A la salida del vertedero, tropezamos con un camión de remolque tan desvencijado que parecía que también lo hubiesen dejado allí como chatarra. Pero el motor arrancó y tenía el depósito casi lleno, así que decidimos tomarlo prestado sin avisar. Miraba el paisaje pasar y cambiar, mostrando imágenes perfectas para tomar fotografías dignas de las postales. Tal vez personas que tuvieran sus vidas llenas de flores serían capaces de tomar fotografías de todo eso.
Leo conducía, pues parecía menos aturdido que los demás: --- Los guerreros-esqueleto aún andan por ahí --- nos recordó --- . Hemos de seguir adelante.
Avanzamos por el desierto bajo un cielo limpidamente azul. La arena brillaba de tal modo que no podías ni mirarla. Zoë iba en la cabina con Leo; Grover, Jason, Nico y yo, en la caja, apoyados en el cabrestante. El aire era caliente y seco, pero el buen tiempo parecía un insulto después de perder a Bianca. ¿Cuándo todo el caos sería suficiente? Si supiera lo que las Moiras sabían, tal vez le podría hallar sentido a todo eso.
Nico se había quedado dormido, por lo exhausto que estaba. Su cabeza estaba apoyada en mi hombro y no soltaba mi mano. Se veía tan pálido y ojeroso, tan infeliz que era doloroso de sólo mirarlo. Es como si la mala suerte lo tuviera en su lista negra. Y luego yo me quejaba por cosas menores. Él había perdido a su única familia. Oh, las vidas de algunas personas estaban llenas de flores, pero la vida de Nico estaba llena de flores marchitas.
Él llevaba apretada en su otra mano la figurita que le había costado la vida a Bianca. Aún no tenía claro qué dios se suponía que era. Nico lo sabía. Pero también sabía que pese a que no encontramos el cuerpo de Bianca, ella estaba muerta. Miré el paisaje una vez más, paisajes dignos de fotografías. Acababa de perder a una amiga, con la misma sencillez con la que alguien pierde un calcetín, pero en el desierto y en invierno.
Perdí a una amiga. Y todos mis moretones y el cansancio no podían compararse a lo que sentía mi corazón. Apostar contra el destino siempre es una batalla perdida. Y por cada segundo que pasaba yo estaba preocupándome por cada cosa mala que no había pasado todavía. Nada es tan bueno como parece. La vida no es un campo de flores en Abril. ¿Qué mentira hay delante de la bonita pureza de la vida? Puro dolor.
--- Tendría que haberme tocado a mí --- dije --- . Tendría que haberme metido yo en el gigante.
--- ¡No digas eso! --- dijo Grover, alarmado --- . Bastante terrible es que hayamos perdido a Magnus y a Will. Y ahora a Bianca. ¿Crees que podríamos resistirlo? --- se sorbió la nariz --- . ¿Crees que habría alguien dispuesta a ser mi mejor amiga?.
--- Ay, Grover... --- suavicé mi mirada.
Se secó los ojos con un pañuelo grasiento que le manchó la cara, como si llevara pinturas de guerra: --- Estoy... Bien.
Pero no lo estaba. Desde lo sucedido en Nuevo México con aquel viento salvaje que había soplado de repente, se lo veía más frágil y sentimental que de costumbre. No me atrevía a hablar de ello, porque igual empezaba a sollozar. Pero tener un amigo que pierde la calma más fácilmente que uno no deja de ser una ventaja.
Sé que estaré bien, pero no lo estaría ese día. Me mantuve despierta. Viendo a Jason y a Nico dormir, ambos se veían cansados. Leo también debía de estarlo, porque estaba tan silencioso desde su puesto en el volante, con una mirada melancólica, como si contara todos los errores que había cometido. Mentalmente recordé todas las peleas que había tenido hasta el momento, y nunca había perdido a nadie hasta ese día y tenía el presentimiento de que no sería la última vez que perdería a un amigo.
Sabía que estaría bien, pero no por el momento, porque perdí a una amiga. Y nada podía hacerme cambiar mi semblante. Porque tenía a tantas personas dispuestas a escucharme, pero no podía hablar, quería llorar. Y tal vez no hacerlo no era lo suficientemente inteligente emocionalmente, pero comprendí que no podía continuar deprimida.
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Andy Jackson y La Maldición del Titán
Fanfiction"Siete buscarán en el oeste a la diosa encadenada. Uno se perderá en la tierra sin lluvia. El azote del Olimpo muestra la senda. Campistas y cazadoras prevalecen unidos. A la maldición del titán uno resistirá, y uno perecerá por mano paterna." Ante...