Una dama, una Lady, siempre debe dar una buena imagen.
Una Lady no muestra sus emociones en público.
No.
Nosotras somos la imagen de la serenidad.
Por eso antes de tomar el título nos dan "libertad" durante nuestros años universitarios.
Libertad no...
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Astrid Giselle Van De Laar, nacida el 14 de febrero, si irónicamente ha nacido el día de san Valentín, un día en el que una niña deseada y amada llega al mundo, a la corta edad de 2 años comenzó con su carrera en el ballet, siguiendo los pasos de su madre Eleanor Van De Laar, la cual es hasta la fecha una aclamada bailarina con múltiples reconocimientos en la rama, Astrid tenía una carrera prometedora, he vasado los últimos cinco días llenando mi cerebro de cada palabra, video, fotografía, lo que sea que Soren me ha conseguido, sobre la princesita Van De Laar, así que he visto hasta ahora 6 recitales completos de Astrid dando saltos por un escenario con faldas y trajes ridículos y brillantes, incluso ahora que estoy estacionado fuera de su departamento, en un lugar vertiginoso que me deja ver hacia su balcón en mis audífonos tengo reproduciéndose al maldito Tchalkovky con la pista del cascanueces exactamente la pista del baile de las flores, no preguntes, tengo una fascinación por esa presentación del pequeño arcoíris muy amateur pues tenía a lo mucho siete años, sin embargo se veía increíble, aun no descubro la causa de la lesión que le impide dedicarse de forma profesional al baile, hablan sobre una lesión, una caída en alguna clase o entrenamiento, si no me resulta del todo convincente y daré con la verdad, tarde o temprano.
Observo con atención uno de sus casos de desconexión, mientras se para frente a la barra que tiene en una esquina de su habitación, vestida con un leotardo por supuesto rosa, medias color azul bebe y calentadores de arcoíris, su cabello está recogido en un moño adornado con un lazo del mismo color de su leotardo, una falda de gaza fina se atan sus estrechas y delgadas caderas, en verdad está sumamente delgada, sé que las bailarinas de ballet normalmente lo son, sin embargo ella lo lleva a un grado preocupante, la he captado ya a punto de desfallecer varias veces en solo cinco putos días, las imágenes que veo en la pantalla de mi teléfono me muestran al hermoso ángel sin moverse, su cuerpo esta tenso y puedo apostar a que su mirada está perdida, muchas veces quiero subir entrar y sacarla de ese modo letárgico en el cual entra, el cerebro es un sitio peligroso para perderse, algo debió suceder para que se encuentre de esta manera, no solo pasa en estas ocasiones donde intenta retomar sus calentamientos o alguna coreografía puede empezar de la manera más hermosa, sin embargo algo sucede, en algún momento se bloquea, la he visto caer, romper en llanto y después entra en este estado, entra a un modo en el que es imposible sacarla de ahí, no es hasta que entra su amiga y compañera de piso la toca o le habla y así reacciona.
Bien en un inicio quería solamente tener algo para sostener sobre la cabeza del imbécil mayor Van De Laar, pero hay algo, no sé si fue su maldito aroma a flores y fresas que quedo impregnado en mi ropa de aquella noche en la iniciación, tal vez el brillo en su mirada, donde ella decía no tener miedo y ser estúpidamente valiente, en esa mirada había miedo, terror y mierda demasiado dolor.
Conozco como luce el dolor incluso si se esconde, yo lo he sufrido y las personas que me importan lo han sufrido de igual manera y se cómo luce una persona que trata de ocultar lo rota que esta, y eso hace Astrid, se esconde bastante bien debo decir, tanto que las personas cercanas a ella no parecen tener idea de lo que carga en ella, a pesar de seguir en oscuridad sobre lo que oculta, lo sabré, más pronto de lo que cree, en el momento en el que su amiga entra en su habitación salgo de las cámaras, filtrarme a su apartamento fue algo muy sencillo, me encontré con la sorpresa de que ya estaban algunas colocadas en el lugar, incluida la habitación de la pelirroja irritante, la habitación de Astrid no tenía ninguna, así que fue más sencillo, coloque unas cuantas en su habitación y copie la liga, se la di a Soren y el me dio el acceso a las cámaras que ya estaban ahí, nunca creí decirlo pero gracias Kian hijo de puta Van De Laar por primera vez muestras ser de utilidad.