Sra. Young

¿No te Preocupa?

        Abrió sus ojos, Penelope tenía su mano sobre su pecho, se habían quedado dormidos en el sofá de su despacho, su piel blanca al descubierto lo hizo sonreír, pero, tragó al ver manchas rojas esparcidas en sus caderas y piernas, él levantó su cuerpo y ella abrió sus ojos algo perdida ¿Qué había hecho? La vio bostezar, espabiló adaptándose a la luz, ella acarició su brazo -¿Qué sucede Lu? El se levantó enseguida sentándose a un lado de ella, acercó sus dedos a los círculos en sus piernas y apretó su mandíbula-

-Lo siento Penny -Ella levantó su cuerpo del sofá y vio las ligeras manchas que él tocaba con la yema de sus dedos- Serán más visibles mañana -Soltó el aire con fuerza- Fui un salvaje contigo- Penelope espabiló viéndolo ponerse en pie, se vistió a toda prisa y abrió la puerta del despacho -Pídele a la Doncella de la Señora que traiga un vestido para ella-

-Si Señor -Louis cerró la puerta y la miró. Los ojos de él transmitían un gran remordimiento y ella tomó la camisa de él del suelo y la uso para cubrirse-

-Estoy bien- Se acercó a él-

-No lo estas Penelope yo... -Bajó su cabeza y ella puso ambas manos en su pecho-

-No duele -Lo vio apretar sus ojos, él alejó sus manos y le dio la espalda-

-Yo nunca te había lastimado, jamás había hecho algo así -Ella se abrazó a su espalda-

-Louis no fue apropósito- Él se giró para mirarla-

-Tú piel es delicada y blanca, la fuerza en mis manos -Se detuvo- Todo esto es mi culpa

-Yo lo quería -Humedeció sus labios-

-Pero no así -Ella se cruzó de Brazos viéndolo ir al otro extremo de la habitación ¿Por qué estaba alejándose? -

-Louis yo lo disfrute- Gritó y el dio largas zancadas hasta ella y tomó sus mejillas-

-No digas eso -Ella acarició sus brazos y lo besó tiernamente-

-Sé que nunca había sido de esta forma, tú siempre eres cuidadoso y me agrada- Su mirada fue abierta hacia él- Pero, fue placentero el como tú -Sopeso intentando buscar las palabras- Parecías desesperado por tenerme - Un ápice de Inseguridad se dibujó en su rostro-

-Oh por Dios, no digas eso -Ella Apretó tus labios-

-Lu, sé que no puedes ver tu espalda pero -Sonrió- Yo dejé mi marca también en tí -Suspiró sintiendo como ella acariciaba sus mejillas- Arderá mucho -Ella alejó sus manos y caminó tras él observándolo -Tampoco lo hice apropósito- Ella trazó los rasmillones que dejó en él y lo escuchó sisear- Lo lamento-

-No, no debes -Él se giró hacia ella -No volverá a suceder-

-¿De verdad? -Su voz salió como un chillido y los ojos de Louis casi salen de su cara-

-¡¡Penelope!! -La vio cuzarse de brazos- ¿En verdad disfrutaste de ello?

-¿Tú no? -Él estaba estático intentando entender como era que hace segundos sentía la culpa más grande de su vida y ahora estaba en completa confusión por las inesperadas palabras de ella-

-¿Señor puedo entrar? -La voz de Evie se escuchó tras la puerta, Louis ajustó su pantalón y Penelope respondió-

-Adelante -La chica abrió la puerta y la cerró enseguida, vio a Penelope sentada en el sofá con la camisa de Young y se sonrojó-

-Subiré a tomar un baño -El caminó hasta la puerta-

-¡Louis! -Llamó ella y él giró sobre sus pies dándole su atención-

-¿Si?

-Creo que deberías cubrirte -Carraspeó- Por tu espalda -Louis Asintió un poco apenado con Evie y esperó a que ella se encargará de poner decente a su esposa. La joven ganó un rojo más intenso al ver la espalda de su Señor y luego la piel enrojecida de su Señora. Le entregó la camisa a Louis y cuando él salió no pudo evitar ver el rostro de Penelope con algo de vergüenza- Estas tan roja como un tomate Evie

-Lo lamento mi Señora -Penelope se echó a reír-

-Está bien, creo que nos emocionamos un poco -La Chica levantó el camisón estropeado del suelo y parpadeó-

-Demasiado diría yo -Dobló el camisón con cuidado- Nadie sabía que hacer -Penelope arrugó el rostro haciéndola sentar-

-¿De qué hablas?

-Sus sonidos asustaron a varias doncella -Bajó la cabeza- El Señor George tuvo que venir a alejar a varios de la puerta y decir que ustedes -Chasqueó su lengua- Estaban, bueno -Agitó su cabeza-

-Oh -Ahora era Penelope la que había alcanzado un rojo escandaloso-

-Yo la había escuchado antes, pero esta vez fue -La joven se detuvo dándose cuanta que se había excedido en palabras - Señora lo lamento- Penelope se sintió aún más abochornada pero extrañamente curiosa-

-¿Antes? -Evie se puso de pie e inclinó su cabeza-

-No debí decir eso -Penelope tomó su mano-

-Evie solo dilo

-Yo, a veces he ido a su habitación a levantarla o preguntar si necesita algo más y -Tartamudeo- La he escuchado con el Señor -Penelope la hizo sentarse de nuevo-

-Lamento que hayas tenido que oír eso -Torció su boca-

-Siempre fueron sonidos leves

-Y ¿Anoche? -Evie volvió a enrojecer-

-Pensé que él Señor le estaba haciendo daño, pero luego gritó algunas cosas que -Se Cubrió la boca - Penelope se masajeó el puente de la nariz turbada-

-No sé cómo veré el rostro del personal después de esto

-Casi echo a bajo la puerta para salvarla -Penelope no pudo evitar reír-