Llegamos a las 10k de vistas en la novela! ¡Muchas gracias! Estoy muy contenta.
¡Y ni hablar de los likes y de sus comentarios que siempre me sacan sonrisas! ❤️
Incluso a veces parezco una loca riéndome sola de lo que ponen. La gente en los lugares públicos me mira raro 👀
A leerrrrrrrr...
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Me desperté por el rayo de sol calentando un lado de mi cara. Abrí los ojos con dificultad y observé mi monoambiente. Los engranajes de mi cerebro comenzaron a trabajar, saliendo del sueño.
Entonces, contuve el aire.
Recordé todo lo que había pasado la noche anterior. Apreté los puños por mi imprudencia. Y... apreté las piernas por el recuerdo de unas sensaciones exquisitas.
Giré hacia el otro lado esperando encontrarlo pero mi sonrisa desvaneció cuando vi el resto del colchón vacío. Me incorporé en el lugar, sentándome, y me percaté de que estaba casi desnuda. Solo tenía unas bragas. Miré al suelo, buscando rastro de la ropa de Thomas.
Nada. Como si la noche anterior no hubiera existido.
Solté el aire en mis pulmones, inflando mis cachetes en el proceso y tapé mi rostro con mis manos. Ahora sí estaba jodida. Me había acostado con mi jefe y... seguramente se había arrepentido.
Seguramente mis días en la oficina serían aún más tediosos.
Seguramente tendría que ponerme a buscar un nuevo trabajo desde ahora para cuando me diga que no quiere volver a verme.
—¡Maldita sea!
Renegué y dejé que mi cuerpo volviera a caer en la cama como si fuera una bolsa de papas. Cerré mis ojos maldiciéndome internamente y sintiéndome mal porque, mientras que anoche yo había tenido el mejor sexo de mi vida... al parecer él se había arrepentido. Eso me hacía sentir como la mierda.
El sonido de la cerradura me hizo abrir los ojos de repente, en estado de alerta. Tomé el control de la televisión que estaba en la mesita al lado para usarlo como mi arma. Cuando vi quién ingresaba a mi departamento, mi corazón se detuvo. Peor que si hubiera visto un fantasma o un ladrón violento.
—Ya despertaste. Justo a tiempo.
Con su cabello húmedo, una remera blanca y unos pantalones de tela cómoda, se acercó a mí. Además, traía una bolsa de comida en una de sus manos.
—Hola. —Fue lo único que logré articular entre sorprendida y contenta de verlo.
Rodeó el colchón y su cercanía me hizo contener el aire.
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El diablo viste de traje
RomanceAl jefe de Sofía lo despidieron. Ser secretaria de un anciano machista nunca había sido de su agrado así que, al volver a la oficina, lo hizo con la expectativa de que se encontraría con una persona más capacitada y menos odiosa. Solo para encontrar...