Andy Jackson y La Maldición del Titán

Epílogo: "El diario."

En cada aventura que tengo suelo escribir un diario relatando lo que pasó.

No sé por qué, simplemente soy incapaz de soltar algunas cosas. Tal vez nadie leería esos diarios jamás, pero me daba consuelo tenerlos en mi repisa. Un diario que fue destinado para un año entero se agotó con mi travesía relacionada con la maldición del titán. Por lo que tuve que comenzar otro. Sin embargo, por primera vez me dieron un diario, el cual yo tenía que leer.

Antes de despedirnos en el aeropuerto, Magnus me dio un libro cerrado con cintas de cuero y me dijo que solamente yo tenía que leerlo, que era importante. Jason pareció inquieto al ver ese diario, pero decidí asentir con la cabeza y aceptar en silencio ese extraño obsequio de despedida. Casi sentí lástima de no haberles comprado nada.

Luego de despedirme de Will y Leo, mi madre me llevó de regreso a casa. Al encerrarme en mi habitación, supe por qué Magnus quería que solamente yo lo leyera. En las primeras líneas vi que era el diario de Luke, entonces lo cerré, lo arrojé hacia el otro lado de la habitación y estuve tentada a hacer un Mensaje Iris para insultar al hijo de Atenea.

Sin embargo, me contuve. Porque lo único que siempre quise fue ser lo suficientemente paciente como lo es mi madre, para así no enloquecer. Miré las estrellas a través de mi ventana, apenas podía ver la constelación de la Cazadora por culpa de la contaminación lumínica de la ciudad. Sabía que Luke estaba lejos, pero me pregunté si él estaba viendo un cielo similar o si alguna vez pensó que su diario terminaría en mis preciosas manos.

Lo admito. La curiosidad me hacía sentir insatisfecha. Me removí mientras la inquietud ardía dentro de mis entrañas y mis ojos no miraban ese diario como si procediera de otra galaxia. Sí, muchas personas siempre me dicen que nunca estoy satisfecha, por eso siempre me meto en problemas. Pero soy una persona simple con necesidades simples. Pero eso no era simple. Porque una vez yo amé a ese chico y él me hizo pedazos.

Ah, tocar el diario una vez más me dolió tanto y supe por qué. Esa persona me hizo pasar por tantas emociones similares al dolor, tan intensas. Pero él tomó lo mejor de mí y me dejó desecha. Por eso tuve que reconstruirme, y eso no es fácil. Sacudí la cabeza. Estaba harta de sentir lástima por mí misma. Me tragué la amargura, me senté en mi cama y comencé a leer el diario.

" Me llamo Luke.

En realidad, no sé si seré capaz de mantener este diario. Mi vida es bastante alocada. Pero le he prometido a un anciano que lo intentaría, que una persona necesita que lo haga. Después de lo que ha pasado hoy... bueno, se lo debo. Se supone que tú, persona que me lee ahora, es la destinataria de esto. Bueno,... ummm, hola.

Lo siento. Mis manos tiemblan mientras estoy aquí sentado haciendo mi guardia. No me puedo quitar las horribles imágenes de la cabeza. Tengo unas pocas horas antes de que los chicos se despierten. Quizá si puedo escribir la historia, pueda quitármelo de la cabeza, para comenzar con esto... Será mejor que comience con la cabra mágica.

Durante tres días, Jason y yo perseguimos esa cabra por toda Virginia. No estoy seguro por qué exactamente. En mi opinión, la cabra no parecía especial, pero Jason estaba más inquieto de lo normal. Estaba convencido de que la cabra era algún tipo de señal de su padre, Zeus. Sí, su padre es un dios griego. Y también lo es el mío. Somos semidioses. Tal vez tú lo seas, pero si no lo eres y crees que eso suena guay, piénsatelo de nuevo.

Los semidioses son imanes de  monstruos. Todas esas horribilidades de la Grecia antigua como las furias, las harpías o las gorgonas siguen existiendo, y pueden percibir a los héroes como nosotros a millas de distancia. Por eso, Jason y yo pasamos gran parte de nuestras vidas corriendo. Nuestros súper poderosos padres ni siquiera nos hablan y mucho menos nos ayudan. ¿Por qué? Si intentara explicarlo, llenaría un diario entero, por lo que proseguir con mi historia.