Esa Mirada

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          Penelope bajó del Carruaje junto a Elizabeth, la tarde de ayer fue agradable después de todo, al menos para ella. No había conocido mucho a su Herman por la constante presencia de Julia, sin embargo, la mujer esa mañana tuvo que retornar junto a su esposo ya que uno de sus hijos tuvo un accidente al intentar subir a un Molino. Realmente quería conocer bien a Elizabeth, si pudiese al menos llevarse bien con una de las Hermanas de Louis, se daría por más que bien servida. Hubo una corta charla durante el trayecto de la Residencia Young a la Casa de los Bridgerton y podía decir, aunque era algo escasa de palabras parecía querer conocerla mejor y eso le daba mucho gusto, Louis siempre estaba para ella, se esforzaba porque sus días no fuesen aburridos, pero igual nunca estaba demás tener a alguien con quien hablar. Ambas entraron al Salón para encontrarse con casi toda la Prole Bridgerton excepto Colin y Benedict, todos las miraron y un grito salió de la garganta de Hyacinth   -¡¡Pen!!- La joven se colgó de su cuello con la mirada Incrédula de Elizabeth, jamás había visto tales modales en una damita-

-Es bueno tenerte aquí querida, te hemos extrañado -La matriarca Bridgerton caminó hasta Penelope y le dio un cálido abrazo-

-Es un placer acompañarlos Lady Bridgerton

-Pen estoy muy enojada, realmente lo estoy -Eloise se cruzó de Brazos frente a ella agitando su pie contra el suelo-

-Oh El lo lamento, prometo estar atenta en lo que pueda desde ahora -Lady Bridgerton Carraspeó observando a la joven a un lado de Penelope- ¡Buen Dios! -Tomó la mano de su cuñada- Ella es Elizabeth, hermana de Louis -Todos la saludaron y tomaron asiento-

-Penelope me ha hablado mucho de ustedes, se que los aprecia mucho -Pen se sonrojó un poco-

-Ella es nuestra Bridgerton honoraria -Violet habló-

-La conocemos desde hace tanto que es como una hermana más -Un alto y varonil Gregory intervino-

-Siempre pensé que se casaría con Colin -La vista de todos fue a parar sobre la sonriente Hyacinth -

-¡Hyacinth ! -Violet miró a Elizabeth con consternación- Ella solo quiso decir que, siempre pensamos que Penelope acabaría casada con uno de mis hijos por su cercanía a la familia.

-Entiendo -La chica agitó su mano- Mi Hermano fue afortunado entonces al encontrar a alguien tan querida por todos -Hubo un leve silencio hasta que se escuchó la voz de Anthony-

-El Señor Young es afortunado, y nos alegra que permita que Penelope nos acompañe -Elizabeth sonrió-

-Louis parece muy serio, pero tiene un corazón enorme y sé que es muy feliz junto a Penelope-Violet quien estaba sentada junto a la Pelirroja le tomó la mano-

-Eso nos hace muy felices a todos, Penelope merece todo el amor del mundo -Por un momento los ojos de Pen se húmedecieron. Aunque le hubiese gustado ser una de ellos, jamás cambiaría nada de lo que sucedió, ella no dejaría de ir a Escocia, ni de buscar imprimir su libro, y mucho menos se perdería de entrar a la Biblioteca que hizo que su vida diese un vuelco. Intentó retener sus lágrimas y respiró hondo-

-¿No iremos a llorar después de años sin tomar el té con Penelope o si?

-Yo ya lo estoy haciendo- Hyacinth tenía el rostro rojo y surcos de lágrimas corrían y corrían por sus mejillas sin control -Mi hermana ha vuelto a casa -Penelope se puso de pie enseguida y corrió hacia ella para abrazarla, sus esfuerzos por contener las lágrimas fueron inútiles al abrazar a la chica-

-El hijo pródigo vuelve a casa -Eloise observó a su madre y a Kate quienes tenían al igual los ojos empañados -Oh Vamos ¿Todos van a llorar hoy? -Eloise se puso en pie y halo a Penelope del brazo alejándola de su hermana -Yo fui primero, así que la que debería estar llorando soy yo -Las carcajadas hicieron eco en todo el salón-

-¿Y por qué no estas llorando? -Penelope preguntó-


-No es tan fácil ¿No te bastó con la primera vez que nos vimos? -Penelope sonrió- Parecía una magdalena, sentí que mis ojos eran chorros que por más que intentaba no podía cerrar -Penelope la abrazó-

-Esta bien, sé que me quieres -

-Oh mirad la chica Humo está aquí-Benedict las miraba desde el marco de la puerta-

-Yo solo soy a la que inculpan, espera ¿Qué hace hablando alguien muerto? -Elizabeth no sabía cómo reaccionar, la forma en que todos se hablaban era algo tan natural. Sabía que algunas familias eran así de juguetonas pero nunca fue algo que ella haya experimentado, al menos no con Julia. Tenía memorias de Louis trayendole flores o llevándola a cabalgar, inclusive jugando con ella. Aunque fue escaso el tiempo que pasó con su hermano mayor, ella sabía que él era mucho más divertido y cálido que su helada hermana Julia-

-¿Qué es todo eso de Humo y muertos?

-Ah solo una teoría, Penelope, Eloise, Colin y yo intentábamos calcular cuantos cigarros producirían humo suficiente como para matar a alguien -Violet alzó la voz-

-¿Qué cosas son esas Benedict?

-Lo lamento madre, solo era curiosidad

-Pen tengo algo que mostrarte -Eloise tomó de la mano a Penelope y la llevó escaleras arriba-

-Debo estar junto a Elizabeth

-Quedó con madre y Kate ¿Qué podría pasarle? -Penelope rodó sus ojos y caminó tras ella-

-¿A dónde vamos?

-Al estudio, quiero mostrarte un nuevo libro

-¿Y por qué no vamos a tu habitación?

-Porque no estoy durmiendo en mi habitación ahora

-¿De qué hablas? -Eloise detuvo sus pasos frente a la puerta del estudio jugando con sus dedos-

-Puede que haya hecho explotar algunas cosas allí

-¿Explotar?

-Leí sobre juntar algunas cosas, tú sabes, libros de química -Penelope abrió sus ojos-

-¿Estas diciendo que no puedes entrar a tu habitación porque hay una sustancia química con la que jugaste y salió mal?

-Creo que pude haber creado un gas tóxico, no lo sé. Sabes que me inclino a experimentar algunas de las cosas que leo y -Frunció el ceño- Esto salió mal -Sonrió escuetamente- Solo entra y espérame aquí -Penelope asintió y abrió las puertas. No era la primera vez que estaba en ese lugar, pero habían pasado años desde la última vez. Estudio la habitación a su alrededor, los amplios estantes cubiertos de libros, la mesa en el centro con un tablero de ajedrez perfectamente dispuesto para una partida. Caminó hasta el escritorio, parecia que alguien había estado allí, un libro abierto yacia sobre la madera y ella lo tomó con curiosidad. Esa escritura, solo conocía a alguien con esos trazos y sabría reconocer su letra por la gran cantidad de misivas que recibió de él. Vaya sorpresa, la pulcra escritura de Colin adornando las páginas de un diario.

El extenso camino valió la pena por completo, el viento golpea mi rostro y su calidez hace cosquillas en mis mejillas, el aroma salobre penetra mis fosas nasales y solo puedo cerrar mi vista, estar en un lugar tan magnífico te hace sentir insignificante, la majestuosidad de la vista, la altura del peñasco, las olas salvajes empujando con fuerza sobre las rocas. Me pregunto ¿Acaso podría olvidar esta vista?

-¿Qué estás haciendo? -Penelope levantó su vista encontrándose con las tensas facciones de Colin ¡Oh Rayos! Lo vio dar grandes Zancadas hasta ella y quitarle el diario de las manos -

-Yo, lo lamento -Sus ojos estaban ardiendo de enojo y ella solo podía intentar escusarse-

-No puedes leer algo tan privado -Penelope intentó acercarse dando pequeños pasos hasta él-

-Colin yo no sabía lo que era

-Solo debiste dejarlo, no leer el contenido de sus páginas -Intentó recoger algunas de sus cosas con brusquedad, entre ellas un abrecartas que sin notar tomó por el lado filoso y terminó cortando su mano. Soltó un gruñido que asustó a la Pelirroja-

-Colin tu mano -Con rapidez se deshizo de sus guantes y tomó un pequeño pañuelo acercándose a él -

-Estoy bien -Ella lo miró exasperada y tomó su mano con fuerza-

-Deja de comportarte como un tonto -Él espabiló ante sus palabras y sintió como ella tomó su brazo y lo hizo sentarse frente a ella sacando  un pañuelo que enseguida apretó sobre la herida, él arrugó su frente por el ardor. Penelope lo observó unos segundos, él apretaba sus dientes con fuerza lo que casi la hizo reír- ¿Duele? -Él asintió y sus ojos se encontraron, nunca había estado ten cerca de ella, su piel rozando con la suya, podría ser letal, tanto que olvidó el dolor y se concentró en la sensación de sus dedos tomando su muñeca, su respiración se volvió lenta, el azul de sus ojos era el más resaltante como si las olas del mar de Grecia estuviesen meciéndose al rededor de sus pupilas, su mirada se desvió a sus labios y los suyos propios se abrieron para dejar escapar un imperceptible suspiro, podía besarla si quería, una llama se había encendido en su interior, desde su llegada era como una antorcha que iluminaba la lúgubre oscuridad de la que estaba rodeado, pero esa llama se extendía y estaba quemando cada centímetro de él-

-Tus ojos Pen, son Hermosos -Ella se mantuvo quieta, sin entender porque salían esas palabras de él- Toda tú, eres Hermosa -Sintió como los dedos de él se deslizaban por su muñeca-

-¿Pen? -Ambos giraron sus rostros a la puerta, una extrañada Eloise los miraba junto a una totalmente confundida Elizabeth - ¿Qué están haciendo? -Penelope observó sus manos aún unidas y lo soltó con cuidado-

-Colin se lastimó la mano con el abre cartas y yo -Tragó mirando a su cuñada- Puse un pañuelo para detener la sangre -Eloise sonrió y caminó hasta ellos poniendo sus manos en su cintura-

-Oh Vamos Colin, debes dejar de ser tan torpe -Eloise haló su mano y movió la tela mirando la herida, blanqueó sus ojos y luego miró a su hermano- Es tan grande como mi paciencia para tí -

-Duele mucho

-Oh deja de exagerar -Eloise tomó del brazo a Penelope y se la llevó junto con Elizabeth. Colin se mantuvo consternado por lo que había sucedido, sabía que Penelope visitaría su Casa esa tarde y sus hermanos le habían prohibido hacer acto de presencia. Anthony le había aconsejado que mantenerse alejado de Penelope era lo más apropiado, desde que Benedict le conto de sus sentimientos por ella se preocupó mucho por lo que Colin seria capaz de hacer y aunque no se enteró de sus salidas a espiarla, para su pesar se vio obligado a abstenerse de bajar, lo menos que esperaba era encontrarla allí y mucho menos leyendo su diario.

    Penelope caminaba junto a Eloise mirando el suelo, una especie de terror se apoderaba de su mente tras salir de la habitación ¿Qué acababa de pasar? Colin la miró de una forma en la que... Apretó sus ojos, no podía ser cierto, solo estaba imaginándolo, pero, y sí no lo imaginó. Él parecía querer besarla, si hubiese pasado tiempo atrás, tal vez lo ignoraría por completo, pero ella ya no era inocente, esa mirada de deseo ella la vio demasiadas veces en Louis, una pesada respiración salió de ella. Por todos los cielos ¿Qué estaba sucediendo? Giró su rostro intentando ver si Colin caminaba tras ellas, encontró el pasillo vacío. Aunque intentará negar que no sintió nada mentiría, sintió sus mejillas arder y de seguro el notó la incontrolable reacción de su cuerpo, pero ¿Qué podía hacer? Debía odiarse lo sabía ¿Cómo podía su cuerpo sucumbir de esa forma ante Colin?

-¿Penelope estas bien? -Ella fijo su mirada en los ojos marrones de su cuñada y asintió-

-Si, es la sangre. Mi estomago se revuelve al verla -La chica asintió ¿Se conformó con su respuesta? Caminaron al jardín y estuvieron unas horas hablando del nuevo libro de Eloise que Colin le había obsequiado, se les unió Hyacinth y luego Kate. Fue una tarde animada donde Penelope se sintió muy feliz, sus días en escocia eran muy parecidos a esa tarde, las risas se mecían de un lado a otro y sabía que jamás dejaría de Amar con todo su corazón a los Bridgerton.

No fue hasta que el crepúsculo descendía ante sus ojos que tomaron el carruaje de vuelta a casa, Elizabeth parecía más resulta a hablar y elevar su voz y Penelope se sintió orgullosa de ello -Parece que estar sin tu hermana te sienta bien- La joven abrió sus ojos con algo de diversión y le dio una pequeña sonrisa a Pen-

-He de decir que me siento más cómoda cuando no está mirándome

-Sus ojos de halcón podrían estar persiguiendo nuestras cabezas ahora mismo -Elizabeth se echó a reír ante lo que dijo su cuñada-

-Fue una tarde espléndida, son una familia muy ruidosa -Penelope sonrió ampliamente-

-Ellos son realmente Increíbles -Salió de su boca con un dejo de tristeza-

-Tú- Elizabeth titubeo - ¿Eres Feliz con mi Hermano? -Penelope quien habia desviado su mirada al camino la observó, se permitió analizar mejor el rostro y postura de la chica ¿Por qué había hecho esa pregunta? Movió sus hombros un poco haciendo que su peso cayera en su mano izquierda y respondió-

Sra. YoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora