El efecto [Pablo Barrios X Rodrigo Riquelme]

Capitulo 2

1 de septiembre de 2024. Hoy hacia 5 años que Rodrigo había debutado con el Atlético de Madrid. Admito que de pequeño tenía una obsesión con él muy poco sana, todos me lo decían.

Mire su rostro mientras dormía y me fijé en sus labios rosados, su nariz, sus ojos cerrados y sus largas pestañas descansando sobre sus pómulos. Que tierno... es decir, no me parecía tierno.

-Ey, Rodri... despierta. -le digo, llevo mi mano a su mejilla y acarició con mi pulgar su piel caliente.

Joder, que suave.

Escucho un gruñido y abro mis ojos sorprendido pero eso no evita que siga tocando a Riquelme.

-¿Barrios...? -pregunta, abre sus ojos y retiro mi mano rápidamente.

-Yo, perdón...

¿Porque coño le estaba acariciando la puta mejilla...?

-No, si era muy agradable... -pestañea varias veces y después bosteza.

-Uhm... ¿Quieres algo para desayunar? -pregunto, un tanto incómodo por no saber que hacer.

-¿Tú estás en el menú?

-Ehm, creo que no.

-Que mal. Entonces tendré que conformarme con lo que tengas -dice.

Me levante de la cama, y justo cuando iba a salir Roro volvió a hablar.

-Tienes una espalda preciosa, Barrios. -dice y se me pone la piel de gallina.

«-No, si era muy agradable... -pestañea varias veces y después bosteza.»

«-Uhm... ¿Quieres algo para desayunar? -pregunto, un tanto incómodo por no saber que hacer.

-¿Tú estás en el menú?

-Ehm, creo que no.

-Que mal. Entonces tendré que conformarme con lo que tengas -dice.»

Sonreí como tonto, ¿acaso él estaba coqueteando conmigo?

-Pablo, ¿porque tard...? -escucho una voz y al segundo siento una puñalada de dolor al cortarme la palma de la mano-.¡Oh, joder!

-Me cago en todo... -maldeci, aparte el cuchillo y meti la mano debajo de grifo del agua.

Vi como salía sangre de mi mano e intente no marearme, puto Rodrigo, sentí su tacto en mis caderas y me estremecí.

-¿Donde tienes el agua oxigenada? -pregunta.

-En el baño. En el armario de al lado del espejo. -respondi, asintió y se fue al baño.

¡Mierda! ¡Iba a poder ver mis supresores...!

-¡Roro, espera! -grito y envuelvo un trapo alrededor de mi mano apretandolo.

Voy al baño y entró dentro.

-Ya te iba a llevar el... este... -veo reflejado en sus ojos como me mira la boca.

¿Que cojones?

Se acerca a mi, me sujeta el brazo y quita el brazo de alrededor de mi mano. Echa agua en un algodón y empieza a dar toquecitos en el corte de la palma de mi mano. Le miro a los ojos mientras lo hace y acerco mi rostro al suyo, cerré mis ojos esperando el contacto de sus labios y... nunca llegó.

-Pab... oh, ¿pensabas que te iba a darte un... beso? -pregunta, no se si me lo estaba preguntando bien o con un toque de diversión en sus palabras.

Que vergüenza.