¿Volver a ser amigos?

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     Colin cabalgaba hacia la casa de Daphne, el valle se veía de un increíble verde por el resplandeciente sol de esa mañana, realmente era un hermoso día para hacer un picnic. Su madre le había pedido que llevase algunas cosas a su hermana para el pequeño Augie. El camino se le hizo corto, y cuando bajó del caballo pasó sus dedos por su cabello intentando arreglar el desastre que el viento generó en el mismo. Entró a la casa seguido del mayordomo, mirando en todas las direcciones.

- ¿Dónde están todos? -Preguntó Colin acostumbrado a que siempre que entraba a la casa de Daphne había gritos y sirvientes corriendo tras un Augie de seis años y una Amelia de cuatro-

-La Duquesa se encuentran en el Jardín mi Señor, tiene visita -Colin alzó sus cejas y asintió siguiendo al hombre. Caminó por el jardín mirando a su hermana sentada tomando una taza de té-

-Daph -Ella giró su cabeza observándolo-

-Oh Colin que sorpresa tenerte aquí

-¿Como has estado? -Miró a todos lados buscando a los pequeños- ¿Dónde están mis adorados sobrinos? -Daphne sonrió señalando un arco de flores tras él y ahí estaba ella, Augie y Amelia corrían tras Penelope. Ella cada día lucía más hermosa, su cabello era mecido por la brisa y su rostro era iluminado por los rayos del sol, una visión pensó, afrodita frente a él abriéndose pasó con su melena rojiza, le robaba el aliento, sus pies flotaban en el pasto mientras sus manos se extendían delicadas a cada lado de su cuerpo, una sirena de perfecta tez. Piel blanca como la nieve, labios redondos pidiendo ser besados, poseía la pureza y refulgencia que atraían su corazón. Lucía tan feliz, tan resplandeciente que sus latidos adquirieron un galopar desenfrenado, como si fuese la primera vez que sus ojos la veían, como si su verdadero ser estuviese expuesto ante él. Y es que no había nada más importante en ese momento. Una sonrisa se asomó en sus labios cuando la vio levantar a Amelia para girarla mientras Augie se abrazaba a sus piernas-

-Será una increíble madre sin duda, lleva unas horas aquí y los niños la adoran -Las palabras de su hermana pasaron desapercibidas, sus sentidos yacían nublados, inútiles ante la beldad que estaba frente a sus ojos. Daphne miró a su hermano, pareció no haber escuchado lo que ella dijo, estaba abstraído contemplando la escena -¿Colin? -Ella observó esa mirada y la tonta sonrisa en su rostro, sabía que Colin y Penelope siempre fueron muy cercanos, y como todos en la familia la consideraban una Bridgerton más, pero esa mirada no era la que le brindabas a una amiga, esa era una mirada diferente-

-Mi Lady, la bebé ha despertado -Ella se retiró hacia la casa para atender a su hija pequeña. Intentó pensar que estaba equivocada, solo eran amigos, era tonto pensar que en verdad había visto una mirada de amor de su hermano hacia Penelope-

-Pen -Colin se acercó a ella, Augie y Amelia se arrojaron sobre él abrazándolo-

-Colin ¿Cómo estás? -Él le sonrió cargando a ambos niños a la vez, los cuales se colgaron de su cuello-

-He estado muy bien -Su mirada estaba por completo puesta sobre sus ojos, ella estaba sola, ella estaba con él, su Pen, estaba a su lado de nuevo. Penelope notó su mirada intensa, aun así la pasó por alto y desvió la suya hacia la pequeña Amelia extendiéndole sus brazos, se acercó para tomarla y el rostro de ambos quedó cerca, el limitado espacio permitió que Colin percibiera su aroma, lavanda, lavanda, él se alejó con rapidez apretando sus ojos- Amelia ¿Quieres ir por galletas? -La voz y mirada de Penelope eran tan dulces, tomaba la mano de su sobrina con demasiada ternura. Ella le dio una leve mirada tras la niña haber asentido y caminó con ella en brazos en busca de galletas-

-Tío Colin su Cabello es diferente -Dijo el menor y Colin lo miró sonriente asintiendo-

-¿Nunca habías visto a una dama con ese color de cabello? -Augie negó con su cabeza- ¿Te parece Bonito?

-Si, brilla con el sol -Colin vio como su sobrino señalaba en dirección a Penelope y él giro su cuerpo. Realmente parecía brillar, y no pudo evitar que ciertos pensamientos revivieran en su mente, pensamientos que lo habían perseguido materializándose en sus sueños. Una Penelope recostada con el cabello esparcido sobre las sábanas, su cabello cayendo sobre su espalda desnuda, él acariciando el sedoso cabello de ella con sus dedos -¿Tío?- Escuchó a  Augie llamarlo y agitó su cabeza al darse cuenta de lo que transitó por su mente al verla-

-Lo lamento, me distraje

-¿Podemos ir a por galletas como Amelia y Lady Young? -Lo último que dijo el niño lo hizo fruncir el ceño-

-Dile Pen Augie, ella es Pen -El niño sonrió y Colin lo subió a sus hombros para caminar hacia Penelope y Amelia- Aquí tienes un pretendiente -Penelope miró a ambos y comenzaron a reír -Ha dicho que tienes un Cabello Bonito - Las mejillas de ella se tornaron rosas y Colin de nuevo tenía esa tierna mirada sobre ella. Penelope se acercó a Augie quien aún estaba en el lomo de Colin y tomó su mano sonriente-

-Cuando crezca me casaré con una Señorita con el cabello como el suyo -Dijo el niño mirando a su tío-

-¡¡Augie!! - Penelope sonrió perpleja por las palabras del hijo de Daphne-

-No lo culpes, tiene buenos gustos mi Sobrino -Ella se puso tan roja como un tomate y Colin se echó a reír bajando al niño de sus hombros-

-¿No debí haberlo dicho? -El menor miró a Penelope tímidamente-

-Oh Cariño -Pen acarició su cabello ondulado y dejó un ligero beso en su frente- Eres muy dulce, pero falta mucho para que tengas edad de tomar a una joven como esposa.

-No le quites las esperanzas, cuando algo se quiere con suficiente fuerza no habrá nada que te impida obtenerlo -Pen sonrió, las palabras de Colin iban cargadas con un trasfondo que era desconocido para ella, pero el conocía y creía con cada parte de su ser-

-En eso tienes mucha razón

-Tio Colin -Ambos giraron atendiendo el llamado de Amelia- Álzame como a Augie  - El asintió enseguida caminado hasta ella y subiéndola a sus hombros-

Sra. YoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora