Roca y Roble

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  Louis miró a Colin al otro extremo del Salón, Penelope había desaparecido con Eloise y pensó en acercarse, después de todo fue un amigo muy cercano de su esposa, movió un poco su vaso de limonada y se encaminó hacia el Tercer Bridgerton. Colin lo miró moverse de lugar pero no le prestó mucha atención, pero al escuchar su voz y sentir que tomó asiento junto a él no pudo hacer más que fruncir el ceño.

-Creo que su querida hermana y Penelope están compartiendo una conversación muy interesante -Colin giró su rostro hacia él. Tenía cara de tonto pensó, soso a su parecer-

-Son buenas amigas, desde hace mucho

-Penelope mencionó que son amigos desde que fue presentada en sociedad -Él arrugó la nariz-

-Es cierto

-Debo pensar que la aprecia mucho ¿No es así?

-Si, la aprecio -lo miró a los ojos- Tiene usted suerte de haber encontrado a alguien como Pen- Dijo su nombre pausadamente intentando ver si generaba alguna especie de incomodidad en el Caballero, pero él ni siquiera se inmutó, en cambio le brindó una amplia sonrisa-

-Hoy he escuchado muchos elogios hacia ella, no es que no lo sepa. Solo me causa gracia el que en su casa nadie habla de ella de tal forma. Ella tenía razón -Colin levantó una de sus cejas-

-¿En qué?

-Penelope mencionó que siempre se sintió más en casa entre las paredes de la casa Bridgerton que en la suya propia -Colin sintió una pequeña punzada en su estómago - Creo que entiendo por qué - Se quedó sin palabras y apretó sus ojos-

-Siempre fue una Bridgerton honoraria -Benedict se sumó a la conversación y Colin apretó el puño, hablar en pasado de lo que fue Pen era un martirio. Se sentía más en casa con su familia, fue una Bridgerton honoraria-

-Me hace muy feliz saber que Penny está rodeada de personas que la quieren

-Todos queremos mucho a la Señorita Featherington, siempre ha sido como una hermana -Ben hizo una pequeña mueca y se escuchó a Colin resoplar-

-Ella es un azul que han convertido en verde -Louis ladeó su rostro extrañado, no entendió la metáfora de Colin, pero Benedict a su lado sí que lo hizo y se apresuró a decir-

-Han traído las galletas, vayamos por ellas -Colin fue el primero en ponerse en pie y Benedict fue tras él, dejando a Louis tratando de descifrar el extraño juego de palabras-

-Deja de comportarte como un niño -Benedict tomó su brazo-

-¿Cómo intenta acercarse a mi luego de que me la ha quitado?

-Mentecato, él no te ha quitado nada -Colin se giró hacia él con mirada desafiante- Jamás intentaste si quiera cortejar a la joven, lo único que hiciste fue alejarla -Su hermano menor parecía demasiado amargado, pero él debía hacerlo entrar en razón-

-Ella siempre estuvo para mi, yo estuve en su vida desde mucho antes que él

-A diferencia de ti el sí luchó por lo que sentía -La mirada de Benedict se ablandó- Ella te quiso Colin, pero tú destrozaste el perfecto cuadro que ella iba trazando.

-Ahora hablas de pintura

-Si ves la comparación, ella inicio los trazos a carboncillo -Movió sus manos en el aire- Era tú turno de aplicar el óleo, pero lo que hiciste fue borrar los trazos de Penelope dejando el lienzo en blanco.

-¿Insinúas que ella sentía algo por mí?

-Era muy claro de ver, siempre te quiso - Colin pasó con aspereza sus manos sobre su cabello y lo miró-

-¿Y si aún me ama? -Benedict entreabrió sus labios para dejar escapar el aire retenido-

-Hay sentimientos que no desaparecen del todo, pero a juzgar por la forma en la que ambos se miran -agitó su cabeza- Ella lo ama Col, y por tu bien debes entenderlo.

...

Escaleras arriba Penelope y Eloise seguían con la conversación que años atrás intentaban sacar de la boca de otros.

Flashback

  Penelope estaba parada a mitad de la habitación, su camisón de seda blanco se mecía con la brisa fría entrando por la ventana, las velas tenues esparcidas por la habitación le daban una escasa visión de la puerta y sus manos temblaban sin control. Había un desbalance entre su curiosidad y temor de lo que esa noche significaba. Dejó caer su cuerpo en el borde de la cama, esperar la estaba volviendo loca, tal vez sería un alivio si el decidía no venir, pero también sabía que necesitaba verlo traspasar el umbral de la puerta. Vio la llama de las velas titilar y la perilla girarse, su corazón comenzó a acelerarse, escuchaba sus propios latidos con demasiada fuerza y su respiración comenzó a ser más superficial, apretó sus ojos tomando una bocanada de aire -Debes calmarte- Dijo para sí misma, y cuando separó sus párpados lo vio, recostado de la madera, solo divisaba su camisa, desabotonada y sus pies descalzos, el silencio parecía ser lo único predominante en la habitación en conjunto con el galopar desbocado del corazón de Penelope.

  Él dio unos pasos hacia ella, quien seguía sentada al borde de la cama, sus risos por primera vez estaban sueltos ante él, cayendo en ondas por su espalda y hombros, la visión perfecta, le sonrió, sin embargo, solo la vio tragar con desmedido miedo, aunque Penelope tenía una increíble picardía y adoraba tentarlo, Louis sabía que ella tendría sigilo en el proceder de la situación, su rostro Angelical lucía en total terror y el solo quería que se sintiera a salvo.

-Estoy aquí -Dobló sus rodillas quedando frente a ella y tomó una de sus manos besando el dorso, su mirada intensa y el rose de sus labios desataron un estremecimiento en toda ella- ¿Estas bien? -Ella asintió rápidamente y él se puso en pie, se sentó a su lado y la miró de nuevo. Era la joven más dulce, lo sabía, la había mirado incontables veces y siempre llegaba a la misma conclusión; su sonrisa iluminaba su mundo, diminutos hoyuelos se formaban en sus mejillas con la amplitud de sus labios, sus ojos de ese azul que le pasmaba el alma y es que lo sabía. Había soñado incontables veces cayendo en esa mirada, sus cejas en arcos perfectos daban paso a una pequeña nariz que era por demás tierna. Su cabello resplandecía, dejando escapar pequeños hilos rojizos que se enrollaban en ondas perfectas.

Sra. YoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora