No Quiero Saberlo

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    Julia salió del despacho, Louis tomó asiento de nuevo y miró a George.

-Si he aprendido algo sobre su hermana luego de tantos años trabajando para usted, es que es la mujer más amargada y excéntrica que existe, pero, nunca miente

-Ya pasó una vez George, desconfíe de Penelope y lo que Julia dijo no era cierto, al menos no fue de la forma en la que ella lo dijo

-Si me lo permite Señor, conozco a Lady Young, solo estuve un año junto a ustedes pero no dudo de sus sentimientos por usted. Sin embargo, me ofrezco a tenerla bajo mi vigilancia-

-George no quiero que hagas tal cosa, ya lo dije. Confío en Penelope -Lo dijo firmemente, lo creía así-

...

    Esa noche Lady Danbury ofrecería un baile, por supuesto era de esperar que todos asistiesen, desde que Julia irrumpió en su estudio para decir todas esas cosas Louis había estado de mal humor, le molestaba que su hermana acusara de esa manera a Penelope, no podía creer que su odio pudiese llegar tan lejos. Durante la tarde Louis tuvo varios pendientes, visitó a un nuevo cliente que pedía su asesoría como abogado, pasó por la construcción de la editorial asegurándose de que todo fuese en orden, y por último fue por Penélope quien para su sorpresa decidió pasar el día junto a su madre. La vio subir al carruaje y luego de un largo tramo la vio con un semblante pálido -Penny ¿Te sientes mal? -Ella agitó su cabeza y él tomó asiento junto a ella, sus manos estaban frías y el rosa de sus labios se extinguió  -

-Solo estoy mareada -Louis la acercó a él tomándola de la cintura-

-Pen no creo que estés bien -Ella dejó caer su cabeza en su pecho y le aseguró-

-Estoy más que bien -Las palabras de George aparecieron en su cabeza de pronto al sentirla moverse junto a él "Si he aprendido algo sobre su hermana luego de tantos años trabajando para usted, es que es la mujer más amargada y excéntrica que existe, pero, nunca miente " No podía ser más molesto el que su mente le hiciese desconfiar, pero no lo haría, se negaba a hacerlo. Después de unos minutos noto que Penelope no hacia ningún movimiento, al mirarla estaba completamente dormida, sonrió al percibir sus profundas respiraciones y cuando el carruaje se detuvo se sintió incapaz de moverla. Se quedó quieto hasta que vio que una gota de sudor se deslizó por su frente -¿Penélope? -La movió un poco -Hemos llegado-

-¿Tan rápido? -Ella intento abrir sus ojos pero se cerraban sin parar-

-Debemos bajar, hace calor aquí dentro -Ella asintió y de mala gana estiro su brazo-

-Tengo mucha hambre Lu ¿Puedes pedir que hagan panecillos de arándano para mí? -Ella estaba aferrada a él y sus ojos de nuevo permanecían cerrados-

-Lo que desees Penny -Él se levantó y salió para ayudarla a bajar, lucia muy cansada así que la sostuvo de la cintura ayudándola a subir la escalinata. Al entrar a la habitación la dejó sobre la cama y ella se acurrucó bajo las sábanas, comenzó a mover la almohada y gruñó-

-No olvides mis panecillos, y Lu -Levantó su cabeza -también un poco de leche caliente o té, o mejor ambos- Él asintió y bajó las escaleras. Hizo que preparasen lo que Penelope deseaba y entró a su estudio. Organizó algunos de sus papeles y cuando la comida estuvo preparada él subió con la bandeja. Penelope se sentó al borde de la cama y lo observó, él dejó la bandeja en una de las mesitas y camino hasta ella -

-¿Necesitas ayuda con eso? -Señaló su vestido y ella se puso de pie para que la ayudase, él desató los lazos de su vestido y lo dejó caer, luego deshizo el corsé hasta que ella quedó cómoda- 

-Odio tener que usar todo esto -No pudo evitar sonreír ante el malestar que se esparció en su rostro-

-Traje tus panecillos- Ella miró la bandeja con fiereza y fue a toda prisa hasta la mesa, la vio tomar uno de los panecillos y llevarlo a su boca como si no hubiese comido en días -¡Vaya! Tenías hambre

-Oh Dios, estaba muriendo de hambre -Ella echó su cabeza hacia atrás y gimió degustando del panecillo, sirvió té y luego agregó un poco de leche y azúcar, mezcló todo con una cuchara y se llevó la tasa a la boca. Louis sonrió, la había visto comer, pero no de esa forma -

Sra. YoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora