Sus pensamientos fueron en distintas direcciones, su pulso estaba acelerado y ese nudo del demonio volvía a sentirse con fuerza dentro de ella. Era la Petaca de Colin, eso significaba que él era quien frecuentaba el Invernadero mientras ella leía pero ¿Por qué?
- ¿Penny? -Ella lo observó inquieta -¿Sabes algo que yo no sé?
-Solo intento -Tragó- Digerir todo esto
-¿Entiendes porque no quiero que vuelvas aquí? ¿Y si ese hombre tiene intenciones de hacerte daño? Pondré vigilancia alrededor de la casa y si alguien se acerca haré que le disparen -Penelope pasó saliva-
-No creo que sea necesario Louis, yo me mantendré dentro.
-Debo hacerlo Penelope -Tomó sus manos, Louis lucia demasiado preocupado, nunca lo habia visto tan angustiado- Si algo te pasa moriría -Ella asintió y el la rodeó con sus brazos- Por favor ten cuidado -
-Estaré bien, lo prometo. No saldré sin ti o sin mi Doncella -Apretó la mano de él mirándolo a los ojos- Por favor no te preocupes demasiado, de seguro fue alguien borracho que se perdió en el jardín-
-Siempre minimisas las situaciones en donde puede peligrar tu salud Penelope, y sabes que nunca te impongo nada, pero esta vez se trata de tu seguridad y si debo cuidar de ti, te garantizo que no seré negligente ni por un instante -Ella rodó sus ojos. ¿Qué rayos hacía Colin espiandola? Ahora no podría continuar con sus lecturas por ese tonto-
-Esta bien, iré a visitar a mi madre- Ella se alistó con rapidez, tomó la petaca que Louis dejó sobre su tocador y subió al carruaje junto a su doncella, pero en cambio descendió directo a la Residencia Bridgerton, sabía que el estaría allí. Al bajar tocó la puerta y fue recibida enseguida, pidió ver a Colin y en poco tiempo lo tuvo frente a ella. Él estaba confundido por su inesperada visita, llevaba un traje azul oscuro y su cabello estaba en completo desorden-
-Pen ¿A qué debo el Honor?
-Sé lo que has estado haciendo -Colin frunció el ceño-
-¿Qué he estado haciendo?
-Te estás escabullendo en mi jardín- Colin saltó-
-Yo, no he -Ella sacó la petaca de su bolso extendiéndola-
-No lo niegues Colin, sé que esto es tuyo -Él sintió que todo caia ante él y tomó la petaca en sus manos -No sé por qué has estado visitando mi casa por las noches, y no quiero saberlo. Pero te pido que dejes de hacerlo, Louis piensa que es un ladrón o alguien que quiere hacernos daño y si regresas te atrapará -Ella lo dijo con demasiada seriedad y luego se dio la vuelta para irse-
-Pen espera -Ella se giró, con el enojo ardiendo en su rostro - Yo solo quería verte y descubrí que leías en el Invernadero- Ella abrío sus ojos como platos-
-Señor Bridgerton podía haberme pedido hablar, no era necesario que se escabullera en medio de la noche y se escondiera tras arbustos para verme, eso es por demás, extraño.
-Pen no me digas Señor Bridgerton
-Es lo correcto, así debe referirse una mujer casada a otro hombre que no sea su marido -Colin tomó su mano-
-Sabes que nunca me llamabas así y no creo que tengas que cambiarlo ahora -Penelope tenía la mandíbula apretada, estaba algo histérica por las cosas extrañas que estaba haciendo él-
-¿Por qué?
-¿Por qué? -Repitió él sin entender-
-¿Con qué fin te escondias allí? -Él se acercó a su rostro, su respiración era lo único que podía escuchar-
-Quiero ser tu amigo de nuevo, te extraño Pen y de alguna forma solo necesito estar cerca -La mirada de ella se suaviso, agitó su cabeza levemente y dijo en un susurro-Extraño a mi mejor amiga -
-Penelope -Ella dio dos pasos atrás al escuchar la voz de su esposo y Colin giró su rostro hacia él soltandola-
-Louis ¿Qué haces aquí?
-Vine trás de ti, sabía que me ocultabas algo, te conozco demasiado bien -Colin escondió la petaca en su bolsillo y los miró a ambos-
-Pen vino a buscar a Eloise -Louis se paró a la izquierda de Colin y miró a su esposa-
-Solo quería asegurarme de que Llegaras bien -Esta vez se dirigió a Colin- Me iré -Hizo una reverencia -Señor Bridgerton- Besó la mano de Pen -Querida, iré a Resolver unos pendientes, pasaré por ti en unas horas- Ella le tomó la mano-
-De hecho Lu, Eloise no se encuentra, iré a Casa de mi madre.
-Entonces te escoltare hasta la puerta- Ambos salieron del Lugar, el corazón de Colin corría desbocado ¿Qué acababa de pasar? Al bajar la escalinata Penelope no pudo soportarlo y preguntó -
¿De verdad pensabas dejarme a solas con Colin? -La mirada de su marido era de total tranquilidad-
-Confío en ti, y sé que tus sentimientos por él han sido olvidados -Acarició su mejilla-
-Gracias por confiar Lu -Ella apreto su mano mientras cruzaban la calle. En escencia Pen estaba enamorada de su marido y es que habían mil razones para que lo estuviese, como ser humano tenía errores, pero esos pequeños errores eran compensados por lo caballeroso, amable y de buen corazón que era Louis. Tenía cualidades que jamás pensó que tendría un marido.
Cuando vio a Colin despues de tanto tiempo sintió como un avismo que creyó cerrado volvia a abrirse bajo sus pies, haber amado del modo en que ella lo hizo no era algo que pudiese desaparecer del todo. Su corazón se aceleró, y su cuerpo reaccionó ante él debido a la cercanía. A pesar de ello todo su ser perdió el desasosiego cuando sus ojos lograron ver a Louis, él desde el inicio fue su calma, un bálsamo que apaciguaba las tempestades de su alma. Sin embargo, desde hace varias mañanas el temor comenzó a instalarse en ella, Colin había logrado ponerle los pelos de punta, al acercarse a su rostro, ese día Penelope vislumbró ese retroceder del tiempo que le calaba los huesos, se hacían presentes sensaciones que pensaba extintas.
Su mirada intensa, esos mechones salvajes y sedosos con la pícara sonrisa que la hacían derretirse, una parte de ella iba rodando en camino de vuelta al pasado. Pero vio a Lu parado en la puerta, y su corazón se calentó, fue como si se hubiese desplomado dividiéndose en mil pedazos por Colin, y la pura mirada de Louis la hubiese devuelto de nuevo a la consciencia de su realidad, su presencia la reconstruyó en un instante. Aún así, la culpa se mecía, su corazon pendía de un hilo porque sabia que de alguna forma fue afectada ante la inesperada cercania de Colin.
Después de unas hora y demasiadas tazas de té con su madre, Louis vino por Penelope, estaba oscureciendo e irían a un baile por tanto la espera la había mantenido exasperada. Juraba que había intentado tenerle paciencia a su madre ¡Oh Dios! si que lo hacía pero como siempre ella solo podía hablar de como sus hermanas tenían dos hijos y Philippa tendría el tercero y ella se había quedado atrás, supuso que su respuesta la dejó lo suficientemente callada porque se puso en pie y abandonó el salón luego de que Penelope lo dijera
-Madre si no quisiese tener hijos te apuesto a que jamás me hubiese casado y no es que mis intentos no sean suficientes porque vaya que tengo a mi marido despierto hasta tarde por ello
-¡¡Penelope Featherington!! -El torcido rostro de Portia la hizo saber que su lengua fue demasiado larga, blanqueó lo ojos y Simuló una sonrisa-
-Oh madre, no es como si no supieses lo que sucede -Sé encogió de Hombros-
-Una dama no debería hablar de esa forma, mucho menos frente a su madre -Le echó una de sus típicas miradas de decepción-
-Solo digo que no entendemos por qué no sucede -Ella resoplo y su madre rodó sus ojos- Me ha visto un médico madre, Louis lo ha contratado y quizás pronto puedas tener a un nieto en tus brazos-
-De seguro es tu culpa, hablas como si no tuvieses deseos de ser madre, él Pobre Louis debe estar decepcionado por tu estéril situación- Oh ¡No acababa de decir eso! Apretó su vestido con tanta fuerza que pensó lo rompería, Portia batia sus pestañas como si lo que dijo hace segundos no tuviese importancia. Penelope tomó aire, se puso en pie y tomó unas cuantas galletas de Mantequilla tragándolas como si de eso dependiera su vida.
En serio su madre no acababa de decirlo. Mastico las galletas a tal velocidad que pensó era insana y las tragaba con tal fuerza que sentía que su garganta se desgarraría, no paraba de ver la puerta esperando a que Louis se dignase a llegar antes de que le gritase a su madre -Penelope si otro año más pasa y no logras darle un heredero a tu marido él buscará quien lo haga -Penelope arrojó el plato de galletas ya vacío al suelo y se giró con la irá desbordándola, su madre abrió sus ojos al verla poseída quizás por el mismo diablo y se puso en pie intentando acercarse-
-No te atrevas a insinuar que Louis me cambiará por otra ¿Si quiera piensas en las palabras que salen de tu boca? Eres una terrible madre y aunque me he tardado en concebir un hijo te aseguro que el destino de ese pequeño será favorable porque jamás te dejaré estar lo suficientemente cerca como para dañarlo así como lo hiciste conmigo -Portia soltó un grito ahogado, salió del salón sin decir una palabra y vaya que le gustó decirlo en voz alta, no es que gritarle a su madre era lo mejor que podía hacer, de hecho la culpa se comenzó a acumular cuando escuchó el fuerte ruido de sus pasos atravesar la escalera pero se lo merecía, apretó sus ojos con fuerza, vaya que lo merecía-
-El Señor Young está aquí -Penelope asintió y pasó su mano por su rostro frustrada, odiaba toda esta situación con su ser pero ya estaba cansada de llorar por ello y se negaba a ser una mujer tan endeble-
-Lamento la tardanza, me retuvo un cliente que necesitaba asesoría legal -Penelope caminó a su lado sin escuchar una palabra de lo que había dicho y el solo quedó estupefacto, ella acababa de ignorarlo. La siguió y la vio subir sin nada de gracia al carruaje, arrojándose en el asiento con mala cara, el subió sentándose frente a ella con cautela, solo la había visto enojada tres veces y si dijese que fueron días difíciles se estaría quedando corto. Ahora ¿Cómo procedería? Bajó la cabeza recordando hace meses atrás cuando llegó a casa ebrio tras obtener un gran contrato y ella simplemente lo odio, avanzar en estas circunstancias solo podía ser un acto de valentía -¿Penny? -Ella respiró con fuerza y lo vio con el rostro gacho- ¿Estas bien?
-No -Fue lo único que dijo -
-¿Quieres hablar de ello? -La vio tragar y sus ojos se húmedecieron-
-Estoy bien, lo estoy- Echó su cabeza atrás pegandola del espaldar del asiento y presionó sus manos a cada lado mirando el techo del carruaje, no llevaba mucho tiempo conviviendo con la madre de Penelope, pero si sabía una cosa, ella tendía a ser nada sutil en sus palabras y lo único que logró deducir es que la causa de que su adorable esposa tuviese el ceño fruncido y la mirada más inquietante que le había visto, solo se podía deber a la dulce lengua de su suegra-
-¿Aún piensas asistir al baile? -Ella no se movió, se mantuvo en la misma posición, arrugó su nariz e hizo un morrito con sus labios-
-No deseo ver a nadie, no deseo hablar con nadie -Louis exhalo, él carruaje se detuvo y abrió la puerta ayudándola a descender, ella avanzó sin esperarlo y subió las escaleras a toda prisa con él a sus espaldas. La vio entrar a la habitación e intentó entrar pero ella cerró con llave. Caminó a su habitación y miró la puerta en común, si ella estaba tan enojada era posible que hubiese olvidado pasar la llave a esta puerta, puso sus dedos en la perilla y la giró lentamente hasta que el click que le indicaba que no habia llave alguna se escuchó. Entró a paso ligero examinando la habitación y la vio tendida en la cama abrazada a su almohada- Dije que quería estar sola-
-Penny sabes que estoy aquí para ti, esta bien si no quieres hablar, pero me mantendré en este lugar sin moverme así no lo quieras -Asintió una vez más en silencio, Louis se quito los zapatos y tomó asiento a su lado. La tomó de los hombros obligandola a sentarse y tiró de las horquillas que sostenían su cabello, ella lo observó como si no entendiese por qué tenía tanta paciencia con ella, Louis se movió quedando detrás de ella y comenzó a desatar el vestido, ella lo ayudó deslizandolo por sus piernas y luego el comenzó a tirar de su corsé dejándola con su cómoda ropa de seda -Iré por algo de comer para ti-
-No tengo hambre -Él apretó su mano-
-Debes alimentarte, lo sabes
-No estoy bien de mi estomago
-Pediré un caldo para ti -Ella negó con su cabeza-
-Comí-Trago- Comí demasiadas galletas de Mantequilla -Louis la miró con susto-
-Pero si las odias -Una arcada se hizo presente y ella corrió hasta el cuarto de baño, Louis fue tras ella y tomó su cabello mientras vaciaba todo el contenido de su estómago-¿Cuantas galletas comiste?
-Una docena tal vez -La palidez de su rostro lo alarmó y gritó el nombre de la Doncella, la chica intentó abrir la puerta pero estaba cerrada, Louis caminó quitando la llave-
- Prepara un baño para Penelope, llama al médico y pide algo de caldo para ella. -Ella asintió enseguida y corrió escaleras abajo-
-Penelope ¿Por qué comiste tantas galletas?
-No ahora
-Es extraño porque desde que te conozco has dicho que las odias
-Antes no lo hacía
-¿Antes no las odiabas?
-Solo no soportaba verlas porque me hacían pensar en Londres - Apretó sus ojos. Esas galletas le recordaban a Colin, sus días de sufrimiento junto a a su madre y su en ese entonces peyorativa situación ante la sociedad. Evie entró con dos jóvenes más y vaciaron agua en la tina, Louis tomó un pañuelo y se deshizo de los restos que quedaban en los labios de Penelope, acarició su cabello, Dios ese hombre era tan dulce y cuidadoso con ella, a veces sentía que no lo merecía-
-Señor el baño está listo ¿Desea que me ocupe de la Señora?
-No Evie, yo lo haré -La joven salió de la habitación y Penelope lo observó vacilante-
-¿Me darás un baño? -Él la ayudó a ponerse en pie
y retiró la seda que la cubría, tomó sus manos y la condujo hacia la bañera haciendola entrar, el agua estaba tibia, ella se sumergió por completo y él tomó una esponja, se arrodillo junto a la tina y comenzó a frotar su cuerpo lentamente, ella cerraba sus ojos ante la sensacion y lo vio esparcir jabón en sus brazos y rostro. La mirada de Louis era delicada ¿Cómo podría pensar que él la cambiaría? El la amaba. La voz de su madre golpeaba una y otra vez "El pobre Louis debe estar Preocupado por tu estéril situación" Hizo detener la mano de su esposo que bajaba por su hombro y lo observo, quería hacer esa pregunta solo necesitaba ¡No! No otra vez, no podía dejar que las palabras de su madre hicieran agujeros en su felicidad, él estaba ahí para ella, él estaba junto a ella por amor-
-¿Sucede algo? -Ella bajó su mano dejándolo continuar-
-Jamás volveré a tocar una sola galleta de Mantequilla- Ambos sonrieron-
-Acabas de devolver un plato entero, dudo que después de eso quieras volver a verlas jamás -Después de unos minutos más de baño y enjuagar demasiado su boca Pen entró a la cama con su camison. Un llamado a la puerta se escuchó y Evie entró informando que el médico se encontraba en el salón. Después de unos minutos el hombre entró a la habitación haciendo una inclinación-
-Señor Young -Penelope se enderezó un poco sentándose en la cama y Louis la observó intentando hacerla calmar-
-Mi esposa se ha sentido mal esta tarde, ha devuelto toda la comida y está por demás pálida- Él hombre se acercó a ella-
-Con su permiso Señorita -Ella asintió y él se acercó revisándola, le hizo unas preguntas con la mirada de Louis sobre ella y luego se alejó- Puedo decir que es solo una indigestión, sin embargo, es la primera vez que sucede y puede ser por las galletas que comentó ingirió, si no le molesta Señor Young, vendré en una semana para examinarla nuevamente.
-Por favor, lo agradecería
...
La mañana del siguiente día ambos fueron a Hyde Park, Louis dispuso una manta bajo un árbol y ambos tomaron asiento para leer, Penelope extrañaba leer al aire libre, había pasado una semana desde el suceso del invernadero y leer bajo aquel árbol era lo más cercano que podría estar de sus tan amadas lecturas nocturnas. Colin los vio de lejos, sus ojos enseguida cayeron en ese cabello rojizo que por más que quisiese ignorar le era imposible. La vio recostada del árbol con un libro en su mano y esperó, sabía que en algún momento Young la dejaría sola, y así fue, se apartó de ella dejándola con su doncella. Colin caminó en su dirección y se sentó del otro lado del árbol-
-Entonces ¿Cuál es la lectura de hoy? -Ella se giró y asomó su cabeza y se encontró con Colin al otro lado del árbol asomando su cabeza igual que ella-
-¿Qué haces?
-Solo vine a saludar -Ella frunció el ceño y retomó su posición inicial recostando su espalda en el tronco-
-Debes irte
-¿El estirado de tu Marido me echará? -Ella cerró su libro y Bufó asomando su cabeza de nuevo-
-Colin -Él estiró su cuello y la vio- No lo llames de esa forma -Ambos volvieron a sentarse de espaldas al tronco-
-Es un hombre aburrido, se nota
-¿Quién dice que lo es?
-Yo -La escuchó chasquear su lengua-
-No lo conoces
-¿Cómo te cortejaba? Adivino, te regaló un libro
-Eres un idiota -Las Cejas de Colin saltaron-
-He atinado
-Deberías ir a hacer bromas a otra parte -Colin se movió quedando junto a ella-
-¿Entonces qué libro te obsequió él editor? -La vio sonreír recordándolo, era lo menos que quería provocar-
-Frankenstein
-¿Qué?
-Nada común realmente
-¿Lo amas? -Ella desvió su vista hacia Colin al sentir que él tomaba uno de sus mechones de Cabello
-No hagas eso -Alejó su cabeza para que el mechón fuese liberado de su agarré-
-No has respondido -Ella se enderezó girando su rostro en dirección a su esposo quien daba largas zancadas hasta ella-
-Podrías preguntarle tú mismo -Louis observó a ambos sentados, Colin parecía demasiado cerca de Penelope, estaba sentado sobre el césped y mirándola con pesar-
-Señor Bridgerton -Louis bajó su cabeza y tomó asiento junto a la pelirroja-
-El Señor Bridgerton estaba preguntándome cómo fue nuestro cortejo -Y ahí estaba, odiaba que lo llamara Señor Bridgerton-
-Es una historia muy interesante de hecho, pero por favor tome asiento frente a nosotros -Colin se puso en pie y cayó sin nada de gracia sobre la manta. Era extraño sentarse frente a ambos ¿Quién diría que debía estar frente a la mujer que deseaba y fingir que no lo hacía?
-Nuestro acompañante tiene la idea errada amor mío de que eres aburrido -La mirada pícara de Penelope se paseó entre ambos hombres, sonrió tomando una uva y llevándola a su boca para partirla a la mitad, era descarada la forma en que envolvió sus labios en la uva, y por supuesto lo hizo a propósito, quería escarbar en una hipótesis que confirmó al ver a Colin tragar observándola sin hacer ningún movimiento-
-Y tú qué opinas sobre eso Querida mía ¿Lo soy? -Penelope giró su rostro de forma brusca hacia Louis-
-Jamás había conocido a alguien más aburrido que tú -Louis soltó una carcajada y Penelope lo siguió echando la cabeza hacia atrás ¿Qué rayos estaban haciendo esos dos? ¿Acaso jugaban con él?-
-Podré ser algo callado ante las masas Señor Bridgerton, pero le aseguro que mi humor y alcance en palabras es digno de ser elogiado
-Nada narcisista- Penelope le guiñó un ojo-
-Después de todo, mi inteligencia fue lo que te conquistó-
-No lo diría de ese modo
-Entonces ¿Cómo te robé el corazón?
-Bien que lo sabes -Esos dos no paraban de verse como si estuviesen armando un extraño complot del que Colin era ajeno, y sólo llegó a la resolución de marcharse cuando la mujer a su lado se sonrojo de una forma escandalosa por un "Deberíamos seguir poniendo en práctica las enseñanzas de los libros que me has robado".
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NO
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Sra. Young
RomanceQuien te viera, ojos piadosos y cabello del color de un atardecer, quien te tocara, con esa piel de algodón y esas pecas envidiadas. Tu dulce voz, oh esa voz de angel que estremece mis sentidos, eres perfecta y aun así mis ojos se negaron a verte. E...