohibirse de hablarle de la fuerza y dirección de sus sentimientos..
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¿Qué Opinan de Louis Young?
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Sra. Young
RomanceQuien te viera, ojos piadosos y cabello del color de un atardecer, quien te tocara, con esa piel de algodón y esas pecas envidiadas. Tu dulce voz, oh esa voz de angel que estremece mis sentidos, eres perfecta y aun así mis ojos se negaron a verte. E...