Capítulo 2
~Hay tanta luz que me ciega
Cuando debería iluminarme
Oh oscuridad, amarga amiga
Bajo tus brazos me refugio
A salvo de la verdad de este mundo
Y la soledad de las almas destrozadas~
Al finalizar la humillante ceremonia de bienvenida, nos indican que este día lo aprovechemos al máximo, aumentando las conexiones y nexos que podamos generar con nuestros apellidos, buscar nuevas alianzas o revivir y reforzar las existentes, es una fortuna que como una Van De Laar no tenga que preocuparme por ello, mi padre y mis hermanos me preceden.
Llegamos la plaza principal en la universidad, la cual cuenta con una gran fuente central y está rodeada de hermosos jardines florales, la IRA está establecida en un antiguo y renovado castillo victoriano, lo cual hace todo el trabajo en dar a conocer qué clase de personas venimos aquí, no cualquiera consigue un puesto aquí.
A lo lejos puedo ver a mis hermanos y primos los cuales ya llevan unos años de ventaja aquí, a veces es necesario revisar dos veces si en verdad somos familiares, ya que somos opuestos, mi hermano mayor Kian es alto, y con su cabello castaño oscuro y sus ojos que parecen un shot de expresso , claro que el físico no es lo más destacable de él, en realidad es su actitud, todos conocen a Kian por ser alguien incapaz de reconocer las emociones como lo hacemos las demás personas, eso lo vuelve alguien al cual no le interesan las consecuencias de sus actos, mientras estas le hayan resultado entretenidas lo demás le dará igual, cosa que a nuestro padre no le es tan favorecedor ya que él es el heredero principal de todo el imperio que han generado, aunque para el abuelo, la actitud de Kian en lugar de ser una desventaja es una virtud que se debe explotar, después esta Desmond, a pesar de compartir rasgos físicos con Kian y mi padre, con la única excepción de que sus ojos son un tono más claro de café, Des es alguien fuerte, tanto en físico como en carácter, el único capaz de domar y calmar a nuestro hermano mayor, es un año menor que Kian sin embargo ha demostrado ser sumamente maduro y responsable, su personalidad calmada y reservada es de gran ayuda para contrarrestar al anarquista que tenemos como hermano mayor, a pesar de todo Des no lo tiene fácil, es el siguiente en la línea de mando en caso de que Kian decida no tomar su puesto en el imperio familiar.
Y luego... bueno luego estoy yo, una diminuta porción de lo que son mis predecesores, mis abuelos, padres y hermanos eclipsan todo mi ser, soy todo menos especial, una altura casi nula, cabello rubio que a veces da la impresión de ser blanco, un cuerpo delgado más que la media, los genes de mis padres no se pusieron del todo se acuerdo al momento de crearme a mí, mis ojos son una rara combinación de ambos quedándose en un tono ámbar, aunque a veces se pueden notar algunas vetas azules, a mama le gusta decir que llevo un pedazo del cielo en mí, claro que no estoy del todo de acuerdo en ello, no puedo quejarme, no tengo el derecho de hacerlo, somos privilegiados, mis padres reciben elogios desde que éramos unos bebes por lo hermosos que somos , que son me gustaría aclarar siempre que lo escucho, pero demostrar que no me siento a la altura de ellos es mostrar un signo de debilidad para mi familia, algo que no hare.
Llegamos a donde se encuentran reunidos, en espera de nosotras, pongo mi mejor sonrisa, a pesar de que Mek ha estado hablando en todo el camino no he captado ni una palabra de lo que ha dicho, no salgo de mi mente hasta que los brazos de alguien me rodean los hombros que salgo de mi estado de estupor.
—Pero miren quien ha llegado, la princesita esta entre nosotros ahora señores, fue una larga y aburrida espera—La voz de Kian llega a mí, envolviéndome en un manto de seguridad, siento un suave beso sobre mi cabeza, cuando me separo de él le sonrió, viendo esos ojos sin brillo que lo caracterizan.
—La apertura tomo más tiempo de lo que pensaba, lamento haberlos hecho esperar—Comento por lo bajo.
—Roderic cada vez hace eso más largo, algo innecesario, no es que no tengamos conocimiento del por qué estamos aquí—Des se acerca a mi alborotando mi cabello— Me alegra verte de nuevo princesita, el viaje es cansado la primera vez.
—También los extrañe—Digo con sinceridad, nos vimos hace unas semanas antes de que las vacaciones terminaran, sin embargo estar en casa sin ellos es solitario.
—Bien por fin estamos todos aquí, joder era hora de que te dejaran marchar de esa casa, papá te tiene demasiado mimada, no ha dejado de llamar exigiendo tu seguridad y amenazándome con que si algo te llega a pasar el culpable seré yo—Habla Kian con un cigarro ya entre sus labios encendiéndolo, después su mirada se desliza hacia mi mejor amiga, una de las cosas que hacen reaccionar a Kian, a parte del caos y el arte, es Mekyla, una sonrisa maliciosa se pinta en sus labios—Veo que la pequeña rebelde logro llegar, las cosas sin duda se tronaran divertidas esta vez—Suelta el humo en dirección de Mek, pero ella solo lo ve con el desafío brillando en sus hermosos ojos verdes.
—Y yo que pensé que no tendría que verte la cara Thomas, pero bueno no todo puede ser bueno— Sonríe con suficiencia, bien Mek y Kian tienen una relación bastante extraña con un constante intercambio de insultos y palabras afiladas, ella alimenta la necesidad de desafío de mi hermano y disfruta de hacerlo.
—Oh vamos al fin estamos todos reunidos no inicien con sus peleas sin sentido—Dice Alastor abrazando a Mek por los hombros, ganándose una mirada de muerte por parte de Kian—Como siempre es un gusto tenerlas con nosotros, nos hacía falta la energía femenina—Sonríe ampliamente, y lo hace aún más cuando Mek lo abraza con fuerza, Alastor es mi primo hijo de mi tío Eiran, comparte la misma edad de Des, sin duda es el sol del grupo junto con Mek ellos dos son una bomba del tiempo, comparten una relación muy cercana, son mejores amigos, desde que éramos pequeños establecieron una conexión casi inmediata a pesar de la diferencia de edad, algo que no le hace muy feliz a Kian.
Nuestro otro primo es sumamente callado, es el más retraído de todos, un rasgo que compartimos y nos hace cercanos, me acerco a él, el cual me toma entre sus brazos.
—Hola Az tenía tiempo sin verte—Lo abrazo por la cintura relajándome con su fresco aroma, nosotros podríamos pasar por hermanos porque compartimos el rasgo de ser rubios, aun que Az tiene unos ojos azules hermosos
—Es bueno verte nuevamente princesita, al fin un poco de armonía entre todos estos imbéciles—Dice con su suave voz que transmite calma.
—Esta noche tenemos mucha diversión por delante, así que prepárense, les daremos la bienvenida a la isla como es debido—Habla Kian, dándome la sensación de que nada bueno saldrá de un plan que él tenga.
Esa misma noche nos encontramos en la fiesta de iniciación de la escuela rival, EREBUS UNIVERSITY o más conocida por sus siglas EU.
La isla está divida en un territorio de tres grandes universidades, IRA, EU y la SC, lo que tienen en común estas últimas es que asisten hijos de personajes de identidad cuestionable, hay muchos rumores diciendo que ahí es a dónde mandan a los hijos de los mafiosos, y de los imperios criminales y corruptos más grandes.
A parte de ser conocidos por sus actos y acciones violentas... Bueno nuestra academia también tiene su grupo desorden, y si como lo pensaste Kian está ahí, y si es el actual líder seguido por el hijo del director Bermont.
Caelan.
Lo conocemos desde niños, pero no somos de su interés, si pensaba que mi hermano tenía problemas de narcisismo, Caelan lo lleva a otro nivel, el disfruta del sufrimiento de los demás y no comprende lo que es la empatía, al menos Kian nos quiere a nosotros.
Caelan no aprecia anadie, es una persona que prefiero tener lejos, a diferencia de mi hermano queen ocasiones me resulta intimidante, Caelan me aterra, me recuerda a losmonstruos que se esconden en el armario listos para devorarte en cuando duermes
ESTÁS LEYENDO
BEAUTIFUL MISTAKE
Storie d'amoreUna dama, una Lady, siempre debe dar una buena imagen. Una Lady no muestra sus emociones en público. No. Nosotras somos la imagen de la serenidad. Por eso antes de tomar el título nos dan "libertad" durante nuestros años universitarios. Libertad no...