Primer Amor

Unearthing Fears: The Challenge of Falling in Love

Miré el reloj, que marcaba las 9:30 de la noche. Eso significaba que mi papá y mi hermana ya deberían estar dormidos. Subí las escaleras hasta mi cuarto. Antes de llegar, pasé por la habitación de la computadora general, donde, para mi nada sorpresa, se encontraba mi madre. Con la mejor voz que pude, le dije:

—Ya llegué —ella respondió con un leve "Sí", sin siquiera mirarme, acompañada de la típica pregunta:

—¿Cómo te fue?

—Bien —le contesté. Ella se limitó a decir "Ok". Por suerte, nunca prestaba atención a mis tonos cuando estaba jugando. Después de eso, finalmente me encerré en mi cuarto.

Aventé la mochila de Harry Potter en el sillón rojo individual que tenía junto a mi librero. Caminé hacia mi escritorio, tomé mi laptop decorada con calcomanías de diferentes fandoms literarios y me senté en mi cama, cruzando las piernas para poner la laptop sobre ellas. Abrí WhatsApp y busqué la conversación S.O.S. donde estaban mis mejores amigas. Llamé a cada una de ellas. Las primeras en contestar fueron Lily, Michelle y Harper, seguidas por Alexa, Amy, Emma, Yazmín, y, por último, Yessenia, Daiana y mi prima Anastasia.

—¿Quién invocó la reunión S.O.S? —preguntó una.

—Sí, ¿quién fue? —añadió otra.

—Recuerden que esto es solo para cosas importantes —dijo una más—. ¿Escuchaste, Alexa? No para decidir qué vestido es mejor, ¿el dorado o el blanco? —comentó alguien más, provocando risas. Me desesperé.

—¡CÁLLENSE TODAS! —Al instante, todas guardaron silencio y me miraron con atención.

—¿Qué pasa? —dijo Harper, en tono tierno y preocupado.

Empecé a contarles todo. Mi sonrisa se volvió cada vez más grande. Muchas de ellas dejaron escapar exclamaciones de "¡iii!" y "¡oww!". Pero al llegar al final, todas, especialmente Michelle, me regañaron por haber salido corriendo de esa manera.

—¿Qué rayos estabas pensando al salir corriendo así? —Lily me miró con desconcierto.

—¡Está loca! ¡Eso es lo que pasó!

—A ver, Michelle, deja que Rose se explique —intervinieron Yess, Harper y Daiana para defenderme.

—Gracias —dije, en tono serio—. La verdad es que no sé cómo explicarlo. Sentí algo en el estómago que nunca había sentido antes, además, claro, de lo que siento cuando veo mis series asiáticas con los chicos guapos de mis dramas favoritos... —de repente me quedé en blanco.

—Entonces, ¿te gustó o no te gustó? —preguntó Lily. Todas estaban ansiosas por saber la respuesta.

Me di cuenta de que todas estaban esperándome para una respuesta. No podía darles una respuesta directa, ya que ni yo misma sabía cómo explicarlo. Solo sabía que el encuentro con Evans había sido raro, pero a la vez cálido. No entendía por qué me sentía tan confundida. Había algo en él que me atraía, pero también sentía una sensación de incomodidad que no podía explicar. No quería preocupar a mis amigas ni parecer confusa.

—Chicas, la verdad es que no lo sé. Siento que hay algo en él que me hace sentir incómoda, pero también hay algo que no puedo ignorar. Solo quiero tomarme un tiempo para procesar todo esto —finalmente les expliqué.

—Está bien, Rose. Tómate el tiempo que necesites —dijo Lily con comprensión—. Solo recuerda que estamos aquí para apoyarte.

Las otras chicas asintieron con la cabeza y comenzaron a hablar de otros temas. Mientras tanto, me quedé mirando la pantalla de mi computadora, pensando en el encuentro con Evans y en cómo todo había cambiado en un solo día.

Me despidí de las chicas, les agradecí por su apoyo y apagué la computadora. Me recosté en la cama, sintiéndome aún confundida. Todo lo que había experimentado hoy había sido abrumador. Me tapé con las cobijas, tratando de calmar mi mente.

El día había terminado con muchas preguntas sin respuesta y una sensación de incertidumbre. A pesar de que el encuentro con Evans había sido extraño, no podía negar que había algo en él que me llamaba la atención. Solo el tiempo diría si esta extraña atracción se convertiría en algo más o si se desvanecería con el tiempo.