Primer Amor

Between Changes and Hearts

El suave sonido de la alarma rompió el silencio en la habitación de Rose. Se desperezó, frotándose los ojos, y alcanzó su teléfono para detener la música. Al desbloquear la pantalla, lo primero que vio fueron las notificaciones de Instagram. Nuevos seguidores, comentarios en sus últimas publicaciones y algunos mensajes directos la hicieron sonreír. Era su refugio, su pequeño rincón de internet donde podía ser ella misma sin preocupaciones ni máscaras.

Después de lo ocurrido con sus amigas, Rose había decidido centrarse más en lo que le hacía feliz, y eso incluía compartir su amor por BTS y los K-Dramas con sus seguidores. Había comenzado a hacer transmisiones en vivo regularmente, discutiendo teorías de los videos musicales de BTS, reaccionando a nuevos lanzamientos y, a veces, simplemente charlando sobre su día. Los streams eran como una terapia, una forma de dejar salir todas sus emociones mientras sentía el apoyo de aquellos que la seguían. Su comunidad virtual estaba creciendo, y con cada nuevo comentario de ánimo, Rose se sentía un poco más fuerte.

Esa mañana, se sentó frente a su escritorio, encendió su computadora y preparó su set de transmisión. Colocó su lightstick de BTS al lado del monitor y ajustó la cámara para que la luz natural de la ventana iluminara su rostro. "Hola, chicos," saludó con una sonrisa mientras iniciaba el live. "Hoy quiero hablarles sobre este nuevo K-Drama que encontré. ¡Es increíble y necesito que todos lo vean! También hay algunas teorías nuevas sobre el próximo comeback de BTS que tengo que compartir. ¡Empecemos!"

Durante la siguiente hora, Rose se sumergió en su propio mundo, interactuando con sus seguidores, riendo y compartiendo teorías locas. Su entusiasmo era contagioso, y por un momento, se olvidó de todo lo demás. A medida que el stream avanzaba, sintió cómo la confianza crecía dentro de ella. Era como si cada palabra que decía la fortaleciera, cada sonrisa que daba la llenara de una nueva energía.

Después del stream, cerró su computadora y se recostó en la cama, mirando al techo. Pensó en Evans y en cómo le había ayudado a ver las cosas desde una perspectiva diferente. Sus palabras aún resonaban en su mente, pero ahora con un tono menos doloroso y más de advertencia. Decidió que era el momento de un cambio, algo que simbolizara esta nueva etapa en su vida. Se levantó y fue en busca de su madre, que estaba en la cocina revisando uno de sus cursos en línea.

"¿Mamá, tienes un minuto?" preguntó Rose, asomándose por la puerta.

Su madre la miró y le sonrió. "Claro, cielo. ¿En qué puedo ayudarte?"

Rose tomó una respiración profunda. "He estado pensando en hacer un cambio... Algo que realmente muestre que estoy empezando de nuevo. ¿Te acuerdas de esos videos de estilismo que estuviste viendo? ¿Crees que podrías ayudarme a teñirme el pelo?"

Su madre arqueó una ceja, interesada. "¿Teñir tu cabello? ¿Estás segura? ¿Qué color estás pensando?"

Rose sonrió. "Sí, estoy segura. Quiero un tono similar al de Evans, un rubio cobrizo. Y, además, cortarme el fleco. Algo diferente, algo nuevo."

Su madre la miró por un momento, evaluando su seriedad. Luego, asintió con una sonrisa. "Por supuesto que te ayudaré. Creo que es una gran idea. Vamos a hacerlo juntas."

Pasaron el resto del día preparando todo. Su madre sacó tintes y herramientas de estilismo, y juntas miraron tutoriales y eligieron el tono perfecto. Mientras aplicaban el tinte, Rose y su madre charlaron sobre la vida, sobre cómo a veces las cosas no salían como uno esperaba, pero siempre había formas de reinventarse. Fue un momento especial, una conexión que Rose valoró profundamente.

Cuando terminaron, Rose se miró en el espejo y casi no se reconoció. Su cabello ahora era de un brillante rubio cobrizo, con un flequillo que enmarcaba su rostro de una manera que nunca había imaginado. Se veía diferente, y eso era exactamente lo que quería. Era una nueva versión de ella misma, lista para enfrentar lo que viniera.